David Páramo

Análisis superior

David Páramo

29 Abr, 2014

En el borde

El presidente de la República, Enrique Peña Nieto, y sus principales colaboradores como Miguel Ángel Osorio Chong y Luis Videgaray deberán tomar acciones urgentes en los próximos días para impedir que el país caiga en una nueva parálisis que lo llevaría a ligar el sexto sexenio consecutivo de crecimiento económico paupérrimo.

El diagnóstico de esta administración es impecable: se tienen que hacer las cosas de un modo diferente si se quiere que el país rompa la inercia que le ha impedido desarrollarse con todo su potencial.

El PRI recuperó Los Pinos, en una muy buena medida porque los votantes que habían preferido la opción del PAN las dos últimas administraciones vieron en Peña Nieto una gran capacidad de ejecución con respecto a las otras ofertas políticas.

El arranque de la administración difícilmente pudo ser mejor. Se veía no sólo una gran capacidad innovadora como el Pacto por México sino una gran fuerza para llevar adelante las reformas. Tan sólo en materia económica se aprobaron las reformas financiera, competencia, energética, telecomunicaciones y hacendaria.

Sin embargo, parecería que la capacidad política se desfondó con el último periodo ordinario de sesiones del año pasado. PRI y PRD volvieron a sus mezquindades de siempre y la capacidad del gobierno para maniobrar ha disminuido.

El gobierno ha mandado señales claras de distensión con algunos sectores económicos. El secretario de Hacienda, por ejemplo, ha mejorado mucho su relación con algunos grupos de la iniciativa privada como son las instituciones de crédito, tal y como se evidenció durante la 77 Convención Bancaria.

El acercamiento con líderes de iniciativa privada ha llegado incluso con Juan Pablo Castañón, quien pasó de ser el más crítico con la Reforma Hacendaria a que ahora la posición oficial de Coparmex sea que se tienen que vivir las nuevas normas e irles haciendo ajustes paulatinos.

Sin embargo, la posición de la iniciativa privada sigue siendo que se tiene que revisar la política fiscal porque lejos de ser un motor de la economía ha contribuido a su pobre desarrollo. Es posible que a finales de mayo, cuando lo marca el calendario oficial de Hacienda, esta dependencia disminuya la estimación de crecimiento de la economía para este año.

Adicionalmente, el Presidente está tratando de mandar mensajes de crecimiento económico como la utilización puntual y oportuna del gasto público sino además el programa de infraestructura por 7.7 billones de pesos, en los cuales se suman una gran cantidad de áreas de gobierno para darle un mayor impulso. Habrá que ver si son suficientes.

Caprichos

Los partidos políticos tristemente regresaron a su naturaleza, es decir, poner por encima sus intereses de corto plazo que los nacionales. Creen que sus miserias internas son más importantes que las necesidades de la población.

El PRD abiertamente está a favor de los monopolios en telecomunicaciones y energía por razones que son francamente inconfesables. De hecho, la forma en la cual la Unión Nacional de Trabajadores se unió al movimiento del senador mala paga Javier Corral y uno que otro necesitado de reflectores sólo demuestra la intención de descarrilar una reforma que tiene a corregir un problema que disminuye en dos puntos del PIB el patrimonio de los mexicanos y disminuye la competitividad del país.

Este partido, no únicamente quiere reventar cualquier iniciativa (hasta las que ellos votaron a favor desde el Pacto por México) sino que además pretende que esto le dé cercanía con la población.

Sin embargo, las tácticas dilatorias lo único que han generado es un gran encono, no sólo con la sociedad sino entre empresas privadas. La disputa entre Telefónica y Grupo Carso sólo puede comprenderse por la falta de regulaciones suficientes que van en contra de las autoridades.

El intento de ridiculizar a Gabriel Contreras como presidente del Instituto Federal de las Telecomunicaciones que se registró ayer, también se puede explicar como una forma más de tratar de intimidar. De mandar mensajes desde el preponderante en contra del árbitro en un verdadero insulto más a las autoridades.

De hecho, en este mismo contexto deben considerarse las declaraciones de la Unión Internacional de Telecomunicaciones que toma información parcial y equivocada de una forma bastante exótica y que sólo puede encuadrarse en un acto de profundo desconocimiento o una grave falla a la imparcialidad.

Acción Nacional es todavía un caso más patético. El pretexto de la reforma político-electoral se cae por sí mismo. Se trata de una táctica dilatoria para poner primero su elección interna y luego tomar decisiones.

Si los panistas fueran congruentes con sus postulados por supuesto que estarían a favor de las leyes secundarias de las telecomunicaciones y del predictamen que salió de la Comisión de Telecomunicaciones que preside un miembro de su partido, puesto que está a favor de los consumidores y tiende a generar un sector mucho más próspero.

Pero no les importa. Primero está para ellos dirimir la sucesión en su partido que los temas fundamentales, lo que desgraciadamente esta medida le impide a sus legisladores actuar en consecuencia.

Los legisladores del PAN que están a favor de la Reforma de Telecomunicaciones son suficientes, junto con las bancadas del PRI y del PVEM para llevar adelante el paquete de leyes secundarias para ese sector.

Ir a la votación sería un acto de congruencia y beneficiaría a México; sin embargo, el cálculo que está pesando más en ellos cómo lo interpretarán sus correligionarios. Si esto afectaría el intento de su grupo de manejar los destinos del partido.

Necesidad

El gobierno del presidente Peña Nieto está tomando las siguientes acciones para tratar de recuperar la economía: mandar mensajes sobre el futuro prometedor que no tienen tanto impacto.

Segundo. Estricta aplicación del gasto público y su ejercicio con gran efectividad.

Tercero. Programas como el de infraestructura anunciado ayer que tienen como principal finalidad tratar de reactivar sectores de la economía.

Sin embargo, parecería que hay dos temas que aún faltan.

Reencontrar caminos con los partidos políticos para que fluyan los acuerdos. Que no lo engañen con que se reactivó la mesa de negociación político-electoral. El PAN se levantó de la mesa para descarrilar la de telecomunicaciones y les salió bien a ellos, mal a los mexicanos.

En una de esas debería demostrar la fuerza de las mayorías y, como sugieren algunos, comenzar a ir solo en los temas y sumar a quienes sí estén a favor de los mexicanos y no de sus partidos políticos.

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