Alicia Salgado

Cuenta corriente

Alicia Salgado

18 Jul, 2014

Hyundai-Kia, a un paso de la frontera

Hace tres años todavía, se comentaba local y nacionalmente que no llegaría ninguna inversión extranjera fuerte a Nuevo León debido al tema de la inseguridad; sin embargo, las cosas  han cambiado en parte por el decidido apoyo del gobierno federal en este rubro para la implementación de la estrategia que ha ejecutado el gobernador Rodrigo Medina con la nueva policía, conocida como Fuerza Civil.

Bueno, la reducción probada de los índices de seguridad, con el sustancial mejoramiento de la conectividad en materia de infraestructura carretera y ferroviaria que tiene Nuevo León, ha logrado su primer gran acierto.

Esto porque está a punto de cerrar la más importante inversión en materia automotriz, puesto que el mandatario estatal se entrevistó en Seúl la semana pasada, tanto con Chung Mong-Koo, presidente del Consejo de Administración de Hyundai Motor Group, como con el CEO de Kia Motors, Hyoung-Keun Lee, para firmar un Memorándum de Entendimiento.

Kia es subsidiaria de Hyundai-Kia Automotive Group, y la decisión de establecer la planta en Monterrey —la sexta que tendría en el extranjero y la primera en la región latinoamericana y que tendrá capacidad para armar 300 mil vehículos— se tomó considerando la cercanía de esta ciudad con Texas, el tratado de libre comercio, la relación cambiaria-peso dólar y la posibilidad de exportar libre de arancel y, sobre todo, la calidad y competitividad de la mano de obra mexicana.

Kia tiene dos plantas, una en Georgia y otra en Alabama, Estados Unidos, que ya alcanzaron su máxima capacidad, por lo que el ubicarla en Monterrey, les facilitaría su exportación y resolver la reducción de su capacidad de suministro en el dinámico mercado de Estados Unidos.

Se comenta que la inversión rondaría los mil millones de dólares y que producirá inicialmente modelos de tamaño pequeño, como el K3, el Pride y el Soul y, es cuestión de días para que se haga el anuncio formal, pues espera que la producción inicie en 2016, un par de años.

De Fondos a Fondo

El año pasado, México fue anfitrión del Primer Foro Internacional: Políticas Públicas de Empleo y Protección Social, organizado en coordinación con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el titular de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, Alfonso Navarrete Prida, asistirá la próxima semana a la segunda edición de este foro, a realizarse en la Casa de América en Madrid, España.

En el marco del evento, en el que ministros del Trabajo y Empleo y jefes de delegaciones analizarán, entre otros retos del mundo del trabajo, las “políticas macroeconómicas para un crecimiento creador de empleo” y las “estrategias de activación y mejora de las condiciones de trabajo”, el secretario Navarrete Prida sostendrá también encuentros bilaterales con el director general de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Guy Ryder, y el secretario general de la OCDE, José Ángel Gurría, así como con otros de sus colegas, como la ministra de Empleo y Seguridad Social de España, Fátima Báñez.

Y a propósito del mercado laboral mexicano. La atención que se está prestando al desarrollo del conflicto entre ASSA, que lidera Ricardo del Valle, y Aeroméxico, que dirige Andrés Conesa, por la implementación del contrato B a los nuevos sobrecargos que se contraten, no es un caso aislado. Todos los ojos empresariales ven lo que suceda, pues ésta es, tanto para la Secretaría del Trabajo como para el Poder Judicial, la prueba de fuego para demostrar que en México las reformas legislativas se realizan para cumplirse.

El objetivo fundamental de la reforma laboral fue el flexibiizar el mercado de trabajo, y eso no implica pauperizar trabajadores, sino modificar condiciones de contratación colectiva acordes con un mercado laboral, que tiene más demanda que oferta y hacer competitivos los costos de la mano de obra formal entre pares de industria tanto en México como fuera del país.

Le contaba hace apenas unos días que Artha Desarrolladora, que comandan Germán Ahumada Alduncín y Carlos Gutiérrez Andreassen, llevó a cabo la reunión el pasado 12 de junio del Comité Técnico de su fideicomiso de Certificados de Capital de Desarrollo (CKD), que tuvo como agentes colocadores a Casa de Bolsa  de BBVA Bancomer de Grupo Financiero BBVA Bancomer, que conduce Vicente Rodero, y Casa de Bolsa Banorte Ixe de Grupo Financiero Banorte, que preside Guillermo Ortiz, y que iba por mil 559 millones de pesos (mdp) a diez años.

Comparto con usted el destino que tendrá el primer llamado de capital que llevó a cabo Artha esta misma semana.

Anote los siguientes desarrollo. En primer está el Centro Comerciale el Arenal, localizado en la delegación Xochimilco, DF, y que cuenta ya con 22% de la superficie rentada a Cinemex e Interlingua, el total de la inversión es de 268 mdp.

Centro Comercial Kukulkán, en Mérida, Yucatán, se encuentra en proceso de negociación para que se instale una Bodega Aurrerá, la que tendrá 52% del área rentable, con una inversión total de 172 mdp.

Centro Comercial Azcapotzalco, en el DF, está por cerrar las negociaciones con Bodega Aurrerá y Cinemex, entre ambos rentarían 59% de la superficie, y demanda una inversión total de 219 mdp; mientras que en la ciudad de Veracruz se ubica el Centro Comercial Villa del Mar, el que demanda una inversión total de 415 mdp.

En Tijuana, Baja California, va por un desarrollo mixto que incluye centro comercial, oficinas, hotel y vivienda, el que demanda mil 043 mdp de inversión total.

Para el Estado de México, en Atizapán, anótele el proyecto de oficinas conformado por nueve torres, denominado Tecnopolo, con un monto total de inversión de 347 mdp.

De los anteriores proyectos propuestos, en cada uno de ellos la inversión aprobada que lleve a cabo el CKD, no podrá rebasar el monto equivalente al 19.99%, por que así lo establece el reglamento del fideicomiso. Hay que recordar que Artha lanzó el primer llamado de capital por 415 millones de pesos.

En todos los proyectos, la empresa considera un retorno de inversión de al menos 16%; destaca el caso de Tecnopolo, en el que considera un retorno de inversión de 19.2%, así como el desarrollo de Tijuana, con 18.2 por ciento.

Ya le contaba que Artha busca invertir en el desarrollo, adquisición, comercialización y operación de inmuebles en arrendamiento en nuestro país para uso comercial, de oficinas, industria y uso mixto.

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