Guillermo Zamarripa

Guillermo Zamarripa

Guillermo Zamarripa

21 Jun, 2014

Encuesta nacional de calidad e impacto gubernamental

Durante la semana, el INEGI dio a conocer una encuesta que realizó el último bimestre de 2013 sobre temas relacionados con la opinión sobre los servicios públicos y  las percepciones de la población acerca de la corrupción. Es interesante la evidencia y la gran varianza a nivel regional.

Un primer tema de interés es cómo la encuesta confirma la percepción en México sobre las principales problemáticas. El principal es la inseguridad, con 70%. El segundo tema está relacionado con el bienestar económico y lo vinculan con el desempleo. Llama la atención que el tercer tema en importancia es la corrupción. Es preocupante ya que la corrupción relevante en este trabajo es la vinculada con lo cotidiano.

Hacer este tipo de encuestas  sobre la calidad de los servicios a los ciudadanos es una nueva tendencia internacional. Ejemplos son el caso de Estados Unidos y Canadá. Esto es un reflejo de que en países desarrollados cada vez hay más conciencia de los gobernantes que deben dar servicios de calidad por los impuestos que cobran. Esto es un reflejo de la rendición de cuentas que se da en sociedades más avanzadas. Aquí en México todavía no estamos en esa etapa.

Veamos ahora evidencias concretas. Sobre el servicio de agua potable lo que más preocupa a la población es que precisamente el agua sea en realidad potable. El nivel de aceptación de buena calidad es sólo de 26.3%. Lo anterior contrasta con una aceptación de suministro constante de 69.1 por ciento.

La distribución regional es dramática. Los lugares donde la percepción es peor es en la zona del sureste, es decir en la región de menor desarrollo en el país. Por otra parte la zona norte es la que mejor percepción tiene de este servicio.

En cuanto a la calidad del servicio relacionado con la infraestructura de las calles en la ciudades se tiene 12.3% de aceptación respecto de las reparaciones. Lo que se aprecia es una percepción de que el gobierno hace nuevas obras, pero no cumple con dar el mantenimiento.

Es de llamar la atención que la distribución regional sobre esta variable no está  concentrada en una zona del país.

Dadas las vivencias recientes de la Reforma Educativa, llama la atención que en el tema de educación la satisfacción del servicio es de 62% con variables como el cumplimiento de los días de clases con 77%, cumplimiento de los temarios con 76% y profesores suficientes y capacitados con 66 por ciento.

En este caso nuevamente hay una gran diferencia entre las regiones del país. Sin sorpresa, los peores estados son Michoacán, Guerrero, Oaxaca, Chiapas y Quintana Roo. Por otra parte, la región mejor es la franja del norte del país.

Respecto del tema de salud en lo que se refiere a IMSS e ISSSTE la variable sobre la que hay un menor nivel de satisfacción es con la disponibilidad de medicamentos. Esto es preocupante porque es lo elemental del servicio.

Al analizar las respuestas de la población respecto a su interacción con el gobierno 53% manifestó haber tenido algún tipo de problema. De ese porcentaje, 79% tuvo barreras en el trámite. Es decir en los requisitos.

El trámite con menor nivel de satisfacción en cuanto al tiempo destinado al mismo es con 34% lo relacionado con el ministerio público, con 40% para trámites en juzgado y 43% con los permisos relacionados con la propiedad.

Por otra parte la mayor satisfacción con 91% está en el pago ordinario de servicio de luz. Es buena noticia que al menos facilitan el pago.

La conclusión sobre corrupción cotidiana es que 88% de la población considera que las prácticas de corrupción son frecuentes o muy frecuentes. En cuanto a percepción los peores son las policías, los partidos políticos, y los ministerios públicos como los de mayor percepción de corrupción.

Es de notar que la percepción de la corrupción varía mucho entre los estados del país y que no hay una región en la que se concentre.

Interesante como la percepción sobre la calidad de los servicios no es buena y la percepción de corrupción es alta. He aquí una buena evidencia de que los mexicanos creemos que la calidad de servicios públicos no corresponde a los impuestos que pagamos.

                *Director General del FUNDEF
                guillermozamarripa@itam.mx

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