Guillermo Zamarripa

Guillermo Zamarripa

Guillermo Zamarripa

24 May, 2014

Consistencia de las políticas públicas: regulación del riesgo de liquidez

En enero pasado se publicó la Reforma Financiera que plantea varios objetivos. Dos de los más importantes buscan aumentar la profundización financiera: prestar más y más barato y mayor competencia en el sector. Otro objetivo es mantener los estándares prudenciales y fortalecer a la autoridad. Los objetivos anteriores pueden inducir comportamientos contrarios en el sistema financiero en función de cómo se instrumenten.

Por ejemplo, si se decide privilegiar el fortalecimiento de la regulación prudencial continuando con la política de tener estándares en México más estrictos que en otros países esto tendrá un costo en términos de competitividad y tamaño del sistema.

Los anterior es consistente con el argumento de que las decisiones tienen costos y consecuencias. Puesto de otra manera: a toda acción hay una reacción.

En el terreno de las políticas públicas la autoridad debe buscar la consistencia de las acciones para lograr su objetivo. Si no hay consistencia los efectos se neutralizarán.

Un ejemplo de contradicción de políticas públicas puede ser que la Reforma Fiscal que busca aumentar la recaudación se puso por encima de la Reforma Financiera. Si bien la segunda dice que un objetivo del gobierno es aumentar el tamaño del sistema financiero, al imponer un tope a las deducciones personales limitando la deducibilidad de los intereses reales sobre las hipotecas, de los seguros de gastos médicos y del ahorro para el retiro se está acotando el dinamismo del crédito, los seguros y el ahorro.

Entrando en materia esta semana la CNBV dio a conocer cambios a la Circular Única de Bancos para incorporar principios para una adecuada gestión del riesgo de liquidez, además de modificar los criterios contables y los reportes regulatorios. Cambios importantes que apuntan a una regulación más estricta y a un mayor control por parte de la autoridad.

Cuando además consideramos los indicadores que se están trabajando para que entren en vigor en 2015 queda claro que hay una señal de que contar con un marco prudencial estricto y homogéneo para todas las instituciones es prioritario para las autoridades.

Este hecho puede tener un efecto en la evolución del sistema manifestándose como consecuencias no deseadas en términos de limitar su competencia y su crecimiento.

En mi argumentación no estoy por una definición a favor de privilegiar la postura de fomentar el crecimiento del sistema o por la otra de tener un marco prudencial muy estricto. Esa es una definición de la autoridad. Lo único que se debe hacer es tener una definición que dé congruencia al discurso y a la acción.

La autoridad debe ser clara en que va a privilegiar y actuar en congruencia. Hoy el discurso oficial es sobre los efectos de la Reforma Financiera en la evolución del financiamiento. Los cambios en reglas van más por apretar la regulación.

Siendo específico sobre los cambios en materia de liquidez se incluyen aspectos como que la administración de riesgos además de procurar la solvencia y viabilidad financiera de las instituciones debe dar seguimiento a su liquidez. Se definen criterios bastante estrictos para pruebas de estrés para la liquidez y la obligación de un plan de financiamiento de contingencia, entre muchos otros.

Pero, ¿cuáles son los riegos de sobre regular en esta materia?

El mayor problema es con los bancos que no tienen captación estable a la vista. En concreto son todos menos los bancos grandes y dos más. Un requerimiento prudencial estricto favorecerá a los grandes provocando mayor concentración.

Con los requerimientos de liquidez muchas instituciones tendrán un menor grado de libertad para prestar. Por lo tanto de manera indirecta afectará el nivel de competencia en el mercado de crédito.

También van a implicar costos regulatorios adicionales que afectarán el margen del bancos, alejándome de las condiciones para que el crédito sea más barato.

Por último un poco de historia para contextualizar la relevancia de este riesgo en México. En 2008 hubo problemas de liquidez para muchos bancos en varios países, pero el impacto en México no fue relevante. La explicación está en los fundamentales de nuestro sistema.

Parece mucha regulación para corregir algo que no nos afectó de manera importante.

En resumen, me preocupa que se dé un apretón muy duro en materia de liquidez que refuerza una señal de mayor regulación y control y que me aleje de fortalecer las acciones para lograr los objetivos promotores de la Reforma Financiera.

                *Director General del FUNDEF
                guillermozamarripa@itam.mx

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