Alicia Salgado

Cuenta corriente

Alicia Salgado

23 Abr, 2014

Principal obstáculo para Pemex rentable: CNH

Ni los pasivos laborales o la estructura del STPRM, que encabeza el senador Carlos Romero Deschamps, parecen ser el principal obstáculo para que México tenga en Petróleos Mexicanos una empresa rentable sino la Comisión Nacional de Hidrocarburos, que preside Juan Pablo Zepeda Molina.

Este cuerpo técnico independiente creado a partir de la reforma petrolera de 2008, se impone como un contrasentido empresarial por su escasez presupuestal para integrar una planta de técnicos mexicanos que puedan evaluar la información que se le presenta y, por lo mismo, puede resultar muy preocupantes las decisiones que se tomen durante el proceso de evaluación de la ronda cero.

Me adelanto a prejuicios. Esta opinión nada tiene que ver con la calidad técnica o profesional de quien encabeza la CNH, su órgano de gobierno o quienes conforman el equipo técnico o administrativo del organismo, sino con el hecho de que nació manco en presupuesto y por lo mismo, su estructura es bastante débil.

Recibe cuatro millones de dólares anuales en presupuesto con los que ha podido conformar una plantilla de alrededor de 50 personas, de las cuales técnicos son como 20 y por lo tanto tiene necesidad de tercerizar la información de la que dispone para calificar los proyectos.

Si se compara con la Agencia Nacional de Hidrocarburos de Colombia, la que opera en Estados Unidos, la de Ecuador o la de Brasil e incluso la de Noruega, la Comisión que se encargan de asesorar técnicamente la mejor gestión del recurso energético (petrolero) en esos países, cuentan con presupuesto suficiente y por lo mismo, personal con alta capacidad técnica (en México el principal si no es que el único formador de este tipo de capital es Pemex, que de hecho es exportador de talento).

El caso de Brasil, por ejemplo, la entidad tiene un presupuesto de dos mil millones de dólares y más de 500 técnicos especializados que analizan las propuestas de exploración y rentabilización de Petrobras.

En México, el problema inicial con la CNH, es que tiene que tercerizar la mayor parte del trabajo de evaluación de cada uno de los proyectos presentados por la empresa que dirige Emilio Lozoya, y para ello contratará a los competidores de Pemex, porque evidentemente son los que tienen la capacidad para responder al contrato de tercería.

Este es el riesgo más importante de la ronda cero, pues es como ¡poner a la Iglesia en manos de Lutero!

Y al menos, me parece que lo tendrán muy en cuenta los legisladores de la Comisión de Energía que preside Marco Antonio Bernal del PRI en la Cámara de Diputados, cuando emitan la legislación relacionada con la forma en que opera hasta ahora la CNH, que más que autonomía técnica, que ya la tiene, requiere de una mejor definición de funciones, porque hay lagunas tales como la ausencia de reglamento, que le dan posibilidades de emitir normas a diestra y siniestra que han ido maniatando impresionantemente la flexibilidad operativa de la paraestatal.

Si la CNH además, con el criterio técnico de extranjeros competidores de la empresa Pemex le puede decir a la paraestatal con quién puede hacer joint venture o no, si la inversión requerida es la adecuada, o si el plan de desarrollo de los campos es el correcto por capacidad técnica, financiera y de ejecución, se volverá en la principal camisa de fuerza para un ente que se quiere transformar en empresa del Estado, esto es, una entidad pública que tendrá que competir con privados y además ser rentable.

De ahí que sea hoy, más que nunca urgente, la definición del marco de legislación secundaria de los organismos que regularán al sector energético, y en particular, el contenido en el sexto transitorio de la reforma constitucional que determina que la Secretaría de Energía es la que adjudicará las áreas de exploración y los campos de producción que Pemex puede operar, a través de asignaciones (ronda cero), pero que se asegure de que la información entregada no pase a formar parte del capital y conocimiento de potenciales competidores de Pemex por los campos más rentables. Eso sería muy grave, ¿no cree usted?

De Fondos a Fondo

Y a propósito de Pemex. Se acuerda que le comenté a principios de mes que había una seria preocupación por el credit crunch que comenzaba a observarse en la red de proveedores de Pemex tras el escándalo de Oceanografía (a propósito, a Amado Yáñez le apodan Amadoff por la serie de estructuras legales y financieras que creó con su equipo para defraudar a Banamex, que encabeza Javier Arrigunaga), pues le comento que en un par de meses todos los proveedores de servicios financieros (crédito y capital) podrán ver en archivos digitales y públicos, los contratos firmados de Pemex con sus proveedores, las firmas autógrafas autorizadas, registradas y encriptadas, los avances de cumplimiento de contratos y por ende, calendarios específicos y condicionados para la liberación de facturas.

O sea, un registro de contratistas de Pemex, consultable y conocido, para evitar que ocurra en lo sucesivo un problema como el que hasta ahora, sólo a Banamex le ha tocado enfrentar.

Por cierto, hay un personaje que trabajando en Banamex hace más de cinco años, estableció el mecanismo jurídico y administrativo de contratación de las líneas de factoraje y capital de trabajo que estuvieron funcionando con “normalidad” hasta que se reveló el fraude. Ese personaje, renunció a Banamex en su momento y se incorporó a Oceanografía.

Síguenos en Twitter @DineroEnImagen y Facebook, o visita nuestro canal de YouTube