Proceso y problemática presupuestal

El proceso presupuestal en México tiene como objetivo integrar el  Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF), en el cual se establecen las erogaciones que realizará el gobierno federal, desglosado por diferentes tipos de clasificación, en el periodo comprendido del 1 de enero al 31 de diciembre de cada año.

Este proceso se divide en varias etapas, las cuales incluyen la planeación y formulación del Presupuesto, revisión y aprobación, ejecución del gasto público y el control y la
auditoría.

La planeación se hace con base al cumplimiento del Programa Nacional de Desarrollo y programas sectoriales estableciendo prioridades. Para la definición de los proyectos de inversión, que se integrarán al presupuesto, es necesario que éstos cuenten con los elementos necesarios para su presupuestación y ejecución, tales como estudios de viabilidad como costo–beneficio y factibilidad, a fin de obtener su correspondiente registro en la cartera de proyectos de la  SHCP; en su caso, deberán contar con los estudios de uso de suelo, manifestación de impacto ambiental, derecho de vía; asimismo, integrar el proyecto ejecutivo completo, y en caso de que aplique, incluir el trámite de multianualidad.

Durante el ejercicio del Presupuesto, recurrentemente se presentan a la baja algunas partidas relacionadas con los estudios y proyectos, debido a que la ejecución de sus recursos está sujeto a que los proyectos cuenten con sus registros correspondientes en la cartera de programas y proyectos de inversión de Hacienda, reflejando de esta forma, la gran importancia de la planeación de los proyectos ejecutivos.

En algunos países, como Estados Unidos, Chile, entre otros; el proceso presupuestal se orienta desde una perspectiva multianual, asegurando un escenario previsible de financiamiento por un periodo de varios años, para el logro de resultados a favor de la población. 

Una vez aprobado en su totalidad, después de pasar por las Comisiones y Cámaras, a más tardar el 15 de noviembre de cada año, el decreto del PEF, se envía al Ejecutivo, y por conducto de la SHCP es publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF), a más tardar 20 días después de aprobado.

El seguimiento del gasto público se realiza a través de informes de lo ejercido, los cuales incluyen los principales indicadores sobre resultados y avances de los programas en cumplimiento de las metas e impacto social de cada dependencia, mismos que se deberán entregar a la SHCP y ésta a su vez, integrará y enviará al Congreso, un informe trimestral relativo a la ejecución del PEF.

Sin embargo, en el transcurso del año, derivado de los informes, la SHCP realiza ajustes trimestrales al Presupuesto, lo que no nos permite una perspectiva clara de la aplicación de los recursos.

En el informe sobre la Situación Económica, las Finanzas Públicas y la Deuda Pública de la SHCP, se informó que el presupuesto modificado de PEF 2013, correspondió a 6.62%  arriba al monto aprobado, reflejando que no hubo subejercicio, sin embargo, estas modificaciones afectaron a todos los ramos, algunos se ajustaron arriba de su presupuesto como el Ramo 31 Energía, y el resto a la baja, como el Ramo General 25 de Previsiones y aportaciones para los sistemas de educación básica.

Asimismo, dentro de cada Ramo, entre sus partidas también hubo modificaciones importantes, programas como el de fortalecimiento ambiental en las entidades federativas del Ramo 16,  evaluación y estudios de los programas sociales del Ramo 20, proyectos de inversión del Ramo 21, desarrollo científico y tecnológico del Ramo 38, presentaron modificaciones importantes a la baja y en su contraste los programas de subsidios para centros de educación del Ramo 11, comedores comunitarios del Ramo 20, y el más representativo el de prestación de servicios públicos del Ramo 18,  modificaciones que sobresalen a la alta, esto por mencionar sólo algunos.

Al inicio de cada año cada dependencia calendariza los recursos aprobados; y hasta el primero de marzo se reciben de la SHCP los oficios de liberación de las inversiones, comenzando con la ejecución de los programas, lo cual se realiza en el periodo comprendido de marzo a diciembre.

Sin embargo, no siempre se cuenta con los recursos disponibles y los oficios de liberación se reciben en el transcurso del año, lo que ocasiona demoras en el proceso de licitación, contraviniendo, en el caso de la construcción, a una correcta ejecución de las obras que se planearon para un periodo de ejecución anual, aumentando la probabilidad de presentarse fallas en su proceso constructivo y el incremento de los insumos por la premura de concluirlas al cierre del ejercicio.