Pedro Alonso

Consejería

Pedro Alonso

22 Abr, 2014

Lo que pasó, ya pasó

En Estados Unidos la temporada de reportes corporativos está en pleno desarrollo y por lo que se ve es tal como se esperaba: pobre. Hace algunos días mencioné en este espacio que el crecimiento esperado de las utilidades del primer trimestre estaba entre cero y 1% (al inicio del año la expectativa era de un crecimiento de 6.5%) y por el momento, aunque son menos del 20% las emisoras del S&P 500 que han reportado —87, hasta ayer—, sólo el 62% ha logrado alcanzar las expectativas que se habían elaborado, dato que es inferior al de 66% que en promedio se alcanzó en los cuatro trimestres anteriores.

Ciertamente es pronto para hacer una evaluación completa, pero dado el nivel de información que se maneja en aquel mercado, es probable que el nivel promedio esperado sea el que la realidad nos ponga enfrente, sin descartar sorpresas, desde luego.

Y en medio de estos números no del todo alegres, el mercado estadunidense inició una trayectoria alcista, igualmente incipiente, que quizá —yo diría que probablemente— encontrará una zona de oferta; la que me parece más “visible” está alrededor de los mil 880 puntos, es decir, apenas arriba del nivel en que cerró ayer, de 1,872 y con un poco de buen ánimo, se puede acercar a los 1,890.

Sé que también es pronto para evaluar si los movimientos de los últimos días es el inicio de un alza duradera, sobre todo considerando los reportes actuales, pero me atrevo y arriesgo a especular que sí, como lo he escrito en días recientes. Y lo hago por lo que usted ya sabe, amigo lector: creo que la economía del vecino va a mejorar lo suficiente como para que el mercado lo reconozca como un buen motivo para comprar.

Y es que al mercado no le interesa el pasado, ni siquiera el presente. Sólo está interesado en el futuro. De otra forma con lo que tiene enfrente no se estaría comprando y aparentemente dejando atrás la percepción que hizo que el Nasdaq bajara 10% en un mes (y el S&P 500 algo más de 4% en una semana), porque las acciones de tecnología estaban “caras”.

Montándome en mi idea de una recuperación económica interesante por los motivos que varias veces he comentado aquí, revisando las estimaciones para todo el año de los resultados corporativos, es interesante ver que, en general, son buenas, pese al mal primer trimestre que se tuvo, muy influido por el asunto del clima. Así que lo que quizá dice el mercado es que lo que pasó, ya pasó y que además no tuvo que ver con mala gestión de las empresas o con una debilidad económica de importancia.

Pero en cualquier caso, existe el riesgo de estar viendo el ángulo incorrecto del asunto o bien ver el correcto demasiado pronto, lo que siempre estorba en la consecución de los resultados esperados. En cualquier caso, siempre se puede corregir y si estoy en cualquiera de los dos casos anteriores y realmente mi decisión es tan equivocada como para alejarse mucho del resultado esperado e incluso provocar algún desastre grande —siempre estoy dispuesto a resistir “desastres menores”—, ofrezco decirlo en cuanto me dé cuenta.

Cuando se tiene que imaginar el futuro —porque por definición, no existe— hay que tomar algún riesgo y tener un plan de ejecución, que ayude a optimizar la decisión que se tome. Y seguirlo con disciplina. Por eso toma mucho tiempo y trabajo armarlo y más complicado aún es ponerlo en práctica, porque al final el mercado es gente y la carne es débil. Y la carne bursátil, con frecuencia es más débil que lo normal. Gente al fin. Pocos se salvan.

Por eso la importancia de la ejecución disciplinada del plan, que por lo menos defina con la mayor precisión posible esa raya invisible que nadie quiere cruzar, pero que con frecuencia se hace. Hay que tener claro cuál es el tamaño del desastre que se puede tolerar y cuál el nivel euforia en el que se deja de lado eso que dicen se llama cordura, que a veces parece molestar tanto, sobre todo cuando todo le dice a uno que lo que está haciendo no sólo es lo correcto, sino que es un éxito. Ojo con ello. Suerte.

Síguenos en Twitter @DineroEnImagen y Facebook, o visita nuestro canal de YouTube