No es necesario esperar al 23 de mayo

Ayer el INEGI publicó los datos del sector comercio para el mes de febrero pasado y en todos los casos los resultados son malos. Me refiero tanto a las ventas como a las compras del sector, al mayoreo y al menudeo, en términos anuales o desestacionalizados.

Estos datos se suman a otros relativos a la actividad económica que como hemos conocido, son igualmente malos. En el caso del sector comercio es sin duda donde los impactos de las modificaciones fiscales se notan más, sobre todo en las ventas al menudeo, pues reflejan el impacto que los consumidores sufrimos en nuestro flujo neto de ingresos, durante los primeros meses de este 2014.

Las ventas al menudeo cayeron 0.3% en enero y 1.7% en febrero, en comparación anual con los mismos meses de 2013. Las cifras desestacionalizadas, tienen el mismo comportamiento, pues en este caso las caídas fueron de 0.39% y 1.27% en enero y febrero, respectivamente.

Puedo incluir todas las cifras del reporte, pero creo que no es necesario, sobre todo porque creo que todos esperábamos algo como lo que estamos viendo, pues a la realidad no se le puede pintar del color que cada quién quiera. Es como es y con ello tenemos que lidiar los que salimos todos los días a hacer la vida y a fabricar a la economía.

Dados los datos que hemos venido reuniendo al paso de los días, me temo que una vez, cuando empiecen a aparecer las distintas encuestas de expectativas y los reportes de las instituciones financieras que publican sus estimaciones, una vez más veremos una reducción de los pronósticos de crecimiento para este y el próximo año y seguramente esperaremos la reacción de las autoridades, que como sabemos esperarán hasta mayo, específicamente el día viernes 23 de ese mes, para emitir su opinión sobre lo que está ocurriendo en nuestra economía.

Y ya no falta tanto, pero eso es lo de menos, pues creo que todos tenemos un juicio razonablemente uniforme sobre ese tema. Como escribí hace algunas semanas en este espacio, el sentido de los pronósticos es tener una orientación para nuestras decisiones y para todos resulta necesario tener una idea clara al respecto, cosa que en el consenso de los analistas locales —excepto los del gobierno— y no locales está más cerca de 3%, que de cuatro por ciento.

Veremos qué pasa con las expectativas, con lo que INEGI muestre en las próximas semanas —aunque no hay que esperar hasta el 23 de mayo para tener un punto de vista, pues con lo que tenemos y lo que se publicará en los siguientes días es suficiente— y si se sigue diciendo que hay indicios de la mejoría en la actividad económica, por favor que quien lo diga sea explícito con ello, pues de otra forma será difícil tomarle en serio, sobre todo por las experiencias tenidas a lo largo del año pasado y en lo que va del presente.

Ayer el IPC mexicano tuvo un tercer día de baja que fue más o menos acelerada al principio para estabilizarse después de media hora y tener un leve ascenso a lo largo de la jornada, aunque el resultado final haya sido de -0.42% respecto del martes. Lo cierto es que se mantiene dentro del patrón de comportamiento esperado —por mí, al menos— ya que ayer fue a buscar la parte baja de la formación triangular que —según yo— está armando y cuando lo hizo, digamos que alrededor del nivel de los 40,200 puntos, se volvió a meter al patrón, con un patrón de volumen creciente a lo largo de la jornada.

Lo anterior me da cierta “tranquilidad”, pues las cosas están ocurriendo de la manera que he compartido con usted, amigo lector, en las semanas recientes, de tal suerte que si así continuaran las cosas —o más o menos— pues cabría la posibilidad de ver una solución alcista del patrón de consolidación tan mencionado, por mí.

No hay más que observar con cercanía al mercado y decidir si el patrón puede resolverse de esa manera. O no. Usted sabe que tomé el riesgo de pensar que sí y de compartirlo con usted. Espero que las cosas funcionen bien y sí no, pues tomaré las decisiones necesarias, con los costos que implique. Y lo compartiré, espero que oportunamente. Usted y yo juzgaremos. Suerte.