Enroque sin rey

Esta semana estuvo marcada por el anuncio realizado por América Móvil y no es para menos se trata de un hecho inédito a escala global. Es una suerte de enroque sin rey, dado que con la medida se saca el punto más vulnerable en el tablero y con eso se acoraza una posición ofensiva.

Desde el siglo XIX empresarios como Rockefeller se resistían a las medidas antimonopólicas y se requirió la contundencia y fortaleza de un presidente con una biografía como la de Theodor Roosevelt.

Por ello es que el movimiento planteado por Carlos Slim es inédito, no por la escisión de activos que esa ha sido común en muchas empresas sino por la naturaleza de la decisión. La medida tiene un carácter preventivo para evitar un posible fallo adverso del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) en cuanto a la vinculación con Dish.

Las ventajas de la medida preventiva es que le permitirá escoger qué activos vender aunque las autoridades tendrán que dar el visto bueno y es evidente que impondrán exigencias muy específicas. No obstante ello, América Móvil puede vender a mejor precio ya que no hay una determinación que la obligue entonces el qué, el cómo y el cuándo están en su cancha.

El anuncio ha generado reservas que se han hecho patentes en el fuerte señalamiento del subsecretario de la SCT, José Ignacio Peralta, quien afirmó que no habrá simulación. Dentro de una estrategia empresarial parece difícil que Carlos Slim vaya apostar por la simulación debido a que los riesgos de un engaño sobrepasan por mucho los beneficios.

La venta de activos tendría que ser de 30 por ciento o hasta 40 por ciento de la operación para tener un extenso margen de maniobra que no deje dudas con respecto al abandono de la condición de  preponderante de manera permanente.

Para América Móvil el ciento por ciento de la operación en México representó en 2013 ingresos por 275 mil millones de pesos mientras que globalmente la compañía registró ingresos de 786 mil millones de pesos.

Además de la inminencia regulatoria hay otro argumento que respalda la decisión y es el poder incursionar a la radiodifusión que es un segmento  que más allá de la rentabilidad tiene un peso específico importante en la esfera pública lo que conlleva poder político.

Aunque en entrevista con Reuters, Carlos Slim dijo que proyecta concretar la venta de los activos en los próximos seis meses o menos los tiempos dificilmente coincidirán con las licitaciones de televisión abierta digital a escala nacional. Sin embargo, no hay que descartar que América Móvil tiene todas las herramientas financieras y de experiencia para plantear una atractiva alianza con cualquiera de los ganadores de las licitaciones.

En conclusión, el movimiento de América Móvil se da en el sentido correcto para un futuro de mediano y largo plazos de la compañía en México con el reto plantear con mucha claridad sus movimientos.

El gran ganador del episodio es el presidente Enrique Peña Nieto porque logró avanzar en donde sus predecesores fracasaron miserablemente, esto le da credibilidad de cara a las reformas que están gestándose.

El gran reto que hay por delante en el sector recae en el Instituto Federal de Telecomunicaciones que tendrá que dar seguimiento para que la pluralidad en contenidos y servicios se traduzca en una intensa competencia que tenga por resultado de un servicio de internet mejor y más barato.

Es momento de que se comience a volver a impulsar la agenda digital del país con estrategia para completar los objetivos de la reforma como inclusión digital.

México comienza a asomarse al siglo XXI con la promesa de cumplir un potencial largamente esperado con rey o sin él.