Adina Chelminsky

Aprendiz de brujo

Adina Chelminsky

25 Jul, 2014

Bla Bla Bla, el arte perdido de las conversaciones de negocios (Primera de II partes)

La paradoja de nuestros tiempos…

Construimos más computadoras que almacenan más información, pero nos comunicamos menos.

Doctor Bob Moorehead

Tiempos modernos. Tenemos decenas de herramientas de comunicación a la mano. Herramientas que nos conectan con personas en el otro extremo del mundo (o en la oficina contigua) en milésimas de segundo. Y aun así, una de las capacidades que más hemos perdido como empresarios es la de darnos a entender con la gente. Los malentendidos, asumir cosas incorrectamente y tomar cosas fuera de contexto son cada vez más comunes

Entre más tenemos chats, WhatsApp, SMS, MMS, e-mails, intramails, inboxes, twitts y DMs, medios indudablemente costo-eficientísimos, más nos cuesta trabajo entablar relaciones humanas que son indispensables para la vida empresarial.

A la hora de pedir una factura o agendar una cita o alguna de las miles de minucias de las que depende un negocio estos medios pueden ser extremadamente útiles, pero no lo son para generar conexiones.

Toda esta comunicación por escrito, que bien sirve para decir “te lo dije… te lo escribí… consta que lo mandé”, nos ha acostumbrado a hablar HACIA la gente y no CON la gente. El diálogo se está perdiendo.

Nuestras pláticas por escrito se vuelven unilaterales, con expectativa de respuesta inmediata y sin cuidar las formas y los contextos. Somos tan adeptos a los correos y textos que muchas veces nos comunicamos con la gente del escritorio de al lado por este medio.

Y, además, estamos tan acostumbrados a estos medios, que empezamos a hablar como escribimos. 

Quizá una de las “artes” que como empresarios debemos retomar es el arte de la conversación frontal. Y no, no porque vayamos a organizar una tertulia con nuestros clientes, sino porque buscar la conversación personal es una de las mejores maneras de generar relaciones humanas y esa es la base de cualquier negocio.

El entablar conversaciones en persona (con toda la logística, flojera, desplazamiento que implica) es fundamental tanto con clientes y clientes prospectos como con proveedores y empleados. 

Olvidar los correos y medios escritos a favor de las conversaciones es importante por cuatro razones principales. Primero, porque resuelve cosas de manera más rápida. ¿Qué podrá ser más rápido que un mensaje de texto que viaja en milésimas de segundo? Nada. Pero generalmente resolver situaciones o llegar a acuerdos toma una infinidad de correos. Muchas veces una plática es más efectiva para dar solución a cierta situación que las decenas de mensajes que se mandan y se contestan.

Segundo, el tener una pantalla de por medio anula el contexto en el que se dan las cosas y lleva a muchos malos entendidos. No importa cuántos emoticones y LOL decoren tus mensajes, muchas veces la intención con la que alguien escribe un mensaje no es la misma con la que otra persona lo lee. Ver a la persona a los ojos y observar su actitud corporal y tono de voz es mucho más indicativo de la situación y te permite un mejor análisis de lo que está pasando.

¡Ojo!, es muy claro que los medios electrónicos de conversación llegaron para quedarse. Imaginar un futuro de “puras visitas de oficina” es irrisorio. Aun así es fundamental no olvidar la importancia de la comunicación personal.

¿Cómo hacerlo? Por si están un poco oxidadas tus habilidades, la próxima semana en esta columna tendremos algunos consejos prácticos para ser un gran locutor en persona.

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