Regresa la pesadilla de Irak

Bagdad se encuentra sitiado, con rebeldes rodeando la ciudad por tres frentes, y con el inoperante primer ministro, Nuri al Maliki, atrincherado e incapaz de obtener, por parte del Parlamento, poderes especiales para enfrentar la crisis
Economía -
La reserva de crudo en Irak se estima en 150 mil millones de barriles. Foto: The New York Times
La reserva de crudo en Irak se estima en 150 mil millones de barriles. Foto: The New York Times

CIUDAD DE MÉXICO.- Irak vuelve a ser un hervidero. El “país de los dos ríos”, el Tigris y el Éufrates, puede saltar en pedazos, fragmentarse. La antigua Mesopotamia es un lugar inhabitable para las tres grandes comunidades que comparten el país: chiitas, sunitas y kurdos.

La caída de Saddam Hussein, quien pertenecía a la minoría sunita y que durante su larga dictadura (1979-2003) oprimió a los opositores chiitas y kurdos, no ha servido para mejorar la convivencia.

3.3 millones de barriles diarios de petróleo bombea Irak, segundo productor a escala global

Los gobiernos salidos por las urnas, dominados por los chiitas, quizás hayan sido más representativos, pero han resultado incompetentes, agostados por intrigas políticas, y se han dedicado a favorecer los intereses de la mayoría chiita y de la minoría kurda al tiempo que recurrían a políticas intimidatorias contra los sunitas, con detenciones y encarcelamientos arbitrarias, de suníes inocentes, que han estado lejos de promover una mayor conciliación y paz.

Hasta que el enemigo, en medio de ese descontento y desgobierno iraquí, fue creciendo y se incrustó en casa armado hasta los dientes.

Inestabilidad radical

Dentro de todo el arcoiris de grupos rebeldes yihadistas, el que ha vuelto a desestabilizar a la región y hace temblar incluso al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se hace llamar Estado Islámico de Irak y Levante (ISIL, por sus siglas en inglés), aliado del grupo terrorista Al Qaeda y de confesión sunita, pero con miras más amplias y ambiciosas: pretende, dentro de ese Estado Islámico que reclama, instaurar un califato en Oriente Medio, con capital en Bagdad, haciendo saltar por los aires las actuales fronteras, establecidas entre Gran Bretaña y Francia en los Acuerdos de Sykes-Picot de 1916.

42 por ciento creció el pasado viernes el volumen negociado en el mercado de futuros del petróleo

En una ofensiva demoledora, ha tomado el control de decenas de ciudades de Irak, entre ellas la segunda ciudad más importante del país, Mosul, ante la pasividad del ejército iraquí. El grupo armado también está involucrado en la guerra de Siria contra el gobierno de Bashar al Al Asad,  y se esfuerza por unir regiones de Irak y Siria bajo su égida para implantar la “Sharia”, o Ley Islámica. 

Pasividad institucional

La tensión, por tanto, se ha vuelto a apoderar del país: Bagdad se encuentra sitiado, con los rebeldes rodeando la ciudad por tres frentes, y con el inoperante primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, atrincherado en la capital, incapaz siquiera de obtener, por parte del Parlamento, poderes especiales para enfrentar la crisis. Ante su vacío de poder, ha sido el líder espiritual chiita, el ayatolá Ali Husein Sistani, quien ha respondido al despliegue yihadista con un llamado a la Guerra Santa, requiriendo a los iraquíes chiitas que tomen las armas para detener a los insurgentes. Por otro lado, el gobierno del Kurdistán, la región más estable y próspera del país, ante la amenaza de los extremistas islámicos, se levantó contra ellos por cuenta propia, y con objeto de defender las reservas petroleras del norte de Irak, se apoderó de la ciudad de Kirkuk. Desde Estados Unidos, Barack Obama contempla intervernir a través de drones (aviones sin piloto) o con aviones de guerra, y con esos fines ya envió el portaviones USS George H. W. Bush en una señal inequívoca de que, si los intereses estadunidenses lo requieren, intervendrá.

9.1 por ciento fue la caída del índice de referencia de la bolsa de valores iraquí, el ISX General

 

Apoyo regional

Irán, de mayoría chiita, enemigo histórico de Irak con Saddam Hussein, y en permanente confrontación con Estados Unidos, se ha aprestado a brindar esta vez su ayuda ante el desafío de los radicales sunitas. Finalmente, otro de los vecinos de Irak, Turquía, teme que el conflicto arruine los intercambios económicos con su segundo socio comercial.

