Darío Celis

Tiempo de negocios

Darío Celis

19 Ago, 2014

Diavaz, primera petrolera privada, sondea Blackstone, KKR, Warburg, Luke Oil y Hunt Oil

Si hay un grupo mexicano que esperaba la apertura del sector petrolero, una vez promulgadas las leyes secundarias en materia energética y la definición de las rondas cero y uno para Pemex, esa compañía era Diavaz.

Surgida en 1973 como empresa de buceo con servicio de mantenimiento a estructuras y plataformas a la entonces naciente industria de exploración y producción de hidrocarburos costa afuera, hoy día es en los hechos la única empresa mexicana privada con el estatus de “petrolera”.

La firma produce diariamente 414 mil barriles de petróleo en campos maduros de Ébano y Miquetla, en los estados de San Luis Potosí y Veracruz, respectivamente, misma que alcanzará los 675 mil barriles en las dos próximas décadas.

Adicionalmente extrae todos los días 60 millones de pies cúbicos de gas seco en las cuencas de Cuervito y Fronterizo y ha logrado elevar sus reservas en Reynosa, Tamaulipas, diez veces en volumen y valor, desde 2003 cuando Pemex se los asignó bajo la modalidad de Contrato de Servicios Múltiples.

Diavaz, que preside Luis Vázquez, era una de las que esperaban con mucho interés el cambio en las reglas del juego con Pemex, producto de las leyes secundarias que la semana pasada promulgó el presidente Enrique Peña Nieto. Y es que sus dos contratos cambiarán de estatus.

Tanto en Ébano como en Miquetla operan con el formato de Contrato Integral de Exploración y Producción. Eran un proveedor del servicio, asistiendo a Pemex para que aumente su capacidad de exploración y producción a cambio de un “fee” y/o una ganancia con base en la eficiencia de producción.

Sin embargo, sus contratos se modificarán a cualquiera de las cuatro modalidades recién aprobadas: de licencia, de servicios, de producción compartida y de utilidad compartida, con lo que Diavaz pasaría de ser un “proveedor de servicios” a socio de la empresa que comanda Emilio Lozoya Austin.

La compañía ganó los campos maduros de Ébano hace año y medio. Ahí produce 14 mil barriles diarios y el compromiso es llevarlo a 25 mil barriles en los próximos 20 años. Está asociado con la petrolera china Sinopec al 50% y se han invertido hasta ahora unos 150 millones de dólares.

Miquetla se lo entregaron hace dos meses, están produciendo 400 mil barriles al día y el objetivo es llegar a los 650 mil en dos décadas. Sus socios son la japonesa Inpex y la brasileña Petrobras que poseen juntas 85%. Este año han invertido 60 millones de dólares y al año próximo ejercerán otros 90 millones ahí.

Diavaz se está moviendo rápido. Y es que la apertura del rubro petrolero se constituye en una gran ventana de oportunidades para solidificar todo el camino andado en casi un lustro de operaciones. Las Rondas Cero y Uno les atrajo potenciales socios que reconocen su expertise.

En este nuevo entorno de competencia la compañía requiere dos elementos: recursos financieros y tecnología, de ahí que ya esté sondeando posibles aliados estratégicos. Le adelanto que se han tenido ya varios acercamientos con algunas firmas internacionales.

Apunte en el ámbito financiero a los influyentes fondos Blackstone y KKR y a la firma Warbug Picus. Con todos ha habido presentaciones. En el aspecto tecnológico considere a la portuguesa Mota-Engil, la rusa Luke Oil, la texana Hunt Oil y la misma Warburg Picus.

En la división exploración y producción de Diavaz ya está invertido el fondo Protego de Pedro Aspe. Vía Evercore el exsecretario de Hacienda le metió 40 millones de dólares por 20% de las acciones.

Diavaz tiene otras dos filiales: Diavaz Constructora Subacuática, que provee servicios de mantenimiento en el mar a plataformas e inspecciona ductos marinos de Pemex. Posee nueve barcos de entre 120 y 150 toneladas y grúas de cien metros.

