¿Qué vio Banxico para reducir el pronóstico de crecimiento?

Ayer el Banco de México, en la presentación del informe trimestral de inflación, recortó de nuevo sus expectativas de crecimiento para el PIB
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La revisión de Banxico viene casi una semana antes de que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) publique el próximo jueves 21 de agosto el dato del PIB real para el segundo trimestre. Foto: Getty
La revisión de Banxico viene casi una semana antes de que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) publique el próximo jueves 21 de agosto el dato del PIB real para el segundo trimestre. Foto: Getty

CIUDAD DE MÉXICO.- En medio de la euforia por la Reforma Energética, las expectativas de crecimiento para este año siguen languideciendo. Ayer el Banco de México (Banxico), en la presentación del informe trimestral de inflación, recortó de nuevo sus expectativas de crecimiento para el PIB de 2014. Su nuevo pronóstico es que se expanda en un rango de entre 2 y 2.8 %, comparado con un pronóstico previo de entre 2.3 y 3.3 por ciento.

De hecho, el año lo empezó previendo un crecimiento de entre 3 y 4 por ciento. Así, esos nuevos números de Banxico dejan casi fuera la previsión de crecimiento de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), que estima una expansión del Producto Interno Bruto (PIB) de 2.7% para el 2014 (el año lo inició con una expectativa de crecimiento de 3.9%). Nos tememos que también la SHCP, encabezada por Luis Videgaray, tendrá que revisar a la baja su pronóstico.

Cautela

En el sector privado la tendencia es la misma, y ya se ubican también por debajo del pronóstico de la SHCP: la última encuesta de Banxico entre especialistas del sector privado, publicado a principios de agosto, mostraba que el consenso de analistas estimaba una expansión del PIB de 2.56% para 2014, cuando a principios de año preveían un crecimiento de 3.4 por ciento.

La revisión de Banxico viene casi una semana antes de que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) publique el próximo jueves 21 de agosto el dato del PIB real para el segundo trimestre, lo que puede detonar, a su vez, otra oleada de revisiones a la baja para el PIB de 2014 en el sector privado.

¿Qué está viendo Banxico en las cifras económicas para el segundo trimestre para que, adelantándose al reporte oficial del PIB, recorte su estimación?

Nos tememos que, inesperadamente, estima un crecimiento económico aún menor que el observado en el primer trimestre, el cual fue de 1.8 por ciento. De hecho, así lo prevemos nosotros: el pronóstico de Dinero Llama Dinero es que el PIB crezca apenas 1.4 por ciento en el segundo trimestre respecto al mismo periodo de 2013.

Sólo basta con ver lo que pasó en el sector industrial, cuyo crecimiento se desaceleró a 1% en el segundo trimestre comparado con una tasa de 1.6% del primer trimestre.

Aquí la Semana Santa jugó en contra de la economía mexicana, contrarrestando el efecto positivo que tuvo durante el primer trimestre. Dicha festividad se celebró, este año, en abril, cuando en 2013 fue durante el primer trimestre del año, en el mes de marzo. Eso significó menos días laborales en abril, lo que implicó una caída anual en la actividad industrial de 1% durante ese mes, lo que afectó el balance para todo el segundo trimestre para dejarlo en un mero 1 por ciento.

Se modera la industria

En consecuencia, la manufactura, que representa prácticamente la mitad del sector industrial, se frenó de una tasa de 4.4% en el primer trimestre a casi la mitad en el segundo (2.4 %) debido al mal desempeño de rubros como la industrial textil, la fabricación de maquinaria y equipo, o la fabricación de computadoras y de aparatos eléctricos.

A su vez, el sector de minería continúa en recesión, toda vez que acumuló su sexto trimestre consecutivo con tasas negativas, incluso en el segundo trimestre acentuó su contracción ya que pasó de una caída de 0.5% en el primer trimestre a una contracción de 1 por ciento.

El componente de “servicios públicos” (agua, gas y electricidad) se mantuvo estable, con un crecimiento de 1.4% en el segundo trimestre.

Cabe señalar que el mal desempeño que tuvo la manufactura y la minería contrarrestó la mejora en la industria de la construcción, repunte que quizás fue la mejor noticia del segundo trimestre.

Aunque el sector de la construcción todavía no ha salido de la recesión, está a punto de lograrlo tras siete trimestres de caídas consecutivas.

