Alicia Salgado

Cuenta corriente

Alicia Salgado

30 Abr, 2014

Hombres de acero… al horno

Entre los hombres de acero que deben estar a punto de fundirse son Raúl Gutiérrez Muguerza, director general de Deacero; Simec filial de ICH, que encabeza Rufino Vigil y dirige Luis García Limón, y Grupo Acerero de Humberto y Fernando Abaroa López de San Luis Potosí.

En México, unas seis empresas concentra 100% de la producción de barras de acero  corrugadas o acanaladas que se usan para la construcción de caminos o infraestructura pesada. La producción es de 3.5 millones de toneladas al año y se exporta a Estados Unidos un total de 182.1 millones de dólares, pero sólo éstas tres fueron las sancionadas por el Departamento de Comercio de Estados Unidos, que encabeza Penny Pritzker, por considerar que el precio al que vendió el producto se ubicó por debajo del costo de producción.

Quien los demandó fue la Rebar Trade Action Coalition que formaron Nucor Corporation de Carolina del Sur; Gerdau Ameristeel US Inc, de Florida; Commercial Metals Company de Texas; Cascade Steel Rolling Mills de Oregón, y Byer Steel Grupo de Ohio, y de hecho al que le fue mal y muy mal, es a Dacero al que le imponen 20.59% de arancel para sus exportaciones y a la empresa potosina, le impusieron un arancel de 66.70% porque además no respondió al cuestionario que le envió el Departamento de Comercio.

La International Trade Administration, que encabeza Irving A. Williamson, está pidiendo que se aplique una sanción retroactiva a todas las exportaciones de barras en todas sus formas y presentaciones a la regia y a la potosina, por haber encontrado “circunstancias afirmativas críticas del dumping” y, a Simec, por responder voluntariamente el cuestionario, le rebajan el arancel de sanción a 10.66% y no le imponen el castigo de aplicación retroactiva por tres meses que le impusieron a las otras dos.

Aunque se abrió el periodo de revisión de la sanción para que las empresas demuestren que no vendieron a precios dumping, si antes del 2 de julio no pueden probar que vendieron a precios de mercado, la sanción quedaría en firme.

Lo que sabemos es que han recurrido a la Canacero, que lleva Alonso Ancira, presidente de Grupo Acerero del Norte, quien también produce y exporta este tipo de barras como Ternium, pero no se aplicó la sanción a todas las empresas y, también el hecho de que no hayan respondido al cuestionario, deja a las firmas en una situación bastante complicada, pues se trata de una especie de desacato administrativo.

Ya me imagino al secretario de Economía y a los chinos con las 16 medidas antidumping aplicadas y las diez investigaciones en curso. Si no le responden el cuestionario a la Unidad de Prácticas Comerciales, hasta Ildefonso Guajardo, que es súper político, ¡se las aplica!

Lo que se comenta entre los acereros mexicanos es que el conflicto deriva en que los productores de varilla corrugada estadunidenses pretenden quedarse con todo el mercado que surte la industria de la construcción de este producto, porque esperan un importante repunte del mercado inmobiliario y la expansión del presupuesto en infraestructura en el vecino país del norte…

¿Será?, pues por lo pronto el arancel se paga o se paga, pues ya corrió la sanción y comenzará a mermar la ganancia.

De Fondos a Fondo

Cuando de mentir se trata… Fíjese  que el proceso legal que se ha llevado a cabo con Ares (ACOF) y Temasek (Sheares), los fondos que son inversionistas en Integradora de Servicios Petroleros Oro Negro, cuyo presidente ejecutivo y director general es Gonzalo Gil, versa única y exclusivamente sobre la “intención” de obligar a los accionistas mayoritarios a vender de manera forzosa sus acciones (Drag along), más no hay en el proceso judicial ninguna acción relacionada con la remoción del director general.

De entrada, Lorenzo Temasek, sabe que las afores (que representan a millones de trabajadores) son hoy el accionista más grande de Oro y están perfectamente alineados en su postura con Axis, quien es el administrador de esos recursos. De hecho, el resultado de las acciones legales que ha instrumentado el despacho del abogado Jaime Guerra, ha permitido evitar que de forma arbitraria esos fondos extranjeros, que son minoritarios, vendan las acciones de los accionistas mayoritarios en contra de su voluntad.

El viernes pasado, en la audiencia constitucional, le negaron a Temasek y Ares la suspensión solicitada a un amparo solicitado y de pilón, quedaron vigentes y plenas las medidas cautelares originales impuestas por el juez en noviembre. Un plumazo, no cambia la realidad.

Aeroméxico que preside Eduardo Tricio y dirige Andrés Conesa, se aprestan para admitir un incremento en el capital social de su socio Delta, que dirige Richard Anderson. Parece que al final, el acuerdo fue duplicar su participación en el capital de la emisora, la que por cierto, presentó buenos resultados con sello para el cliente, pues registra una reducción en promedio de 13.5% en las tarifas aéreas apoyado en una mejor flota, aumento en factor de ocupación que va del 73.5 a 79.3%, y la quinta caída consecutiva del costo de producción por asiento.

Tuvieron pérdidas de 90 millones de pesos netos, pero no debido a la situación económica del país, porque el tráfico les crece y les crece, sino porque decidieron actuar con tarifas y más rutas para detener el embate de competencia. Tan es así que aumentaron de 12 a 14% su participación en el mercado internacional y subieron de 35 a 39% la del mercado doméstico.

Ayer también se confirmaron nuevos nombramientos. Destaca la llegada de Anko van der Werff, quien fue clave para que Qatar Airlines sea una firma con una gran vocación internacional y muy rentable. Él ocupará la Dirección Comercial y Sergio Allard Barroso se mueve para encabezar la Dirección de Asuntos Corporativos y de Industria además de la Dirección de Recursos Humanos, que se consolidan en una sola dirección y, desde ayer le tocó sentarse con los representantes de ASPA que liderea Carlos Díaz-Chávez Morineau, y con la Delegación de Aeroméxico Connect de Manuel Fernández, para encontrar mecanismos de acuerdo que permitan detener las medidas presión que están usando los pilotos de Connect para no apoyar el plan de productividad en materia de aumento de rutas, puntualidad, extensión de jornadas, donde el único afectado está siendo el cliente, ¿o que no?

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