Las elecciones en México podrían costarnos menos de un bitcoin

CIUDAD DE MÉXICO.- Más allá de uso como moneda, la tecnología del protocolo Bitcoin podría tener aplicaciones de gran alcance en otros frentes, de acuerdo con representantes de la comunidad Bitcoin en México.

De acuerdo con los expositores que participaron en la Bitcoin Conference México, la tecnología permitiría evitar la censura de páginas en internet e incluso realizar elecciones a nivel nacional.

¿CÓMO FUNCIONA EL PROTOCOLO?

La manera en que el protocolo crea las monedas es como una recompensa a “mineros” que aseguran las transacciones hechas en la red. Cada transacción se registra de manera pública en una base de datos llamada “cadena de bloques”.

Su nombre se debe a que cada transacción de bitcoins contiene una cadena de bloques con la información de operaciones previas. Con cada nuevo movimiento se agrega un bloque a dicha cadena.

Los “mineros” ponen a disposición de la red los recursos de su equipo de cómputo para verificar las transacciones mediante la resolución de problemas matemáticos complejos, llamada criptografía, tras lo cual reciben como recompensa nuevas bitcoins.

LAS APLICACIONES

José Rodríguez, fundador de Altis, empresa que ofrece servicios financieros en criptodivisas, compartió en la Bitcoin Conference México, el ejemplo de Namecoin.

Esta criptodivisa, basada en el protocolo Bitcoin, permite que al bloque se le añada información adicional a las monedas distribuidas en la red. Esta información, al estar almacenada en una red y no en un servidor, puede ser accedida por cualquier dispositivo.

Así, se evita que la información sea censurada si el servidor es apagado. Por lo tanto, Namecoin se ha usado como alternativa al registro de dominios en internet.

Por otra parte, Pablo González, director de Bitso, primer servicio que convierte bitcoins directamente a pesos, dijo que la posibilidad de añadir información en la cadena de bloques ofrece la posibilidad de simplificar trámites como compraventas, registros de patentes y registros públicos.

Debido a su seguridad y transparencia, también podría sustituir figuras como las del notario público.

Un ejemplo más sería el de la realización de elecciones. Dado que cada bitcoin puede dividirse hasta ocho decimales, si a cada uno de los casi 80 millones de electores se les hubiera dado 0.00000001 bitcoins para emitir su voto a través de una transacción, el entonces IFE hubiera gastado 0.8 bitcoins más el costo de instalación de casillas en organizar las elecciones.

Al tipo de cambio actual esto representa 375 dólares o 4,926 pesos.

Esto se compara con el costo de las elecciones para ese año de  5,813 millones de pesos que reportó en su momento el IFE.

Además, con la seguridad del protocolo, la necesidad de validación por una red y la eliminación del factor humano al tratarse de problemas matemáticos, sería posible eliminar prácticas como embarazo y robo de urnas, y que voten los muertos.

De esta manera, el proceso sería más barato, rápido, sencillo y transparente que bajo el esquema actual.

***

*gl