En el segundo trimestre, la actividad de construcción se redujo un 0.6%, comparado con la caída de 2.6% en el primer trimestre, una reducción de 4.6% en el cuarto trimestre de 2013, y una baja de 6.6% en el tercer trimestre del año pasado. Por tanto, la construcción ya tocó fondo y va de salida, y se prevé que durante la segunda mitad de 2014 ya aporte crecimiento al PIB de México, conforme el sector de edificación de vivienda se recupera tras el cambio de modelo establecido por la administración de Enrique Peña Nieto, en donde el gobierno ejecuta planes de inversión en infraestructura pública. De hecho, el componente de edificación ya registró una tasa positiva en el segundo trimestre al crecer un moderado 0.5 por ciento.

Con menor dinamismo

Pero no solamente el sector secundario se ha debilitado en el segundo trimestre. A falta de conocerse el dato de junio, la misma tendencia se observa en el sector terciario, o de servicios y comercio. En el periodo abril-mayo, el componente de servicios, que representa aproximadamente 60% del PIB, creció 1.2% con respecto al mismo periodo de 2013, lo que supone un menor ritmo de expansión respecto a la tasa de 1.8% del primer trimestre. Con la cifra de junio esperamos que se eleve un poco para situarse a una tasa de 1.5% para el segundo trimestre en su conjunto, pero aún por debajo del crecimiento del 1.8% del primer trimestre.

En el sector de servicios resultaron decepcionantes, durante este segundo trimestre, rubros como el de comercio, servicios financieros, educativos y de salud.

Sólo brilló el de alojamiento y restaurantes, que rebotó con fuerza, debido, precisamente, a las vacaciones de Semana Santa de abril, que si bien socavó a la industria, favoreció a este componente con una expansión anual, en ese mes, de 6 por ciento.

Campo congelado

Finalmente, el sector agropecuario, que apenas representa 3% de la economía mexicana, también perdió impulso en el segundo trimestre.

Tras crecer a una tasa de casi cinco por ciento en el primer trimestre, su crecimiento podría rondar tres por ciento durante el segundo trimestre.

Por tanto, los tres sectores de la economía perdieron dinamismo durante el segundo trimestre, lo que se traducirá, inevitablemente, en un crecimiento más magro del observado en el primer trimestre.

El jueves 21 el INEGI publicará el IGAE y el PIB: nuestro pronóstico es que el IGAE aumente 2.2% en junio comparado con 1.4% en mayo (el actual consenso de Bloomberg es de 2.7%), y que el PIB se incremente 1.4 % en el segundo trimestre frente a 1.8% del primero.

Gran salto

De ser nuestra estimación correcta, el PIB durante la primera mitad de 2014 apenas se habría expandido 1.6 por ciento.

Para lograr el objetivo de 2.7% que prevé la oficina del secretario de Hacienda, Luis Videgaray, para todo 2014, la economía tendría que crecer en la segunda mitad del año 3.8%, algo que parece inalcanzable.

Una mala noticia, por tanto, para la economía mexicana y para Hacienda, dado que ahora no se podrá culpar a Estados Unidos del flojo desempeño económico.

En el primer trimestre sí sirvió de pretexto: el gobierno argumentó que la fuerte caída anual de 2.1% del PIB estadunidense durante el primer trimestre explicaba, en buena medida, el bajo crecimiento de la economía mexicana. Sin embargo; en el segundo trimestre, el PIB de México podría crecer aún menos, pese a que la economía de Estados Unidos se disparó, bajo esa misma medición, ni más ni menos que cuatro por ciento.

¿Qué ha pasado entonces? Banxico no se esperó y ya revisó su pronóstico. El resto del mercado, probablemente, también afila ya la pluma para recortar sus previsiones de crecimiento.

Afortunadamente, la segunda parte del año se ve mejor: primero, la economía de Estados Unidos crece a buen ritmo; segundo, las reformas estructurales ya están en pie, lo que disipa la incertidumbre que ha atenazado a la economía mexicana en varios sectores fundamentales; y tercero, la base de comparación es muy favorable, sobre todo en el último tramo del año, donde se puede ver beneficiada por un mayor auge de la construcción y del sector industrial.

Si esas expectativas se cumplen y la economía logra crecer 3% en promedio durante la segunda mitad de 2014, el balance para todo el año apenas daría para una expansión de 2.3%, un poco por debajo de 2.4% que es el punto medio del nuevo rango del Banxico. Veremos.

*gl

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