Pedro Alonso

Consejería

Pedro Alonso

19 Ago, 2014

¿Y entonces qué? ¿Se acabó el susto?

Escasamente hace un par de semanas escribí que los mercados parecían estar encontrando un área de estabilización, después de las caídas que tuvieron que, en el caso del mercado de Estados Unidos fue alrededor de 4% y en el IPC mexicano, de menos de 3%. A partir de entonces la trayectoria alcista fue retomada y se enfilan hacia la zona que les detuvo en el pasado reciente.

Tal parece que fue una corrección más dentro de la trayectoria alcista de largo plazo y que los temores que impulsaron a los participantes a vender, amainaron con los niveles de precios alcanzados y que a la vez hicieron pensar que el desempeño de los eventos económicos —tanto en el lado corporativo como en el de los temas macroeconómicos— era lo adecuado para volver a participar, una vez repuestos de los sustos.

¿Y entonces qué? ¿La presencia de una burbuja financiera inminente era cosa de la imaginación de quién sabe que mente trasnochada dispuesta a quitarnos la alegría de un mercado alcista? ¿La Fed ha dicho explícitamente que endurecer la política monetaria es algo que está realmente lejos en el tiempo? ¿Los conflictos geopolíticos son temas locales y pronto se resolverán sin afectar al ambiente económico global? ¿Europa en realidad no está en una condición de mala economía? ¿Y en México la aprobación del marco jurídico para reformar al sector de la energía ofrecerá sus frutos de manera pronta, abundante y generalizada?

Más allá de la respuesta que cada quién quiera darle a las cuestiones del párrafo anterior, lo cierto es que los mercados suben después de haber probado sus líneas de tendencia de alza. Lo cierto también es que no hay muchas opciones de inversión rentables y la liquidez sigue siendo abundante alrededor del planeta, aunque todos sepamos que tarde o temprano los bancos centrales que han optado por realizar expansiones cuantitativas como mecánica de rescate para las economías, tendrán que normalizar su política monetaria, cualquier cosa que esto signifique.

Queramos admitirlo o no,  la liquidez generada en los últimos años está detrás de la trayectoria alcista de los mercados. En alguna manera la abundancia de fondos y el bajísimo nivel de la tasa de interés han propiciado que el tema de la valuación de los activos financieros, pase a un segundo —o tercer— plano a la hora de tomar decisiones de inversión.

La condición descrita impulsa —y facilita— la actitud de tomar más riesgo en busca de mayores rendimientos y en el extremo, conduce a decisiones que no se apoyan en bases sólidas de información y análisis. En el “ultra extremo”, se piensa que nada malo puede ocurrir, que esta vez es diferente y que yo soy capaz de volar y de aterrizar con elegancia, en medio de los aplausos del respetable y con los bolsillos llenos de dinero.

En una palabra, se pierde contacto con la realidad y eso no es buena idea. El alza de los días recientes sí sirvió para dar un mejor nivel de precio a muchas acciones, para validar parámetros técnicos y para hacernos sentir más tranquilos respecto de nuestras decisiones, en el caso de haber permanecido en el mercado e incluso, de haber aumentado la participación. Si usted, amigo lector, tuvo la capacidad de vender en el punto máximo y recomprar en la zona que llamé de “estabilización”, ¡¡Felicidades!! Y saque provecho de ello. Identificar una “burbuja” en los mercados, no es tan difícil, lo realmente difícil es sacar provecho de ello.

Porque las condiciones que hace tres semanas propiciaban digamos que un ambiente “bubble talk”, siguen presentes. Diría que casi inalteradas, por lo que pienso que no hay que perder de vista lo que pensábamos y sentíamos hace apenas dos o tres semanas.

Esto último no significa salir corriendo al grito de “¡¡¡Pecadores, arrepentíos!!!” Con lo que seguramente más de una voz —más allá de su origen— amenaza y trata de hacernos pasar un mal rato, pero sí hay que revisar algunos temas básicos, como las valuaciones de las acciones (presentes y futuras), así como los niveles de los precios de los títulos de deuda, en los que también hay condiciones “burbujeantes”. Si los rendimientos que ofrecen son muy bajos, es porque los precios han subido mucho. Ofrezco revisar este tema pronto. Suerte.

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