José Manuel Suárez-Mier

José Manuel Suárez-Mier

José Manuel Suárez-Mier

18 Abr, 2014

Indagaciones útiles

Anteayer tuve el privilegio de participar como comentarista de tres excelentes ensayos de mis alumnos de licenciatura en el simposio anual donde se discuten los mejores trabajos de investigación del año académico en la Escuela de Servicio Internacional de mi universidad. Estoy seguro de que mis lectores los encontrarán interesantes.

El primero de ellos, Cullen P. Moran, trató el tema de cómo la política y ubicación de los países determina la efectividad de sanciones económicas impuestas, ya sea por la comunidad internacional o por un subgrupo de países, a las naciones que violan las reglas generalmente aceptadas de comportamiento.

El tema es particularmente oportuno cuando se discute en el seno de la OTAN, al igual que en Berlín y la ciudad de Washington, cómo actuar frente a la inaceptable conducta de Rusia en el gradual desmembramiento que está llevando a cabo de Ucrania, y qué tipo de sanciones adoptar.

El autor revisa a fondo la literatura sobre el tema, enfatizando que las sanciones internacionales son más efectivas cuando se trata de cambiar estructuras políticas, liberar personas detenidas que son de interés para la comunidad internacional o retirarse de territorios en disputa, que en tratándose de avanzar la democratización del país, poner fin a abusos en los derechos humanos o modificar su política nuclear.

El estudio, que analizó más de cien casos de sanciones internacionales, también concluye que estas penalizaciones son mucho menos efectivas cuando se aplican a países ubicados en Asia o en los territorios del antiguo imperio soviético que en el resto del mundo, lo que no permite ser optimistas en el caso de Rusia y Ucrania.

El segundo ensayo discutido, cuyo autor es Jacob Smyth, trató sobre los éxitos y fracasos de patrón oro en Europa entre 1870 y 1914, y las posibles lecciones de esa experiencia para la actual crisis del euro. Este trabajo elabora la hipótesis de que el florecimiento del comercio y la migración de ese periodo sin duda se apoyaron en los menores costos de transacción derivados del uso generalizado del patrón oro.

El análisis también concluye que el funcionamiento del patrón oro en el lapso señalado hubiera mejorado si el Banco de Inglaterra, el banco central del Reino Unido, a la sazón la potencia económica y comercial del mundo, hubiera participado más activamente como líder y árbitro del sistema.

Otro corolario de este trabajo es que, aplicando los criterios que definió Robert Mundell, el llamado padre del euro, para determinar la composición de una zona monetaria óptima (participación en el intercambio comercial, simetría en los ciclos económicos y movilidad de la mano de obra) ni la Europa decimonónica del patrón oro ni la zona del euro hoy cumplen a cabalidad con las condiciones definidas.

El tercer ensayo, escrito por Urjita Sudula, investigación que además tuve el privilegio de dirigir, trató sobre la efectividad de los controles a los flujos de capital en mercados emergentes, tema de la mayor actualidad ante la persistente hiperactividad monetaria de los bancos centrales de Estados Unidos, la Unión Europea y Japón.

Si bien hay un acuerdo generalizado en la profesión económica respecto a la deseabilidad del libre comercio, éste no se extiende a la libertad irrestricta en el flujo de capital entre países, sobre todo cuando se trata de entradas que suelen llevar a la apreciación del tipo de cambio del receptor, lo que perjudica a sus exportadores.

La posición favorable a los controles de cambios se ha fortalecido desde que el Fondo Monetario Internacional (FMI), que mantuvo por años una decidida oposición a su uso —algunos la califican como dogmática— cambió de opinión y hoy sustenta que no deben excluirse de la caja de herramientas con la que cuentan las autoridades financieras de los países.

La autora aplica su análisis a explorar la evidencia empírica de cómo han funcionado tales controles en Brasil, Chile, India, Malasia y Tailandia, que los han utilizado de diversas formas y en diferentes periodos.

Su principal conclusión es que la liberalización de los flujos de capital tiene mayores ventajas para las economías de los países afectados que su supresión vía controles, aunque acepta que el caso de Malasia es quizás el de mayor ambigüedad, y que el control a los flujos de entrada, aunque poco efectivo en general, es menos dañino para el país que lo adopta que los controles a los flujos de salida de capitales.

Como se puede apreciar de este apretado resumen, todos los días se aprende algo nuevo e interesante de nuestros alumnos.

El autor es economista residente y catedrático de la Escuela de Servicio Internacional y director del Centro de Estudios para Norteamérica de American University en la ciudad de Washington D.C.
economico@gmail.com

 

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