Qué saben

Hoy se constituirá el Frente Democrático en Defensa de las Telecomunicaciones, o algo así, en el cual se darán cita una cantidad impresionante de vividores, necesitados de reflectores y uno que otro imbécil útil, casi todos con el común denominador de que no tienen la más remota idea de qué están hablando.

Entre los abajo firmantes hay lo mismo actores, exconductoras de televisión, dizque intelectuales, oportunistas y uno que otro despistado que cree en la revolución de las mentiras.

Se reúnen en torno al conjuro de muera Televisa y el duopolio de la televisión abierta o cualquier cosa que les suene revolucionaria, aun cuando se trate de una mentira monumental.

Vale la pena recalcar, una vez más, que el duopolio de la televisión abierta sólo existe en la cabeza de algunos grupos de la izquierda más ridícula del país. La Reforma constitucional que defienden de dientes para afuera estableció que Televisa es la única empresa preponderante en el sector de la radiodifusión, es decir, no existe tal duopolio.

En el fondo, los representantes de esta farsa están dedicados a generar cortinas de humo a favor del preponderante en las telecomunicaciones, quien abiertamente está retando al gobierno de una manera un tanto velada, es decir, con aquellos quienes dicen representar a la sociedad civil, pero en el fondo son sus empleados.

Si lee su comunicado o pone algo de atención a las declaraciones que han hecho sobre este frente es que, según ellos, no fueron escuchados durante los foros que organizó el Senado de la República.

Este proceso buscó escuchar las opiniones informadas de expertos y de quienes, de una u otra manera, serán afectados por la regulación secundaria, no a cualquiera. Se trata de un órgano legislativo y no de un hashtag de Twitter.

El único que debió participar en los foros es el senador mala paga, Javier Corral. Sin embargo, el legislador robó nuevamente, ahora a los legisladores, puesto que no se presento a trabajar. Cómo puede decir que no le han hecho caso si no se presentó a este foro de análisis porque simple y sencillamente él no quiere un diálogo porque está enamorado del sonido de su voz.

De los demás, simple y sencillamente no hay nadie que pudiera tener una opinión relevante en el tema. Mony Sacha de Swaan, quien en su mente se ve como el salvador de las telecomunicaciones, no tiene nada relevante que decir. Fracasó como servidor público. Quizá debería buscarse una vida, como lo han hecho con gran éxito los otros excomisionados de la Cofetel, pero el problema es que nadie lo contrata por su pésima reputación y desempeño.

Este individuo, que enfrenta, como diría él, más acusaciones que El Chapo Guzmán, debería, de una buena vez, conseguir ayuda sicológica o comprender que su tiempo como servidor público ya pasó, pero su afán de notoriedad le lleva a ser un abajo firmante de un documento en el que públicamente dice no estar de acuerdo.

Imaginación

Qué puede saber Cuauhtémoc Cárdenas sobre las telecomunicaciones. El junior parece que sólo sabe hablar de lo que le funcionó al gobierno de su papá hace prácticamente un siglo en materia de petróleo, por lo demás, este hombre ha demostrado una gran pobreza intelectual.

Por ejemplo, él es el culpable de que no exista el seguro obligatorio de responsabilidad civil para los automovilistas, porque tenía la idea de que las aseguradoras iban a ganar dinero. No le importó que fuera ruinoso para una gran cantidad de familias y con un gran costo para el sector salud.

Así, quizá este individuo cree que se debe volver a los tiempos de su papá, cuando la telefonía estaba en pañales y no se comunicaban los teléfonos Ericsson con los de Mexicana.

Aquí valdría preguntarse qué puede saber Gael García sobre la desagregación del bucle local. Dolores Padierna tendrá alguna remota idea de qué son las tarifas off net y las tarifas on net.

Cuáles son las calificaciones que pudieran tener los miembros del Museo Casa León Trotsky para opinar sobre el sector de las telecomunicaciones o la transición a la televisión digital terrestre.

Seamos claros. Este frente tiene como único o principal objetivo proteger los intereses del grupo monopólico en el sector de las telecomunicaciones y están usando de una muy mala manera a una gran cantidad de individuos que lo mismo podrían sumarse a esa causa, que a la liberación del Tibet.

Deseo

Si se tratara de un acto de verdadera transparencia, los de este foro deberían hacerse un examen mínimo de conocimientos en torno al tema que dicen defender, no de eslóganes y mitos.

Tal vez deberían comenzar por preguntarse entre ellos quiénes han leído y comprendido (con sólo leer sería un paso adelante) la Reforma Constitucional y las leyes secundarias que envió el presidente Enrique Peña Nieto.

Bueno, estaría bien que antes de comenzar el acto el senador mala paga explicara a la concurrencia por qué le pidió dinero prestado a Televisa y durante más de diez años y diversas sentencias condentarias se ha negado a pagar.

Sin lugar a ninguna duda este hombre tiene, por un lado, un odio irracional hacia esa empresa de televisión y un gran amor por el otro preponderante de las telecomunicaciones. Si le parece ilógico recuerde que aquello que no suena lógico suena a metálico.

Suele decirse que la opinión es como la nariz, todo el mundo tiene una. Si se quiere aprender de un tema tan importante como el de las telecomunicaciones, no debe oírse a un grupo de ridículos dedicados a la pantomima, sino a los expertos que han expresado sus opiniones en los foros del Congreso de la Unión y al Instituto Federal de Telecomunicaciones.