David Páramo

Análisis superior

David Páramo

30 Abr, 2014

Tenía la razón Sedatu

Hace un año el titular de la Sedatu, Jorge Carlos Ramírez Marín, era particularmente insistente en decir que en el sector de la construcción de vivienda no había riesgo de crisis sistémica a pesar de los graves problemas que ya llevaron a GEO a concurso mercantil y lo mismo pasará con Homex y ARA en los próximos días.

Conforme fue avanzando el año, el funcionario estableció que en 2014 se daría una importante recuperación que contrastaba con el pesimismo de la iniciativa privada sobre la construcción de vivienda.

Ramírez Marín aseguraba que el resto de las empresas tomarían los espacios que abriera el mercado y que la recuperación dependería en gran medida de la demanda por parte del sector privado.

Sin embargo, el tiempo ha comenzado a darle la razón. Si bien ya desde hace algunos días reportamos en esta columna signos de recuperación en los principales sectores que integran a este rubro económico, la realidad es que datos de avance a febrero y marzo confirman la tendencia y dan números muy positivos.

Más allá, las instituciones de crédito mantienen muy agresivos programas de crédito a las tasas más bajas de la historia y que están viendo un interesante movimiento de cara a la facultad, parte de la Reforma Financiera, de que el cliente cambie su crédito con gran facilidad si obtiene mejores condiciones crediticias.

Hay una gran probabilidad de que a finales del mes próximo, de acuerdo con el calendario que entregó la Secretaría de Hacienda a los legisladores, el gobierno reduzca la estimación de crecimiento para este año. Lo harán hasta que el INEGI dé a conocer cifras oficiales al cierre del primer trimestre de este año para no estar jugando con cifras parciales.

No obstante, cuando el gobierno habla sobre la recuperación de la economía se basa en sectores como el de la construcción que, de acuerdo con muchos analistas, es uno de los indicadores adelantados sobre la actividad económica.

Hoy se aprecia con gran claridad que el sector de la construcción nuevamente se está convirtiendo en uno de los motores de una economía que, sin lugar a dudas, no está teniendo los resultados óptimos en buena medida por el retraso de la entrada en vigor de las reformas estructurales aprobadas el año pasado.

Datos duros. El Infonavit había concentrado su actividad durante el año pasado en programas como Renueva Tu Hogar y había disminuido la colocación de crédito. Los datos más recientes confirman que el instituto que encabeza Alejandro Murat no sólo ha mantenido el éxito en el programa de mejora de vivienda a través de Multiva, encabezado por Olegario Vázquez Aldir, sino que ha regresado francamente a la colocación de créditos nuevos.

Si bien es cierto que Hacienda podría disminuir la estimación de crecimiento a finales del mes próximo ante el pobre desempeño de la economía, también es un hecho que el sector de la construcción está avanzando hacia un buen futuro, es decir, Ramírez Marín tiene razón.

Buena

Las fuerzas oscuras del preponderante que desde el lunes le habían tendido la cama a Gabriel Conteras como su nuevo objetivo en la campaña para seguir ablandando a las instituciones del Estado hoy se solazarán criticando al Instituto Federal de las Telecomunicaciones por suspender la segunda fase del apagón analógico.

El pobre-hombre de Mony Sacha de Swaan presumirá que la primera fase estuvo bien cuando en realidad fue un fracaso de la Cofetel, que tuvo que ser salvado por el gobierno federal.

Sin embargo, la decisión del IFT es correcta a la luz de los cambios que ha instrumentado en la transición a la televisión digital la Secretaría de Comunicaciones y Transportes.

El equipo de Gerardo Ruiz Esparza determinó una verdadera ampliación en el programa de modo que se cumplan no únicamente el apagón analógico sino también con la meta de disminuir la brecha digital, es decir, dotar a más mexicanos de servicios de internet.

La SCT determinó que los convertidores no son la mejor alternativa para México a pesar de que se ha usado en otras naciones del mundo, puesto que sólo permiten ver la televisión digital, pero sin la calidad con la que se origina, es decir, el usuario no se beneficia realmente del cambio tecnológico.

La segunda obligación del gobierno es que el internet llegue a más mexicanos y de ahí que se haya cambiado el enfoque. Ahora el gobierno dará a cierto grupo de mexicanos, los que menos tienen, televisiones que sí se vean en HD y que además puedan servir como pantallas para recibir internet. Una manera coloquial de decirlo es que se “están matando a dos pájaros de un tiro”.

Ante esta nueva realidad es lógico y hasta deseable que el IFT haya tomado la decisión correcta de retrasar la siguiente fase del apagón analógico; sin embargo, lo más importante es que el último día de 2015 se cumpla con el programa tal como lo marca la Constitución.

Reconstrucción

Ayer mismo le informamos en este espacio que el gobierno de Enrique Peña Nieto debía tomar acciones adicionales para la recuperación económica y que pasaban, por mucho, por tender puentes con diferentes sectores de la sociedad, especialmente con lo que se han visto afectados por las reformas estructurales.

Ayer el Consejo Coordinador Empresarial firmó un convenio con el Servicio de Administración Tributaria a través del cual el organismo que encabeza Aristóteles Núñez se compromete a corregir algunos puntos en la operación de los nuevos impuestos.

En ese mismo acto el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, reconfirmó que no habrá ninguna variación en la política fiscal del gobierno; sin embargo, es fácil ver que el acercamiento de posiciones o, como dirían algunos, es el inicio de un buen proceso de cicatrización.

Vergüenza

Los miembros de Acción Nacional deberían sentir pena ajena. Sus pugnas internas se han convertido en un freno de reformas estructurales que son necesarias para el país cuando ellos siempre han pugnado por una patria generosa.

Si esto fuera cierto, después de su “debate”, deberían usar toda su fuerza para sacar adelante la Reforma a las Telecomunicaciones que tiene un poder efectivo para mejorar las condiciones de vida de la población.

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