José Yuste

Activo empresarial

José Yuste

7 May, 2014

El capital, Piketty y el secretario

En Estados Unidos, el libro de El capital del siglo XXI está causando sensación. Encabeza las ventas en Amazon y su autor, el economista Thomas Piketty, ha sido tratado como escritor de culto. New York Magazine lo clasificó como un “Rock-Star Economist”. Lo importante: el libro critica la acumulación de capital tan acelerada que existe en el modelo económico actual y que lleva a una fuerte desigualdad del ingreso. Incluso la revista británica The Economist ha mencionado a su autor como el nuevo Carlos Marx. Con una clara diferencia, en Estados Unidos a Piketty, se le acepta y se le sigue.

Piketty, el MIT y los mexicanos

Es interesante la lectura que se le pueda dar al libro en México. Luis Videgaray, secretario de Hacienda, tomó clases con Thomas Piketty en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT). El secretario de Hacienda recuerda a Piketty como uno de esos economistas de mente privilegiada, pues siendo apenas un joven con poco más de 20 años, ya estaba dando clases de doctorado a otros jóvenes, pero mayores, más cercanos a los 30 años de edad.

Videgaray no ha podido leer El capital en el siglo XXI. Todavía no puede dar su opinión completa sobre el libro, sino más bien lo que ha leído de notas periodísticas. El secretario ya tiene el libro en lista de espera y platicará con nosotros sus impresiones de un tema clave, la desigualdad y las políticas progresivas en cuestiones fiscales.

Critica a rentistas,
no innovadores

El libro ha creado una corriente de opinión a su favor en el mismo Estados Unidos, el centro del capitalismo, y sobre todo después de la crisis de 2008, la primera del siglo XXI, donde dentro de la economía más grande del mundo surgen voces que hablan de la desigualdad de ingresos generada por el actual modelo.

Para Thomas Piketty, académico francés y que actualmente radica en su país natal, la acumulación acelerada de capital ha generado una “clase rentista”, que no logra innovar ni ser productiva, sino más bien llega a heredar. Señala que la acumulación del capital es mucho más rápida que el crecimiento económico, por eso los ricos son cada vez más ricos y los pobres crecen en número. Pone de ejemplos a Estados Unidos, Francia e Inglaterra.

Impuestos progresivos

La propuesta de Piketty para solucionar la desigualdad es tener impuestos progresivos, donde pague más quien gane más. Incluso llega a proponer un impuesto del 80% para los ingresos mayores a los 500 mil dólares anuales, y una tasa  de 50% para quienes ganen más de 200 mil dólares anuales. Incluso plantea impuestos al patrimonio entre 1% y 2% así como a quienes heredan.

En México la discusión de la distribución del ingreso se inició con la Reforma Fiscal. Tenemos una reforma más progresiva, la del ISR, donde paga más quien tiene más. Ahora el reto es englobar a la enorme economía informal que no paga impuestos.

Vender Repsol,
desde luego sí

Se lo podemos asegurar. El gobierno mexicano, y en particular Pemex, dirigido por Emilio Lozoya, han visto en Repsol una de las peores inversiones de la petrolera mexicana: cara, sin dividendos y que no aporta experiencias tecnológicas. Durante el sexenio pasado Pemex pagó en más de mil millones de euros su elevación de capital para quedar con apenas 9.3% de Repsol. Sin embargo el presidente de la petrolera española, Antonio Brufau, no ha generado valor a los accionistas. Pemex cansado de esta historia sí está poniendo a la venta sus acciones de la petrolera española que adquirió desde 1989.

AMIS propone,
Ejecutivo dispone

En la Convención de Aseguradores de México, la CAM 24, el nuevo dirigente del gremio, Mario Vela, tuvo una serie de propuestas que pueden ser viables. Las autoridades hacendarias las vieron con buenos ojos.

Entre las propuestas están la revisión de los seguros por accidentes viales (hacerlos obligatorios como viene el de carreteras para septiembre). Sólo uno de cada cuatro automóviles en México está asegurado, y cuando choca o atropella a alguien, no hay recursos para subsanar el daño.

También se puede trabajar en seguros contra desastres naturales. En México apenas el 3% de las casas están protegidas por un seguro, por lo que 97% de las casas pueden tener problemas financieros en caso de un desastre, y perder su patrimonio.

Sólo 40% de la población en México tiene seguridad social, y esa población apenas y puede pensionarse con el 50% de sus salarios.

De ahí que Vela y la AMIS (Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros) propongan al gobierno administrar los seguros de Invalidez, Vida y Riesgos (los que llevan el IMSS y el ISSSTE). Dicen los aseguradores que esto le permitiría al gobierno liberar ocho mil millones de pesos para destinarlos a otras prioridades de gasto.

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