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CIUDAD DE MÉXICO, 20 de mayo.- Homologar los protocolos de sanidad e inocuidad, liberar barreras burocráticas y optimizar la infraestructura logística en las fronteras para agilizar el proceso de intercambio comercial en un mercado de alrededor de mil millones de dólares al día, son algunos de los temas estratégicos a desarrollar y renovar entre México, Estados Unidos y Canadá.
En lo anterior coincidieron los secretarios de Agricultura de México, Enrique Martínez y Martínez, de Estados Unidos, Thomas Vilsack y de Canadá, Ferry Ritz, en el panel Integración de mercados agroindustriales de América del Norte, retos y oportunidades, dentro del Primer Foro Global Expectativas Agroalimentarias 2014.
En el marco de los 20 años de la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), los ministros coincidieron en la importancia de fortalecer la cooperación científica y tecnológica para enfrentar el reto de producir más alimentos bajo esquemas de sustentabilidad de los recursos naturales.
Al respecto, el secretario de Agricultura de México resaltó que existen avances en la agilización de trámites, mejora en la logística de intercambio comercial de productos agroalimentarios, y se están fortaleciendo los esquemas de sanidad e inocuidad.
Además del intercambio de conocimientos e innovación tecnológica para aprovechar la oportunidad de nuevos mercados en la Unión Europea y el Acuerdo de Asociación Transpacífico (TTP).
Por otra parte, exhortó a los ministros de Canadá y EU a evaluar la conveniencia de trabajar bajo los ciclos estacionales productivos por regiones, con la finalidad de aprovechar la producción y comercio de alimentos, a demás de abrir nuevos nichos de mercado.
En su oportunidad, el secretario del Departamento de Agricultura de EU destacó la importancia de trabajar como bloque integrado para ser más productivos de manera sustentable.
Destacó que para enfrentar los retos climáticos y sus efectos en la agricultura, así como hacer un menor uso de químicos, es necesario recurrir a la ciencia para mejorar la producción de alimentos y hacer de la biotecnología una herramienta que ayude en el desafío de alimentar más de nueve millones de habitantes en los siguientes años.
