David Páramo

Análisis superior

David Páramo

3 Jul, 2014

Se repiten patrones

En la aviación están repitiéndose patrones que no sólo han causado gravísimos quebrantos financieros sino, incluso, accidentes que costaron la vida de algunos pasajeros.

En una esquina está Aeroméxico, encabezada por Eduardo Tricio, que está tomando las ventajas de ser el preponderante en el sector, con la consecuencia negativa para la competencia, puesto que están incurriendo en prácticas indebidas tanto en precios como en servicios en algunas rutas y el uso de los slots.

Sin embargo, lo pueden hacer por una mezcla de factores. Primero, la posición que tienen sobre sus competidores y, segundo, porque la Comisión Federal de Competencia Económica, encabezada por Alejandra Palacios, parecería estar distraída en otras ocupaciones.

Los competidores, cada vez más desesperados por la situación, comienzan a cometer algunos errores verdaderamente importantes en materia de políticas de precios y posición dentro del sector económico.

De hecho, si bien en empresas como Interjet, encabezada por Miguel Alemán, han buscado expandir sus operaciones con convenios de código compartido con Iberia, la realidad es que siguen cometiendo errores graves de procedimiento.

El más reciente caso, documentado en redes sociales, tiene que ver con un avión de VivaAerobus que tenía un agujero en una de sus alas que, supuestamente, fue cubierto por el material recomendado por Boeing.

Según el comunicado oficial de esa línea aérea, jamás se puso en riesgo la operación del vuelo ni estuvieron en riesgo los pasajeros. Aseguraron que es normal este tipo de procedimientos ¿Realmente es normal que un avión tenga un agujero que deba ser cubierto con algún tipo de material adhesivo?

Como en su momento lo hicieron aerolíneas Azteca o Taesa dijeron en su comunicado de prensa que no escatiman en la seguridad de sus pasajeros.

La Secretaría de Comunicaciones y Transportes, encabezada por Gerardo Ruiz Esparza, a través de la Dirección General de Aeronáutica Civil debe establecer medidas que garanticen no sólo la seguridad de los pasajeros, sino la viabilidad financiera que es uno de los primeros indicadores de riesgo.

Analizando

Telemundo tiene ganas de participar en la licitación de televisión abierta en México; sin embargo, su director, Marcos Santana, no tiene muy claro cómo podría hacerlo.

Sabe que tienen un activo verdaderamente valioso como es la generación de contenidos en español y a partir de ahí buscar espacios publicitarios que le permitan a esta cadena competir con Televisa y Televisión Azteca, que le han venido comiendo participación de mercado en Estados Unidos.

Sabe que no pueden entrar directamente, puesto que las bases de la licitación establecen que la participación extranjera está limitada hasta el límite que se autoriza a los mexicanos en el país de origen del inversionista.

Santana sabe que debe evaluar con mucho cuidado el entrar a la nueva competencia en televisión abierta en México cuando tiene una muy profunda relación con Televisa, de Emilio Azcárraga, en telenovelas y series que le generan una gran cantidad de ingresos.

Otra alternativa es ingresar de la mano de Grupo Carso. Aquí existe una gran cantidad de consideraciones que deben hacerse. Primero deberá determinarse si este grupo empresarial decide participar en la licitación de televisión abierta y si cumple con los requisitos que dependen en gran medida de la aprobación de las leyes secundarias de telecomunicaciones y el cumplimiento de las reglas de preponderancia que fijó el Instituto Federal de Telecomunicaciones.

La intención de Telemundo de voltear hacia la licitación de una o dos cadenas de televisión tiene una gran cantidad de aristas que Santana deberá resolver con muchísimo cuidado.

Cumplir

Una vez que los senadores de la República han entrado en la fase final de la discusión de las leyes secundarias en materia de telecomunicaciones, es necesario refrendar cuáles deben ser las líneas de esta discusión final.

Primero. Poner al consumidor por encima de toda regulación, lo que aumentará la competitividad y la eficiencia de este sector.

Segundo. No pueden verse a las telecomunicaciones como un apéndice sino como una parte integral para aumentar la competitividad del país. Son un insumo básico para la transformación del país.

Tercero. Se establecen candados en contra de las prácticas monopólicas, lo que permite el desarrollo de otros competidores que hoy no existen o no se han podido desarrollar como es debido por la falta de un terreno parejo.

Cuarto. Se imponen reglas a favor de los consumidores quienes, además, logran el acceso a derechos que, inexplicablemente, le habían negado algunas empresas.

Quinto. Ahora se requiere que las autoridades, señaladamente el Instituto Federal de Telecomunicaciones, sean inflexibles en el cumplimiento de la ley.

¿Miedo?

Hay quienes dicen que existe una suerte de temor entre los miembros de la Asociación Mexicana de Bancos, presidida por Javier Arrigunaga, sobre el estudio que deberá dar a conocer, si no se le ocurre otro pretexto, a la Comisión Federal de Competencia Económica en los próximos días.

Sería sumamente ingenuo creer que no habrá sectores en los cuales se puede aumentar la competencia. No existe un sólo sector de ninguna economía que no tenga espacio para ser más competitiva. Ciertamente en los bancos de menor tamaño les gustaría que el acceso a las redes y servicios de los demás instituciones de crédito fuera todavía menor.

Sin embargo, el tema no está en los costos de entrada como sucede en muchos otros sectores de la economía. Los bancos más grandes ofrecen una y otra vez a sus competidores darles servicios como operación de ATM’s, operación de tarjetas de débito e incluso algunos otros servicios financieros.

Desde el punto de vista global es necesario comprender que la banca mexicana tiene muy altos estándares de competencia entre sí; similares a los que se tienen en la Unión Europea considerando indicadores como el índice Herfindahl que es tomado como una referencia sobre la competitividad.

Más allá, la estructura del sistema financiero mexicano es muy similar al de Canadá que, normalmente, se considera como bastante competido.

Seamos claros. Lo que se conoce de los avances de este estudio indica que se tratará de un compilado del trabajo de otras autoridades y una serie de recomendaciones bastante superficiales. Hacerlo de otra manera sería una variación en la Comisión Federal de Competencia Económica que se ha distinguido por la baja capacidad del pleno que encabeza Alejandra Palacios.

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