Gobierno federal e IP por cerrar brecha entre la acreditación y las denominaciones de origen

Sin duda alguna una de las figuras jurídicas que el actual gobierno federal, a través de Economía de Ildefonso Guajardo, reforzará para ampliar la protección en materia de Propiedad Industrial, será la de la Denominación de Origen, creada en diciembre de 1974 por la entonces Secretaría de Patrimonio Nacional.

De acuerdo con el artículo 156 de la Ley de la Propiedad Industrial, se entiende por Denominación de Origen el nombre de una región geográfica del país que sirva para designar un producto originario de la misma y cuya calidad y características se deban exclusivamente al medio geográfico, comprendiendo en éste los factores naturales y humanos.

En este contexto, justo esta semana el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI), a cargo de Miguel Ángel Margáin, dio a conocer que alista los detalles para la aprobación de cuatro nuevas Denominaciones de Origen (DO), las cuales se sumarán a las 14 ya existentes, siendo el Tequila hace 40 años la primera declaratoria de protección como DO, sector que hoy agrupa la Cámara Nacional de la Industria Tequilera, de Eduardo Orendain Giovannini.

Hablamos de las solicitudes para el Abulón, de la península de Baja California; el café Pluma, de Oaxaca; el cacao Grijalva, de Tabasco, y el queso de Chihuahua, productos que desean blindarse para su exportación y venta local, así como de la piratería que representa el mercado global.

Sin embargo, llama la atención que mientras las Denominaciones de Origen siguen creciendo, el número de Organismos Acreditados para evaluar, verificar y certificar su cumplimiento sigue siendo muy reducido, pues sólo contamos en México con el Consejo Regulador del Tequila, de Miguel Domínguez Morales, y el Consejo Mexicano Regulador de la Calidad del Mezcal, de Hipócrates
Nolasco, los cuales validan que estos dos productos cumplan con la normativa existente y con los requisitos necesarios para ostentarse como DO.

Así, productos como el Bacanora, Sotol y Charanda, en el sector bebidas; la Talavera, Olinalá y Ámbar de Chiapas, en las artesanías; y el Café Chiapas, Café Veracruz, Mango Ataulfo, Vainilla de Papantla, Chile Habanero de Yucatán y Arroz de Morelos, en lo que respecta a la hortofruticultura, cuentan hoy día con DO, pero no con organismos que garanticen su verificación y certificación.

Ante ello, la Entidad Mexicana de Acreditación (EMA), que preside José Antonio Cifrián, ha expresado la urgencia de contar con laboratorios de ensayo, unidades de verificación y organismos de certificación, los cuales garanticen la vigilancia sobre el cultivo, producción, embotellado y otras actividades que se llevan a cabo durante la creación de productos protegidos por Denominaciones de Origen.

Dicho reconocimiento, emitido por la EMA, sería avalado al momento en más de 70 países, lo que además de facilitar la aceptación y el acceso de los productos nacionales en el extranjero confirmaría la autenticidad de los mismos evitando la comercialización de otros artículos similares o piratas, rubro que representa un daño al país superior a los 75 mil millones de dólares al año.  

Ante dicho escenario, Economía, a través de la Dirección General de Normas, a cargo de Alberto Esteban, tiene la encomienda de reforzar las estructuras acreditadas para evaluar el cumplimiento de las Normas Oficiales Mexicanas establecidas para productos con DO, lo que se traduciría en el cuidado de la indicación geográfica, la calidad de los productos, la producción sólo en la zona determinada, el evaluar el producto con los mismos métodos y lineamientos, así como la existencia de un marco legal para defender y proteger a éstos.

Muestra de lo que se logra al tener un Organismo Acreditado para evaluar, verificar y certificar los productos, es lo ocurrido con el Tequila, bebida que se exporta a más de 120 países, incluyendo China, y que actualmente registra una producción de 226 millones de litros por año.

IMPI respalda

En más sobre propiedad intelectual: todo indica que será el próximo lunes cuando sea listado para su discusión y resolución dentro del Decimoséptimo Tribunal Colegiado en Materia Administrativa, a cargo de Germán Baltazar, el asunto del litigio por la marca Playnow entre la familia Somohano Silva y la firma Sony Ericsson, hoy a cargo de Howard Stringer, asunto que se arrastra en tribunales desde 2010.

Y es que a pesar de que los cabilderos de la firma japonesa daban por hecho que les otorgarían en definitiva el control de la marca Playnow, el asunto dio un giro gracias a la resolución por parte del IMPI de Miguel Ángel
Margáin en el tema de iFone vs. la transnacional Apple con su marca iPhone, en donde se le reconoció a la mexicana los derechos de marca. Así, tanto Baltazar Robles como las dos magistradas que componen el 17 Tribunal, saben que sentarían un mal precedente y una ola de demandas por similitudes fonéticas dentro del mercado nacional en caso de que el fallo fuera en contra de las marcas otorgadas por el IMPI, como es el caso de Playnow que, mediante el registro 659369, fue concedido en 2000 a favor de José Manuel Somohano.

Ley para el DF

Fíjese que en el contexto de la negociación del Convenio de Prácticas Comerciales que le he venido describiendo, la priista María de los Ángeles
Moreno ya prepara una iniciativa para regular la relación entre tiendas de autoservicio, departamentales, de conveniencia y especializadas con sus proveedores, pero con vigencia en la Ciudad de México, donde está la mayor concentración de estos negocios.

Un ingrediente más a la preocupación de Walmart de Scot Rank, Soriana de Ricardo Martín Bringas, Tiendas Chedraui de Alfredo Chedraui, Comercial Mexicana de Carlos González Zabalegui, Oxxo de José Antonio Fernández Carbajal, y en menor medida para Palacio de Hierro de Alberto Baillères, Liverpool de Enrique Bremond y Sears-Sanborns de Carlos Slim.

La exsenadora y exdiputada fue la primera en impulsar la Ley de Prácticas Comerciales, que hasta ahora no ha podido pasar. Actualmente es la coordinadora del PRI en la Asamblea Legislativa del DF y en esa calidad promueve la iniciativa que busca liberar de la presión a miles de Pymes.