Darío Celis

Tiempo de negocios

Darío Celis

18 Jun, 2014

Posee Toka ya 5% del mercado de vales, 25 mil tarjetas propias y este año a Colombia o Perú

Otra emisora de vales que pisa fuerte es Toka Investment. Arrancó como tal a finales de 2012 y hoy posee cerca de mil 300 clientes.

Tiene unos mil 500 contratos en el sector privado y fuerte presencia en el gobierno, donde ha ganado más de 30 licitaciones en los últimos 12 meses.

El mes pasado dio un par de golpes relevantes. El SAT de Aristóteles Núñez certificó su producto de monedero electrónico conforme a los lineamientos de la Reforma Tributaria; y con Comercial Mexicana, de Carlos González Zabalegui, suscribió un acuerdo para entrar a sus más de 270 establecimientos.

Toka surgió hace unos cuatro años. Es una Sociedad Anónima Promotora de Inversión (Sapi) que ahora está en trámites para volverse una Sociedad Financiera Popular (Sofipo). Es oriunda de Jalisco y 100% mexicana, lo que le da un valor adicional porque compite en un sector dominado por extranjeros, particularmente firmas francesas.

Ya le platicaba hace unos días de la acelerada metamorfosis que sufrió este negocio en tan sólo muy pocos meses. Fue a partir del segundo semestre de 2012 y se profundizó a lo largo de 2013. En ese periodo, multinacionales como Sodexo, que recién asumió Gustavo Pistone, Fleetcor de Erich Steps, Edenred de Martín Arrosa y Groupe Chèque Déjeuner que representa José Antonio García León, se hicieron del control del mercado.

Toka fue fundada por los hermanos Hugo, Eduardo y Salvador Villanueva, quienes empezaron el negocio emitiendo tarjetas de crédito bajo su propia marca: Toka. A la fecha tiene colocados en el mercado más de 25 mil plásticos. Un soporte esencial de la compañía ha sido el sello Carnet, que es de Prosa, el procesador que dirige José Molina.

Toka vio la oportunidad de entrar al negocio de vales y optaron por atacarlo innovándolo, haciendo lo que ellos mismos denominan una “reingeniería” del sector, lo cual no cayó bien entre los demás jugadores de este rubro, que dispersa anualmente la friolera de unos 85 mil millones de pesos anuales.

Bajo su propia estrategia de negocios en su segundo año de operación de vales, Toka Investment dio servicio de dispersión por alrededor de dos mil millones de pesos. Hoy tiene aproximadamente 5% del mercado de vales, incluidos despensa y gasolina, este último rubro apenas penetrado el año pasado.

La misma reforma tributaria de finales del año pasado impulsada por la Secretaría de Hacienda de Luis Videgaray, fue otra razón que obligó a las valeras a modernizar el modelo de negocios tradicional, al que la propia Toka ya venía empujando por su lado.

El concepto del vale de papel había generado un mercado negro en detrimento de los cerca de 24 millones de personas que se ven beneficiadas por esta prestación social. Y es que el bien se mermaba o incluso perdía si el documento se vencía, mojaba o rompía.

De ahí que la disposición del SAT de que a partir de este año los vales de papel fueran sustituidos por monederos o vales electrónicos fuera un acierto de la autoridad.

De inicio, Toka no requiere intermediarios para operar sus vales electrónicos y tarjetas, lo cual redunda en ahorros en costos de operación que, de otra forma, se trasladan al cliente. Además, al ser una empresa no pública, a diferencia del resto que sí cotizan en la Bolsa de su país, el servicio que presta no se ve encarecido por los costos corporativos asociados.

Entre sus principales clientes están las secretarías del Trabajo de Alfonso Navarrete Prida y Educación Pública de Emilio Chuayffet, el INE de Lorenzo Córdova, el Bancomext de Enrique de la Madrid, la CNBV de Jaime González Aguadé, el TSJDF de Elías Azar, y los gobiernos de Sonora de Guillermo Padrés y Nayarit de Roberto Sandoval, entre otros.

Toka Investment ya planea expandirse fuera de México. Apunte a Colombia o Perú, países donde ya sondeó el mercado y estima que podría encajar su modelo de negocio. En el último trimestre de este año arrancarán operaciones en el extranjero.

BMW a un tris

El estado de Hidalgo, que gobierna Francisco Olvera, se perfila como el principal candidato para la instalación en el país de la planta de la automotriz alemana BMW, de Norbert Reithofer, anuncio que, según el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, tendría que estarse oficializando en menos de un mes.

San Luis Potosí, el otro estado finalista, presentó problemas para fortalecer su candidatura, debido a la dificultad para dar cobertura a las pretensiones que ha puesto sobre la mesa la armadora de autos deportivos, que, entre otros beneficios, solicita la donación de un terreno de 300 hectáreas y casi 500 millones de pesos en subsidios.

A pesar de que la infraestructura y las cadenas de distribución del estado potosino agradaron a los directivos alemanes, quienes visitaron el estado en febrero pasado, la disposición que mostró el secretario de Desarrollo Económico de la entidad, Fernando Macías Morales, para atender esas solicitudes, no dejaron plenamente satisfechos a los inversionistas.

Tras Casa Saba

Algunos laboratorios, sobre todo mexicanos, acreedores de Casa Saba preparan acciones legales contra el distribuidor de medicamentos.

Le platiqué que la empresa de Alberto y Manuel Saba Ades arrastra adeudos superiores a siete mil millones de pesos con una treintena de farmacéuticas. Hasta donde sabemos, las demandas serían promovidas en bloque por compañías como Probiomed de Jaime Uribe, Senosiain de Carlos Senosiain, PISA de Carlos Álvarez, Chinoin de Eric Hagsater y Silanes de Antonio López de Silanes.

Las transnacionales agrupadas por la AMIIF que preside Luis Calderón del laboratorio Stendhal han optado por hilar mucho más fino.

Aval a Marzan

Por cierto, la Comisión Federal de Competencia Económica sí autorizó a Genomma Lab la compra de Marzan, este distribuidor de medicamentos que encabezaba Joseph Sitt y donde figuraban también como accionistas Alberto y Manuel Saba Ades.

El pleno de la instancia antimonopolios que encabeza Alejandra Palacios dio su aval desde el 5 de junio y, por lo que se sabe, ya fue notificado a las diferentes partes. Todavía se están corriendo algunos filtros internos para que el organismo anuncie el resultado.

Al final no se encontraron riesgos de concentración, pues para Genomma Lab, de Rodrigo Herrera, la compra de Marzan les permite entrar a un nuevo negocio complementario.

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