Banca islámica, cuando cobrar intereses no es parte del negocio

CIUDAD DE MÉXICO.- Cuando se habla sobre bancos, usualmente pensamos en una institución que capta los ahorros de un sector de la población, pagándole a los ahorradores una tasa de interés. Con los fondos que captan, los bancos otorgan créditos a otro grupo de personas, cobrándoles por ello una tasa de interés. Pero, ¿qué ocurre cuando los bancos no pueden cobrar o pagar intereses?

Ese es el caso de la banca islámica.

La banca islámica en lugar de cobrar un interés por los créditos acompaña a los prestatarios en la realización de los proyectos de inversión para los cuales solicitan el crédito. Esto implica que, a diferencia de la banca occidental, la banca islámica comparte por entero el riesgo del proyecto de inversión realizado. Otra gran diferencia respecto a la banca occidental, es que en la banca islámica los ahorradores tienen voz al momento de decidir cómo se utilizarán sus fondos, es decir, qué proyectos se financiarían con ellos.

Estas son tan solo dos diferencias de la banca islámica respecto a la banca occidental, pero son trascendentales pues alteran por completo la forma en que opera el sector bancario en los países islámicos.

Para conocer más sobre la banca islámica no dejen de leer “Banca Islámica, una introducción” de Noemí Bárbara Negrete en Revista Paradigmas. 

*gl