Jesús Alberto Cano

Colegio Nacional de Economistas

Jesús Alberto Cano

4 Ago, 2014

Alto crecimiento en Estados Unidos y su reflejo en la economía mexicana por la creciente importancia de la industria automotriz

Ha habido buenas noticias económicas en los últimos días: por un lado, el informe de crecimiento de Estados Unidos en el segundo trimestre, que acaba de concluir, con 4% en base anual, muy por arriba de lo esperado, y viniendo después de la caída (-2.1%) registrada en el trimestre anterior.

Papel importante ha desempeñado la industria automotriz en México, que se ha desarrollado cercanamente al mercado estadunidense.

Por ejemplo, se ha diversificado y ha venido produciendo fuerte, principalmente para exportar. Además, han surgido noticias recientemente de otras empresas automotrices que se programan para producir desde México, por los avances del país en ese sector y por su cercanía al inmenso mercado estadunidense.

Por su parte, la industria de autopartes, que ha sido un gran éxito desde décadas pasadas, no es ensambladora, sino productora de componentes de automóviles, algunos para los ensamblados en México y parte también para exportar.

Evidentemente el segmento automotriz de ensamblaje mexicano se ubica dentro del “top diez mundial”, cuyo crecimiento se explica, entre otros factores, por el desarrollo que se dio de “una red de proveeduría eficiente”.

La industria de autopartes está integrada por empresas que fabrican partes y componentes para las ensambladoras de vehículos; para los mercados de equipo original, y para los de repuesto y refacciones. Por su especialización, definida por el desarrollo tecnológico del producto y por su función dentro de la cadena de suministro, las autopartes se agrupan en tres grupos de proveedores:

Los del primer nivel, de la parte alta de la cadena, que requieren trato directo con las ensambladoras, que proveen los sistemas complejos terminados y módulos ensamblados listos para su montaje final. Son integradoras de sistemas más simples que forman parte de uno más sofisticado.

Los del segundo nivel son los abastecedores de los del primer nivel. Fabrican componentes menores y subensamblajes que después son integrados a sistemas o módulos completos, como partes forjadas, estampadas, filtros de aire, molduras, juntas y mangueras, entre otros.

Finalmente, los del tercer nivel producen insumos o materiales para proveer a los del segundo nivel, como pinturas, tornillos, algunos plásticos y textiles, entre otros.

De hecho, la industria de autopartes ha tenido en México un desarrollo paralelo al del ensamblador para acortar su cadena de suministros, por lo que sus proveedores inmediatos se han establecido cerca de las plantas ensambladoras para acortar tiempos, costos de entrega y de inventarios: (just in time). De hecho, han crecido simultáneamente con el crecimiento de la industria automotriz.

Actualmente existen más de mil 200 productoras de autopartes en el país, según investigación de Fausto Barajas.

Por su parte, el dólar estadunidense se fortaleció hacia el cierre del mes pasado, como consecuencia de (1) las expectativas de un pronto ajuste a la política monetaria del Banco Central de Reservas, de ponerle fin a la compra de activos, ahora que su economía parece haberse recuperado, y (2) por la decidida reacción de Estados Unidos a la problemática deuda argentina.

De ahí, el peso mexicano se debilitó hacia el cierre de julio como consecuencia del fortalecimiento del dólar por los dos acontecimientos mencionados. La paridad del dólar frente a la moneda mexicana tuvo una depreciación de 1.68%, equivalente a 22 centavos en torno a 12.90, en que su cotización interbancaria acabó en julio, en 13.20.

Revela el temor del mercado respecto de en cuánto tiempo se reflejará el reciente fortalecimiento de su economía en su política económica, y la probabilidad de que las bajas tasas de interés se elevan relativamente pronto fortaleciendo al dólar.

También entra en consideración la reacción del gobierno argentino, que, liderado por su presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, que ha asumido una respuesta dura y altamente crítica de Estados Unidos, en esta segunda ocasión de crisis de deuda, en poco más de una década. Acusó a Estados Unidos de “bloquear su pago de deuda”.

Aunque los analistas financieros consideran que es poco probable que se contamine a Latinoamérica, y menos a México, las primas por coberturas de riesgo han aumentado en nuestro país 15%, Perú y Brasil 13% y Colombia 12%. Lo importante es que ahora no se percibe que haya una reacción negativa global al problema, a diferencia de los efectos “tequila” y “tango” del pasado.

(*) Presidente de la Federación de Colegios de Economistas de la República Mexicana, A.C.

@acanovelez

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