Horarios largos y un trabajo riguroso ¿Es lo que quieres?

CIUDAD DE MÉXICO.- Hace un año, Rudy Milian sintió que estaba haciendo lo mismo día tras día. A menudo llegaba al trabajo temprano y se quedaba hasta la noche, escabulléndose solo brevemente, si podía, para almorzar. Y no tenía permitido dejarse crecer la barba.

Pero Milian no era un empleado menor de Wall Street. Simplemente atendía a los empleados de Wall Street.

Milian era uno de los tres peluqueros en Salvatore’s, una peluquería que atiende a los empleados de Goldman Sachs en el atrio del Conrad Hotel, al lado de las oficinas centrales mundiales del banco.

Según su relato, todos sus clientes, empleados menores en el banco, pedían cortes de pelo que no parecieran cortes de pelo para que nadie se diera cuenta de que habían salido de la oficina. Rara vez solicitaban afeitadas, y cuando lo hacían, siempre era antes de la campanada de apertura, un signo seguro de que habían permanecido en la oficina toda la noche.

Dijo que empezó a escuchar rumores sobre una nueva peluquería que había abierto en SoHo, donde pensó que podría ser más creativo. Dejó Salvatore’s y ahora se le puede encontrar en Harry’s, un local muy iluminado de dos sillones nacido de una empresa incipiente de Internet sobre afeitados fundada por dos amigos.

En Salvatore’s, la charla era principalmente entre los clientes y mayormente sobre las noticias financieras que estaban viendo. Cuando hablaban con Milian, regularmente era sobre por qué estaban perdiendo el cabello.

Él ahora usa chalecos en vez de tirantes, un bigote en vez de un gesto carente de emoción. Ofrece dos o tres afeitadas con navaja al día, usando una toalla blanca suave con una “H” bordada en la esquina.

Lo más importante, dijo, siente como si fuera parte de algo en vez de solo un engrane en una máquina. En Harry’s, puede expresarse. Y ahora, dijo, incluso puede dejarse crecer la barba.

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