Por tanto, la delicada región de Oriente Medio, cuya importancia geopolítica reside en sus inmensas reservas petroleras, está de nuevo convulsionada, y los mercados los han resentido, sobre todo el precio del crudo ante la posibilidad de que el conflicto provoque disrupciones en su suministro.

Importancia global

Irak es el segundo mayor productor de petróleo de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). El país árabe bombea en torno a 3.3 millones de barriles diarios, y se espera que su capacidad de producción aumente en 1.2 millones de barriles diarios durante los próximos seis años.

En consecuencia, las dos referencias internacionales, el West Texas Intermediate (WTI) y el Brent, registraron las alzas semanales más pronunciadas del año.  El WTI subió la semana pasada 4.1 por ciento y el Brent 4.4 por ciento para cerrar el viernes, respectivamente, en 106.91 dólares y 113.41 dólares, lo que representan máximos de 9 meses. El volumen negociado el viernes en el mercado de futuros del petróleo fue 42 por ciento superior al promedio de los últimos 100 días.

El aumento del precio del petróleo representa un riesgo para la recuperación global al encarecer el valor de un input esencial para el proceso productivo, y propiciar subidas en los precios de la gasolina cuyo efecto es equivalente a un aumento de impuestos: resta renta disponible al consumidor, que dispone de menos ingresos para gastar en otro tipo de bienes y servicios.

Reacciones

El impacto sobre el crudo podría haber sido aún mayor si no llega a ser por la iniciativa kurda de frenar a los extremistas suníes mediante la toma de la ciudad petrolera de Kirkuk, donde se encuentran las segundas reservas más importantes del país. Dicho enclave ha sido siempre un reclamo del Kurdistán, y lleva peleando por su control desde que, tras el derrocamiento de Saddam, se diseñó el nuevo Irak  y quedó fuera de su región autónoma. La incursión y control de Kirnuk por Kurdistán será difícil de revertir en el futuro y potencia su lucha nacionalista, que pasa por gestionar ellos mismo el petróleo y sus recursos, y no a través de Bagdad.

También ha contribuido a contener los precios del petróleo el hecho de que el conflicto aún no haya llegado al sur de Irak, donde se encuentra tres cuartas partes de la producción petrolera iraquí. Además, si el gobierno iraquí, junto con el apoyo de las naciones internacionales, logra pronto contralar el despliegue rebelde, es de prever que se alivien las tensiones sobre los precios del petróleo. Las noticias de que durante el fin de semana, tropas iraquíes bombardearon posiciones yihadistas con numerosas bajas entre los terroristas podría relajar los precios del petróleo en la jornada de hoy.

Impacto en los mercados 

Aparte del impacto sobre el precio del petróleo, se resintieron los bonos soberanos: la tasa del bono con vencimiento en 2028 trepó la semana pasada 55 pbs a 6.93% en la peor semana para la deuda en un año.

El índice de referencia de la bolsa iraquí, el ISX General, se derrumbó 9.1% a semana pasada, la peor desde al menos la crisis de 2009.

Finalmente, la cuestión inquieta sobremanera a Obama, que hará todo lo posible por reprimir la insurgencia yihadista sin que se note mucho. Está en juego, ni más ni menos, que toda su estrategia de política exterior, que se ha basado en la retirada de tropas de las zonas de conflicto y dejar que los países resuelvan por sí solos sus problemas, bajo la supervisión internacional. Y los resultados están en entredicho: Egipto, Siria y ahora Irak demuestran un desorden y caos importante en esa frágil zona planetaria.

A la Casa Blanca llegó Obama con la promesa de sacar las tropas de Irak, y lo cumplió en 2011.  El propósito de hacer lo mismo en Afganistán en 2016, pero la inestabilidad de región y los peligros extremistas puede mudar esos planes.

Sus adversarios políticos siempre han acusado a Obama de haber retirado las tropas antes de tiempo.

Esa tesis podría recobrar fuerza si los yihadistas siembran el terror y la anarquía en Oriente Medio, afectando a los intereses estadunidenses en la región y el riesgo de un nuevo ataque terroristas en territorio estadunidense, algo que podría resultar letal para los demócratas ahora que ya estamos en las últimas estribaciones del mandato de Obama.

* Director de llamadinero.com

 

 

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