Guerra en el mundo; paz en los mercados

El mundo anda convulsionado. Y sin duda sorprende el estoicismo con el cual los mercados financieros globales han aguantado los recientes acontecimientos de todo tipo en el planeta
Economía -
El viernes el Banco Central Europeo, presidido por Mario Draghi, mantuvo su tasa de referencia en 0.15 por ciento, su mínimo histórico. Foto:  AFP
El viernes el Banco Central Europeo, presidido por Mario Draghi, mantuvo su tasa de referencia en 0.15 por ciento, su mínimo histórico. Foto: AFP

CIUDAD DE MÉXICO.- Acontecimientos los hay de toda índole: los propiamente económicos, como la posibilidad de que la Reserva Federal de Estados Unidos (la Fed) empiece a subir las tasas de interés antes de lo que se venía anticipando, y los riesgos de deflación en Europa; la suspensión de pagos de Argentina, detonado por una orden judicial; y sobre todo los bélicos.

Aquí se pueden enumerar varios, y revelan el precariedad del actual orden mundial o, directamente, su desorden: uno, el enredo ucraniano, quizás el más delicado de entre todos los riesgos geopolíticos actuales; dos, la guerra de Irak, propiciada por el avance de un grupo extremista suní, el Estado Islámico, que ha desestabilizado la región de Oriente Medio; y tres, el eterno conflicto árabe-israelí.

Por supuesto, hay más. En estas pugnas todavía China, la gran potencia emergente, no ha abierto la boca. Y no lo hace porque está más interesado en sus confines marítimos, donde el gigante amarillo presiona para cambiar el estatus quo. Lo hace contra Corea del Sur y Japón en el Mar de China Oriental, y contra varias naciones vecinas (Vietnam, Filipinas, Taiwán, Singapur, Malasia, Brunei) en el Mar del Sur de la China, donde disputa el control de un buen número de peñascos e islotes junto con sus aguas territoriales.

Dominar esos mares significaría no sólo tener acceso a sus fondos pesqueros y a los posibles yacimientos de petróleo y gas sino, sobre todo,  tener el control del nodo marítimo de mayor tráfico del mundo. Por tanto, también en aquella remota región, en medio de una agresiva retórica nacionalista, se incrementan los presupuestos de defensa y se acentúa la escalada armamentística.

Para tener una idea general de lo que está pasando en el mundo y de lo que está moviendo a los mercados, veamos brevemente cada uno de estos asuntos y cómo se lo están tomando los inversionistas.

En la balanza

En Estados Unidos, el potente crecimiento de 4 por ciento de su economía en el segundo trimestre, la fortaleza exhibida por el mercado laboral, en donde la creación de empleo ha superado los 200 mil puestos de trabajo durante los últimos seis meses, y el reciente repunte inflacionario han intensificado las presiones sobre la Fed para que mande el mensaje de que podría empezar a subir las tasas de interés antes de lo que tenía previsto.

La Fed aún no ha modificado el discurso, pero en la última reunión ya hubo un disidente, Charles Plosser, quien no estuvo conforme con el mensaje que ha reiterado la Fed de que mantendrán las tasas bajas por un “tiempo considerable” una vez que el programa de compra de activos haya concluido.

En Europa, la situación es distinta y sin duda, más incómoda. Se ha desatado una “guerra ambigua” en Europa del Este (Ucrania), y el resto de los conflictos geopolíticos (Irak, Gaza, Siria) se desarrollan en los límites de su territorio, por lo que el impacto económico y financiero ha sido más notorio. Además, la economía europea en su conjunto crece poco, Italia ha vuelto a entrar en recesión, el desempleo se encuentra en niveles insoportables, el crédito sigue estancado y, lo peor, hay riesgos de deflación. Mientras la Fed empieza a tocar retirada y contempla la posibilidad de adelantar el inicio del ciclo de subida de tasas, el Banco Central Europeo (BCE) apenas se plantea, en medio de ríspidas discusiones, si se precisa inyectar más dinero a la economía mediante programas de compra de bonos para salvar a una economía que permanece deprimida.

