Un solo voto

Entre las muchas mentiras que suele propalar el senador mala paga, Javier Corral, es que el gobierno de Enrique Peña Nieto está tratando de hacer una contrarreforma con gran prisa a favor de Televisa y que busca dañar los cambios constitucionales que se promulgaron en junio del año pasado.

Una de las muchas mentiras de este individuo es que el gobierno pretende regular los contenidos; sin embargo, eso no proviene del paquete de leyes secundarias que están siendo trabajadas en comisiones y que según el senador del PAN, Javier Lozano, podría estar dictaminada en comisiones el lunes o martes después de Semana Santa, sino de la propia reforma constitucional. Este punto, que va en contra de las mejores prácticas internacionales, ha sido señalado por grupos serios como la Cámara de la Industria de Radio y Televisión.

De hecho, existe una suerte de movimiento a favor de que se hagan precisiones que limiten esta facultad de regular los contenidos. Destaca, en ese sentido, el documento del Instituto Federal de Telecomunicaciones, en el cual se hacen algunas puntualizaciones particularmente serias que deben servir como línea para ajustar la discusión y lograr leyes que sean totalmente a favor de los consumidores.

Quizá otro defecto que podría tener es que no es convergente, es decir, que mantiene por separado las telecomunicaciones o la radiodifusión.

Sin embargo, por encima de todos estos defectos tiene la gran ventaja de que pone a los consumidores por encima del interés de las empresas, incluso de la compañía que pretende defender el senador mala paga.

El paquete de leyes secundarias viene a fortalecer la reforma constitucional con base en las mejores prácticas del mundo como son las regulaciones asimétricas a favor de los consumidores; desagregación del bucle local, compartición de la infraestructura a favor de las empresas de menor tamaño; tarifa cero de interconexión o la eliminación de la larga distancia nacional, que es un icono del abuso monopólico. Desde hace ya varios años es técnicamente posible, pero el preponderante la ha mantenido en detrimento de los consumidores.

Recomendación

No faltan aquellos que dicen que Corral debería pedirle a su grupo empresarial protegido que le “presten” una lanita para pagarle a Televisa y que no le sigan rematando los bienes que aún le quedan.

En contra de esta posición se dice que el voto de un senador perredófilo y su grupo de idiotas útiles por más que hagan frentes, no valen prácticamente nada.

Es importante recordar que las actos histriónicos de este tipo y de sus seguidores como Cuauhtémoc Cárdenas junior no dejan de ser una molestia y un grave acto de incongruencia, porque lo único que pretenden es mantener el interés de los monopolios tanto estatales como privados; sin embargo, la realidad es que el trabajo hoy está en las comisiones del Senado de la República y después será en el pleno.

En este sentido, el senador mala paga sólo representa un voto. El voto de la incongruencia y del ridículo.

Con todos los defectos que pudiera tener tanto la reforma constitucional, de la que no hay posibilidad de cambio, es un paquete a favor de los consumidores y que les permitirá tener acceso no sólo a mejores servicios sino a pagar menos por ellos.

Las leyes secundarias, si son discutidas con inteligencia al modo que lo hacen senadores como Javier Lozano o la perredista Alejandra Barrales, escuchando a los regulados y autoridades como el IFT, lograrán que las regulaciones sean claramente a favor de los consumidores y en contra de las prácticas negativas que se han presentado durante décadas en el sector de las telecomunicaciones.

Banca

Durante la 77 Convención Bancaria algunos banqueros escucharon decir a Alejandro Valenzuela, presidente de Banorte, que tiene que generar presión para que Javier Arrigunaga deje la presidencia de la Asociación de Bancos de México derivada de los quebrantos que sufrió a raíz del caso de Oceanografía.

Habló de congruencia y quizá trataba de limar asperezas con el director general de HSBC, Luis Peña, quien fue impedido a llegar a la presidencia de ese gremio bajo el muy cuestionable argumento del riesgo moral derivado de una operación de lavado de dinero en aquel banco.

La opinión mayoritaria de los banqueros es que se tiene que dejar pasar el tema y que más vale dejar de darle vueltas a ese tema.

Hablar de riesgo moral derivado del problema financiero es punto menos que jugar con un asunto en el que todas las instituciones de crédito pueden verse involucradas por las razones que sean y en las que sus presidentes o directores poco o nada tienen que ver.

Desde operaciones armadas como Casablanca hasta fallas de control o malas decisiones de empleados o clientes, los directivos de los bancos pueden estar sujetos a ciertos riesgos morales.

El movimiento que intentó Valenzuela no quedó más que en algunos dichos que no fueron seguidos, pero algunos trataron de vincularlo con otros hechos.

Se dice que este hombre ha tenido fuertes diferencias con Guillermo Ortiz, a quien algunos aseguran que una parte importante de los herederos de Roberto González Barrera buscan remover al presidente del grupo financiero Banorte.

Aseguran que entonces Valenzuela  está tratando de restañar heridas que generó con el gremio por seguir la posición de su jefe. Sea como sea, la banca mexicana tiene asuntos mucho más importantes en materia de competencia y de regulación, como es el aterrizaje de la Reforma Financiera como para seguir con chismes gremiales o lecciones que parece que algunos no han comprendido.

Ventas

Las ventas del comercio organizado durante el primer trimestre de este año en la Ciudad de México sólo crecieron 0.1 por ciento. Un avance paupérrimo, si se consideran las necesidades del país.

De hecho, las estimaciones de crecimiento de la economía hoy se encuentran en la franja de 3% puesto que si bien ha aumentado en 20% el gasto público, la realidad es que las reformas no han tenido impacto real y la economía de Estados Unidos sigue sin lograr una buena recuperación, entre otras cosas, por un invierno particularmente crudo.