José Yuste

Activo empresarial

José Yuste

25 Jun, 2014

Bienvenido el debate de salarios mínimos

El jefe de Gobierno capitalino, Miguel Ángel Mancera, va a subir una propuesta importante a la Conago: discutir la elevación del salario mínimo para que deje de ser un indicador de multas, primas de seguros o pagos en el Seguro Social. Y vuelva a su objetivo inicial, el de mantener una familia con una línea mínima de ingreso.

El dato es para tomarlo con seriedad: viven 6.8 millones de mexicanos, es decir, más de 13% de trabajadores empleados, ganando el salario mínimo.

Nuevos paradigmas

Por años hemos dicho que los trabajadores que ganaban el salario mínimo iban siendo cada vez menores.

Que con el crecimiento y la estabilidad, los salarios irían ganando poder adquisitivo. No fue así. El desempleo ha llevado a la baja los salarios. Y la distribución de ingreso esperada no se ha dado. Ni hemos crecido ni hemos distribuido el ingreso.

Bajo dicho contexto debemos hacernos nuevas preguntas y propuestas, tal como en el mundo lo están haciendo Thomas Piketty con su libro El capital en el siglo XXI, o bien los distintos argumentos de economistas como Paul Krugman o Amartya Sen donde todos, con distintos puntos de vista, exponen problemas de una gran acumulación de capital, desigualdad creciente y falta de empleo.

Para los defensores de la propuesta de Miguel Ángel Mancera, sería positivo analizar nuevos cambios de paradigma.

Un primer reto: el desempleo presiona los salarios

La propuesta del equipo de Mancera es audaz, pero a la vez deja varias dudas.

Por ejemplo, ¿cómo elevar los salarios mínimos con tanto desempleo? De manera natural, con tanta oferta laboral los empleadores pueden elegir contratar a alguien por fuera, es decir, pagarle sin estar en nómina y los trabajadores lo aceptarían. La palabra clave es escasez de trabajo y, ante ello, hay una presión a la baja de los salarios.

Sin embargo, hay un alegato interesante por parte del equipo del jefe de Gobierno capitalino. Por ejemplo, tanto Salomón Chertorivski como Patricia Mercado, secretarios de Desarrollo Económico y del Trabajo, respectivamente, en el DF, plantean que el empleador buscará retener más a sus trabajadores porque deben ser una buena inversión, con más capacitación y habilidades.

Otro reto, la productividad

Otro tema que el equipo del jefe de Gobierno debe resolver es la baja productividad.

Sin productividad es difícil elevar los salarios. Por años hemos visto en México que sólo los trabajadores que se ligan a la productividad ganan en poder adquisitivo. Así lo han hecho varios sindicatos, el más famoso fue el de los telefonistas.

Por eso los sindicatos suelen pedir el aumento inflacionario (alrededor de 4%) más puntos por productividad, que es donde ganan el poder adquisitivo.

El equipo de economistas

La propuesta de elevar el salario mínimo será presentada pronto por Mancera. La están diseñando en el Consejo Económico y Social de la Ciudad de México, presidido por el economista Enrique Provencio.

En la propuesta existen economistas serios, como, por ejemplo, Jaime Ross (conocido por sus modelos) o Gerardo Esquivel, quien es buen polemista y trae propuestasfrescas.

También se encuentra
Ricardo Becerra, presidente del Instituto para la Transición Democrática.

Es positivo discutir el salario mínimo que ha perdido valor adquisitivo real en las últimas dos décadas. En los años noventa el discurso de dejarlo casi como una referencia de multas, primas de seguros y pagos a la autoridad se sustentó en que casi nadie iba a quedar ganando el salario mínimo porque se iba a preferir una negociación salarial ganando con productividad. No sucedió.

Sólo los sindicatos organizados lo lograron. En cambio, el salario mínimo sigue siendo un sustento de más de 13% de la población trabajadora del país y, desde luego, es uno de los factores por los cuales tenemos un mercado interno tan deprimido. Discutir cómo elevarlo desde luego que es bienvenido.

IGAE, ¿tocamos fondo?

Esperemos que hayamos tocado fondo. Por lo pronto el dato del IGAE, el Indicador Adelantado de la Actividad Económica que se da a conocer previo al PIB, sí indica un ligero aumento que podría llevarnos a una fase de recuperación.

El IGAE en abril tuvo un aumento mensual de 1.25%, el mayor en los últimos 17 meses. Incluso si se elimina el efecto estacional de la Semana Santa, su tasa anual fue de 2.9%, la mayor en los últimos 16 meses.

El sector servicios fue el de mayor crecimiento (actividades inmobiliarias, telecomunicaciones, alojamiento temporal, bursátiles, cambiarias y de inversión financiera).

El IGAE le cae como anillo al dedo a la Secretaría de Hacienda, a cargo de Luis Videgaray, justo en momentos donde ya se hablaba de otro recorte en la perspectiva del crecimiento económico para 2014, cuya meta oficial y de varios analistas se encuentra en 2.7 por ciento.

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