Alicia Salgado

Cuenta corriente

Alicia Salgado

29 Abr, 2014

Chocolautos: desafío de reactivación económica

La debilidad que acusa el mercado interno de automóviles ligeros y pesados se ha acentuado en los primeros meses de este año, lo que hace más evidente el impresionante negocio ilegal de la importación de vehículos.

Ni para el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, o para el de Hacienda, Luis Videgaray, ni para el SAT de Aristóteles Núñez o Semarnat de Juan José Guerra, es un secreto que el mercado de importación de autos usados procedentes de Estados Unidos registró en 2013 un crecimiento de 40.6 por ciento.

En cifras redondas, el número de esos vehículos alcanzó el récord de 644 mil 286 el año pasado, de los cuales 90% ingresan a través de amparos contra el Decreto de Economía que para regular autos usados y que fue prorrogado hasta diciembre de 2014, o contra la vigencia de la NOM 041 de Semarnat que establece los límites máximos permisibles de contaminantes procedentes de autos ligeros y pesados.  O sea, ¡amparos para “evitar” la aplicación de la ley!

Tenga presente que en 2013, por cada diez autos nuevos que se vendieron en México —usando mano de obra mexicana, 40% de valor agregado de miles de proveedores y materias primas o insumos manufacturados nacionales—, se introdujeron seis vehículos usados y por cada diez camiones nuevos vendidos se metieron nueve usados desde la frontera.

La red es sofisticada, pues todo el andamiaje se logra a través de cuatro empresas que tienen dueño y relación político-partidista identificada, quienes son responsables
de 80% de los amparos.

A su vez, dos jueces, el Segundo de Distrito en el Estado de Baja California con residencia en Mexicali, Daniel José González Vargas y; el Tercero de Distrito del Estado de Baja California también con residencia en Mexicali, José Neals André Nalda, son la vía porque cada uno admitió 40% de los amparos acumulados.

Evidentemente el negocio es visible, porque el amparo se renta y el precio por auto va de 100 a 500 dólares. Haga la cuenta del negocio y considere que cada una de las empresas importa alrededor de 125 mil autos y camiones. Yo honestamente no creo en que el Presidente de la República ni ninguno de los integrantes del PRI en sus más altas esferas políticas, incluyendo la coordinación del PRI en Cámara de Diputados y Senadores, admita o solape tal negocio que daña de manera evidente a la producción nacional, al empleo y que incluso puede explicar una gran red desde Estados Unidos a México, de ilegalidad “amparada”.

¿Por qué lo afirmo? Porque la PGR, que lleva Jesús Murillo Karam y, la PFF, que encabeza Javier Laynez, han interpuesto quejas administrativas ante el Consejo de la Judicatura, que preside el ministro presidente de la SCJN, Juan Silva Meza, contra estos dos y otros seis jueces que explican 20% restante de los amparos, mientras el Poder Judicial acumula en cada una de las salas, cinco sentencias en el mismo sentido para sentar jurisprudencia.

Un negocio de 64 millones de dólares como mínimo estimado, considerando a 100 dólares la renta de amparo (13 mil pesitos), que se reparte en un círculo de y de la que se dice que goza de la más alta protección. Una red de este tamaño, ¡no puede pasar desapercibida!

Menos aún la inacción ante la queja judicial administrativa interpuesta por el Ejecutivo contra los jueces mencionados, y la espera nacional para que caiga el último caso en una de las salas de la Suprema Corte (cuatro de los amparos han sido resueltos ya en la Primera Sala que preside el ministro Jorge Pardo Rebolledo y otros tres en la Segunda Sala, que preside el ministro Luis María Aguilar, quien además está buscando suceder al ministro Silva Meza en la primera magistratura judicial), a fin de que se detenga la importación “amparada” de autos usados. ¿Por qué el máximo tribunal no atrae los amparos ni observa el impacto de la impunidad?

El daño económico está hecho. Probablemente no se sustituyan de forma lineal los usados por nuevos, pero sí impulsará la renovación natural del parque vehicular, abaratará los autos usados de producción nacional y revitalizará el de autopartes, porque la presencia de esta cauda de chocolates hace que la cadena de desplazamiento automotriz por edad se vuelva muy lenta hasta mermar en poco más de 400 mil vehículos por año, la capacidad del mercado doméstico de absorber autos nuevos.

Si la industria automotriz que participa con 3% del PIB y crea 560 mil empleos directos tuviera esta decisión judicial a su favor, el pleno de la SCJN habrá posibilitado la creación de entre 130 mil y 150 mil empleos manufactureros permanentes.

¡De ese tamaño es la decisión judicial!

De Fondos a Fondo

Nos enteramos que hace unas semanas, Unifin Financiera recibió de parte de parte de Bancomext, a cargo de Enrique de la Madrid, una línea de crédito por 500 millones de pesos para el otorgamiento de créditos a empresas mexicanas vinculadas con actividades de comercio exterior y/o generación de divisas para el país.

En este contexto es importante destacar que al cierre del 2013 Bancomext registró un crecimiento importante en el número de intermediarios financieros no bancarios, al pasar de seis a 12. Estos apoyos fueron canalizados a 231 pymes, representando un incremento de 4.8 veces con respecto a las empresas financiadas en 2012.

Implantes mamarios, negocio en auge. Y mire que la salud estética sí es negocio. En México alcanza un valor de 350 millones de dólares (mdd); de este segmento, el negocio de los implantes mamarios es de 70 mmd por año. Y justo a esto responde la alianza que hoy anuncian Grupo Venta Internacional (GVI), que encabeza Gabriela González Alonso, el grupo europeo GC Asthetics que dirige globalmente Ayse Kocak y en México Bernardo Garduño, y su principal inversionista, el fondo de inversión Montreux Equity Partners, que fundó y dirige Daniel Turner, quien está invirtiendo a través de su cuarto fondo 45 millones de dólares en GC y, a través de la filial en México otro millón de dólares para apuntalar la capacidad de distribución de GVI, líder en México en el mercado.

Van por un mercado que en volumen, representa 60 mil implantes al año y de esta cifra, apenas 5% se relaciona con la reconstrucción del órgano mamario por cáncer; el que esperan despegue a su potencial, que GVI calcula en 50 mil implantes al año.

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