El tema de Argentina es una tragicomedia que tiene como protagonistas la rapiña de unos “fondos buitre” y la fanfarronería de un gobierno que se regodea con el “default”, y que le ha redituado a su presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, mayores cotas de popularidad. Pero sus repercusiones globales serán limitadas, y su solución llegará bien en los próximos días a través de un acuerdo entre privados (bancos extranjeros y empresarios) que estarían dispuestos a pagar la deuda a los “fondos buitre” para destrabar la situación, que es lo más probable que ocurra, o bien hasta enero de 2015.

En el caso de las guerras, el conflicto más preocupante es el de Ucrania, resultado de la fractura del imperio soviético. Además de las hostilidades armadas entre el gobierno ucraniano y los rebeldes separatistas prorrusos, se ha desencadenado una guerra de sanciones entre Estados Unidos y la Unión Europea contra Rusia. El derribo del avión comercial de Malaysia Airlines provocó la imposición de sanciones económicas más firmes contra el gobierno de Vladimir Putin, abarcando sectores tan sensibles como el financiero, el energético, el de defensa y el de tecnología.

La respuesta de Rusia fue una mayor concentración de tropas en la frontera del este de Ucrania, lo que hizo temer que Moscú estuviera planeando una intervención militar que pudiera acontecer bajo el pretexto de preservar la paz en la región, pero cuyo último propósito fuera ayudar a unas fuerzas separatistas prorrusas debilitadas.

De momento, esa posibilidad se ha quedado en mera amenaza: Rusia no se atrevió dar el paso definitivo. Por el contrario, pareció dar un paso atrás: en represalia por las sanciones económicas de occidente, se limitó a anunciar la prohibición de importar productos agroalimentarios de Estados Unidos y Europa.

Pero además dijo haber concluido unas prácticas militares cerca de la región del conflicto, y se ofreció de mediador entre Ucrania y las fuerzas separatistas en un esfuerzo por reactivar una solución diplomática. Esas decisiones han contribuido a relajar las tensiones en el conflicto de Ucrania y Wall Street lo celebró con un rally bursátil el pasado viernes. 

El regreso de los ataques aéreos de Estados Unidos a Irak tres años después de que Barack Obama decidiera sacar a sus tropas de ese país tampoco asustó a los mercados. Por el contrario, todo el mundo parece feliz, incluyendo al mundo árabe, con esta intervención militar que según Obama persigue tres fines: proteger los intereses estadounidenses, ayudar a los kurdos contra la ofensiva de los yihadistas, y evitar el genocidio de minorías religiosas y étnicas.

Lo cierto es que los extremistas del Estado Islámico, un grupo suní más violento que Al Qaeda y que pretende instaurar un califato en la región, son vistos como una amenaza desestabilizadora por las principales potencias de Oriente Medio, incluyendo los enemigos tradicionales de Estados Unidos, y ha redibujado, al menos de manera coyuntural, una nueva política de alianzas en la que por primera vez en mucho tiempo se miran con simpatía Estados Unidos, Irak, Siria, Irán, Líbano y Arabia Saudí. Esa alianza ha provocado que los precios del petróleo, que en este tipo de conflictos suele dispararse, hayan descendido, contrariamente a lo que se podría esperar. Finalmente, la guerra de Israel en la Franja de Gaza es el eterno conflicto con el que los mercados ya están habituados a convivir.   

Por tanto, y frente a un mundo convulso, los mercados han resistido bastante bien, sobre todo Wall Street. El S&P’s 500 acabó la semana pasada con ganancias y pese al reciente declive, está a sólo un 2.8 por ciento de su récord histórico del 23 de julio. La tasa del bono de 10 años de Estados Unidos, pese a las presiones de la Fed, se ha hundido ante la aversión al riesgo y tocó el viernes un nivel de 2.37 por ciento, un mínimo desde junio de 2013. Europa, por su cercanía a los conflictos, ha sufrido más: el Dax de Fráncfort y el CAC-40 de París han llegado a perder más de un 10 por ciento desde su reciente máximo. En México, en medio del optimismo por las reformas, casi no se ha notado: el IPC conserva de momento los 44,000 puntos y se encuentra a menos de 4 por ciento de su récord histórico de enero de 2013. Sí, el mundo anda en guerras, pero no por eso se ha quebrantado la paz de los mercados.

* Director de llamadinero.com

 

 

Tips para tus finanzas personales directo en tu correo.
Al registrarme acepto los términos y condiciones

  TAGS

Taboola
Icono de te puede interesar de en dineroenimagen

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR