Pedro Alonso

Consejería

Pedro Alonso

14 Ago, 2014

Los mercados en su fase especulativa

Los mercados confirmaron ayer el ascenso que empezaron a mostrar desde el viernes pasado, al encontrar ese nivel que mencioné en días previos como una zona de estabilización. Me atreví a decir lo anterior antes de ver algún síntoma evidente por razones técnicas —esas se “ven” en las gráficas y en los indicadores numéricos— que compartí en este espacio y porque como quizá usted recuerde, amigo lector, aventuré el diagnóstico de una mayor volatilidad, lo que me hizo pensar que después de ver bajar a los mercados en Estados Unidos entre 4% y 5% en más o menos una semana, pensé que el movimiento se revertiría, más o menos con las mismas características, cosa que está ocurriendo, pues el S&P 500 ha subido algo más de 2% desde el viernes pasado.

Este comportamiento lo hizo pese a que en Japón se anunció una caída de -1.7% en el PIB del segundo trimestre a consecuencia de un aumento en los impuestos a las ventas y en los Estados Unidos durante el mes de julio las ventas al menudeo no registraron crecimiento alguno, cuando en junio habían crecido 0.2%. El dato de julio marca una serie de reducciones desde que en abril pasado el crecimiento de esta actividad mostró un alza de 1.5 por ciento.

Al final, parece que subyace en los participantes la idea de: si la economía no se acelera demasiado, es posible que la Fed retrase su decisión para subir la tasa de interés, tema que decididamente hace que todos los demás —a falta de resultados corporativos— asuntos que preocupan al mercado pasen a ocupar un lugar secundario en escenario. Esto es parte del ambiente especulativo que supuse sería —y lo está siendo— el suelo en donde los mercados caminarían en los próximos meses.

En México, en donde hemos tenido un mercado igualmente volátil, pero con una recuperación más rápida dentro del desarrollo de una consolidación más en la trayectoria alcista que tenemos desde marzo, ayer, después de haber tenido unas primeras horas de operación que llevó al IPC hasta casi los 45,000 puntos, inició a la mitad de la jornada un descenso que lo hizo terminar al mismo nivel del cierre del martes (bajó -0.02%).

Técnicamente es explicable a partir de haber alcanzado una resistencia visible y reciente, además de estar operando en la línea de retorno, del alza muy leve, que inició en julio del año pasado. Lo anterior no necesariamente es, desde mi punto de vista una mala idea, pues prefiero que una eventual siguiente alza, parta de una consolidación un poco mayor en términos de tiempo, que lo que la actual ha mostrado. En las tres consolidaciones previas —las que están dentro del alza que inició en marzo pasado— la duración ha estado entre los 17 y los 20 días, por si le sirve el dato.

Alguien me dijo al ver el cierre de ayer y la baja intradía que describí, que quizá se debía al anuncio que hizo Banxico en su Informe Trimestral, respecto de la reducción en su estimación del PIB para 2014. Pienso que no, pues para nadie resulta una sorpresa ya que nuestro banco central ya había dado señales de poder tomar esta decisión, entre otras cosas porque su pronóstico anterior lo hizo antes de conocerse el dato del PIB del primer trimestre publicado por el INEGI el 23 de mayo pasado que resultó en 1.8 por ciento.

Así, Banxico disminuyó el rango de su estimación para el crecimiento del PIB en 2014 de 2.3%-3.3%, de mayo pasado, a 2.0%-2.8%, ahora en este Informe Trimestral. Es decir, si tomamos el punto central de los rangos mencionados, la estimación varió de 2.8% a 2.4%, lo que está más cerca de las estimaciones del Sector privado y del FMI. Como también se nota, el intervalo se redujo ante el rango de estimación del mes de mayo y el de ahora, en agosto. Disponer de mayor información permite precisar las estimaciones.

Lo anterior confirma también que la inflación tendrá la ventaja —si así se le puede llamar— de un crecimiento débil —en realidad, no es ventaja alguna—, para mantenerse en niveles similares al actual, en las cercanías de 4%, para el cierre de este 2014, con la expectativa de una disminución importante en 2015 más próximo al objetivo de 3% anual. Si esto se logra a la par de una economía que crezca alrededor de 4% en ese próximo año, las cosas habrán salido razonablemente bien, después de todo. Suerte.

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