José Yuste

Activo empresarial

José Yuste

4 Jul, 2014

Serie 3, Clase A, Audi Q5 serán mexicanos

México dio el paso para convertirse en un país productor automotriz, pero de automóviles de lujo o deportivos. No lo había logrado.

Si bien durante el sexenio pasado las armadoras invirtieron más, y llegaron otras nuevas, no habíamos podido dar el paso para salir de la fabricación en serie, estándar, a una que implica un mucho mayor cuidado y tecnología. Con el anuncio de BMW para producir modelo Serie 3 en México, se crea una nueva expectativa: traer el mercado de autos de lujo.

BMW se decidió: mil mdd en SLP

BMW acaba de anunciar la instalación de una planta en San Luis Potosí. Varios estados la habían estado solicitando y fue San Luis Potosí el ganador.

BMW invertirá mil millones de dólares para producir su famoso modelo Serie 3, el automóvil que adquirió desde el año 2001. En México a partir del año 2019 quieren llegar a fabricar 150 mil unidades al año.

El anuncio de la automotriz alemana para San Luis Potosí se suma a otras dos automotrices de lujo que ya anunciaron su llegada en México: Daimler con Renault-Nissan y Audi.

Daimler otros 850 mdd con Renault-Nissan

Daimler junto con Renault-Nissan han hecho una alianza para invertir en México en una planta de Aguscalientes.

Ahí invertirán entre 850 y mil 200 millones de dólares.

El objetivo: producir automóviles de lujo.

Mercedes-Benz fabricará su compacto clase A, con nueva plataforma de tracción delantera. Mientras que Nissan podría fabricar su serie Infiniti.

Desde luego, las automotrices ya tienen presencia con plantas en Estados Unidos, pero la presencia en México es estratégica, pues manteniendo la misma calidad en la fabricación automotriz sí pueden abaratar costos por mano de obra e insumos más baratos.

Audi, mil 300 mdd para Ciudad en Puebla

También se encuentra el caso de Audi, la división de lujo de Volkswagen.

Aquí debemos decirlo: fue el gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle, quien hizo una labor para convencer a la automotriz de venir e instalarse en Puebla.

Allí harán la Ciudad Audi, desde donde se fabricará el modelo Q5. La inversión será por mil 300 millones de dólares.

Y, desde luego, se trata de darle facilidades fiscales a las armadoras y convencerlas de la existencia de infraestructura: carreteras, accesos en avión, salidas por puertos. Y, por supuesto, infraestructura básica como electricidad, agua y pavimentación.

México, cuarto exportador, pero ahora de lujo

México se convierte en el octavo país productor de vehículos y el cuarto exportador mundial.

Pero tiende a consolidarse como un productor con más valor agregado, con mayor tecnología que, si lo aprovecha, puede atraer las cadenas productivas y la investigación.

Nuestra brecha es tecnológica: todavía no hacemos ni los modelos ni la tecnología en México. Pero la podríamos llegar a hacer. El reto es claro: generar tecnología en nuestro país y, cada vez más, tener cadenas productivas donde las empresas mexicanas puedan sustituir las importaciones.

Si bien los vehículos en México son obra de la globalización, donde una parte se fabrica en un país, otra en otro, y termina ensamblándose en México, lo cierto es que el contenido nacional de los vehículos sí puede elevarse. Ahí está el reto: tener mejores proveedores, más cadenas productivas internas y, desde luego, tratar de crear tecnología en el país con una mano de obra que debe ser cada vez más calificada.

Estamos en un momento inmejorable para aprovechar la llegada de automotrices de lujo en México.

Crecimiento bajo y preocupa inseguridad

Los analistas consultados por el Banco de México bajaron su pronóstico de crecimiento para 2014.

Lo situaron un poco menor del 2.7% que habían pronosticado un mes antes, para poneerlo en 2.65 por ciento. Recordemos que Hacienda ya lo bajó a 2.7 por ciento.

Lo preocupante es el factor que los analistas siguen poniendo como el principal freno de la actividad económica: la inseguridad.

El segundo lugar sigue siendo la debilidad del mercado interno.

El 2.65% de crecimiento para 2014 sigue siendo un pobre desempeño.

El gasto público contracíclico, que nos llevará a un déficit público de 1.5% para este año, debería entrar en acción para apoyar el crecimiento. Según los reportes trimestrales de Hacienda, el ejercicio del gasto se lleva con cierto adelanto con respecto a otros años. Sin embargo, el crecimiento todavía no llega.

La acción del gasto público todavía se está tardando. Y otra vez nos recuerda que el crecimiento es una asignatura pendiente de la política económica, en donde el actual gobierno prometió que con reformas podremos alcanzar un crecimiento de 5% anual a finales de la presente administración. Esperemos.

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