La otra es Compañía Mexicana de Gas que se formó en 1927 y que tres años después concluyó la red de ductos que facilitaron llevar este fluido a Monterrey, lo que permitió en parte su industrialización. Su primer cliente fue Cervecería Cuauhtémoc. Hoy tiene unos 120 mil clientes residenciales de gas natural y unas 250 empresas.

Pero sin duda el foco de Diavaz estará principalmente en el petróleo y gas shale. No los pierda de vista.

Gigante compra

Desde hace mes y medio Rothschild, que lleva Eugenio Torres, había cerrado la recepción de ofertas por los 72 restaurantes de Comercial Mexicana, que preside Guillermo González Nova. Por lo que se conoce, efectivamente el finalista y con el cual ya están en la etapa de firma final es Grupo Gigante, de Ángel Losada. En el ínter manifestaron interés Corporación Mexicana de Restaurantes, de Joaquín Vargas; Alsea de Cosme y Alberto Torrado; FEMSA, de José Antonio Fernández Carvajal, y los fondos Nexxus, que comandan Arturo Zaval y Luis Alberto Harvey, y Advent, que dirige Luis Solórzano. Al que más sentido le hace es a Gigante, dueña de la cadena Toks y la nueva marca que impulsa Cup Stop, amén de la extensa oferta de tierra que posee y donde puede anclar nuevos restaurantes. Considere tres millones de metros cuadrados construidos, una reserva de 359 mil metros cuadrados y la administración de 128 inmuebles con más de mil 500 locales comerciales. Según nos dicen, la compra de los restaurantes California y Beer Factory andaría más por los 800 millones de pesos. Parece que no llegó a los mil millones que se querían.

Dahnos crece

Por cierto que Dahnos, que encabeza José Daniel, finalmente compró a José Chedraui Budib el terreno aquel que le refería hace unos meses en Puebla. Ahí el grupo que dirige Jorge Gamboa va construir un nuevo centro comercial de unos 120 mil metros cuadrados de espacio comercial. Estará muy cerca del Viaducto Elevado, cuya primera piedra se coloca hoy, y a un kilómetro del Estadio de Futbol Cuauhtémoc. Tendrá tres tiendas ancla, dos de las cuales serán un Liverpool de Max Michel y un Sears de Carlos Slim. Se invertirán alrededor de cuatro mil millones de pesos, de los cuales cerca de dos mil 800 millones saldrán del Fibra Dahnos y el resto de las tiendas anclas socias y de adelantos de los inquilinos comerciales de este nuevo complejo.

Va vs. Banamex

En mayo Blue Marine prepagó a Banamex-Citi unos 20 millones de dólares por el financiamiento de dos buques que están al servicio de Pemex. Son el Aramara y el Lluavi. El crédito vencía en 2015. La firma de Juan Reynoso se adelantó en el contexto de la controversia de Oceanografía, pues no quería que el banco de Javier Arrigunaga siguiera deteniendo a su vez un pago de 47 millones de dólares que está en su fideicomiso. Son de la operación de tres barcos que estaban al servicio de Amado Yáñez, a saber el Poseidón, Blue Giant y Blue Pionner. Por lo que se sabe, Blue Marine también ya inició acciones legales contra Banamex por la retención ilegal de ese pago. Se están sumando a Rabobank y Candies Investment, que procedieron igual.

También Isolux

Le decía ayer de esta nueva asignación a la portuguesa Mota-Engil. Se trata de la primera fase del Libramiento Poniente Acapulco. Es una vía de 21 kilómetros que va de La Venta a Bajos del Ejido, integrada por dos entronques, dos puentes, un viaducto y tres túneles. La firma que dirige aquí Joao Pereira destinará a la obra mil 183.3 millones de pesos. Pues bien, le confirmo hoy que la SCT también asignó el otro tramo de 21.7 kilómetros, sólo que a la española Isolux, de Francisco José García. Esta fase, en la que invertirán otros 634.5 millones de pesos, va de Bajos del Ejido a Coyuca de Benítez, con lo cual se conecta la Autopista del Sol con la carretera a Zihuatanejo. En ambos casos se trata de una carretera de cuatro carriles. Dos de ida y dos de regreso.

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