David Páramo

Análisis superior

David Páramo

25 Ago, 2014

Se desbordan neopopulistas

Parecería que el jefe de Gobierno de la Ciudad de México y su antecesor son muy lejanos; sin embargo, parecería que se están uniendo por la vía del populismo que tan de moda se está volviendo en los partidos políticos.

Miguel Ángel Mancera emitió un decreto totalmente populista sobre las operaciones de cobranza que busca evitar lo que se califica como excesos por parte de las empresas dedicadas a la recuperación de recursos.

No se tenía que hacer un decreto para sancionar amenazas, suplantación de profesión o fingirse autoridad judicial, utilización de documentos falsos. Todo esto está perfectamente tipificado.

Sin embargo, el error de fondo está en que crea una figura nueva como el “hostigamiento” de las empresas de cobranza, que podría llegar a sanciones corporales.

¿Qué es hostigar? Para una persona que incumple con su obligación de pago puede parecer hostigante y/o molesto que le llamen por teléfono para recordarle sus obligaciones.

Mancera y su equipo no hacen precisiones ni mucho menos tipifican claramente de qué están hablando porque, en el fondo, se trata de una acción netamente populista.

Marcelo Ebrard, deseoso de reflectores y una cortina de humo tras los errores que se cometieron con la Línea 12 del Metro de la capital, anda prometiendo que presentará una controversia constitucional en contra de los artículos de la Ley Federal de Telecomunicaciones y Competencia Económica.

Se trata de una acción netamente populista que retoman los postulados del senador mala paga Javier Corral y los imbéciles útiles de grupos como #YoSoy132, que inventaron la historia de que el gobierno quiere utilizar las redes sociales para espiar y quién sabe cuántas locuras más.

El asunto, que aparentemente había sido superado desde la discusión de las leyes secundarias, ahora pretende ser revivido por los grupos que pretenden buscar reflectores populistas, aparentemente poniéndose del lado de la sociedad civil, uno de esos mitos, puesto que atrás de ese parapeto hay una gran cantidad de grupos políticos y de interés económico que encontraron en ese membrete un escondite más a su cobardía.

Maderito

El populista presidente del PAN, Gustavo Madero, anda presumiendo que ya tiene 70% o algo así para lograr el salario digno para los trabajadores. Como todas las acciones populistas, es un catálogo de mentiras.

En el mejor de los casos son firmas para solicitar al INE una consulta pública el año próximo que, dicho sea de paso, no necesariamente podría ser vinculante para el Congreso de la Unión.

La pregunta que plantean los populistas de derecha es algo como: ¿Está usted de acuerdo en que los trabajadores tengan un salario digno? Es fácil suponer que tendrían la mayoría de los votos, pero eso no necesariamente se convertiría en un hecho, puesto que aún faltaría la parte más importante: ¿Cómo?

La pregunta del PAN va sobre el salario mínimo, que es ganado por un porcentaje muy pequeño de la población, es decir, aun cuando se incrementara el salario mínimo sólo le correspondería a una muy pequeña parte de la población. Menos de 14% de la Población Económicamente Activa gana el salario mínimo, entendido como el que se obtiene en la economía formal tras una jornada completa.

Los panistas que están por el salario digno han deslizado cifras increíbles, como el decir que por una decisión política podrían poner al salario mínimo por encima del promedio de cotización del Instituto Mexicano del Seguro Social.

Como todas las propuestas populistas, no tienen la más remota idea de cómo podrían hacerlo. Hasta el momento, los panistas no han explicado cuáles serían los pasos para lograr algo que suena maravilloso en las mentes poco evolucionadas de quienes se dejan atrapar por los populistas.

Han rehuido, por una evidente falta de argumentos, cualquier discusión seria en torno a los impactos económicos negativos que tiene aumentar los salarios mínimos por decreto en temas como los precios, tarifas y multas que cobra el gobierno o el financiamiento a los partidos políticos o los créditos que da el Infonavit.

Tampoco han dicho una palabra sobre las puntualizaciones de quienes sí saben de economía en torno a los salarios reales o, por lo menos, sobre la intención de separar al salario mínimo fijado por la Consanami de su carácter de unidad de cuenta.

A los populistas les gusta el debate sencillito y hablar a sus públicos porque saben que no tienen ideas y, mucho menos, argumentos.

Asterisco

Hay cifras, como la de Inversión Extranjera Directa, que algunas veces deberían tener un asterisco para evitar confusiones.

Hace unos meses, el secretario de Economía presumía un crecimiento histórico en la IED durante este año. Minimizaba el hecho de que una gran parte estuviera justificada por el pago de la venta que se hizo de Grupo Modelo a Ansheuser Busch InBev, diciendo que inversión es inversión.

Durante este fin de semana han tenido que salir a dar explicaciones sobre la caída de 59% en la IED durante el primer semestre del año, asegurando que se explica por operaciones “atípicas”.

Era lógico que el número se viera altamente influido por una sola transacción que ocupó la mayoría de lo que el país captó en los primeros meses del año; sin embargo, los políticos suelen tener la tentación de usar el número grande y no pensar en qué sucederá cuando las cosas regresen a su nivel.

Esta tentación es muy común entre aquellos quienes trabajan con visión política esperando buscar el siguiente cargo. Ya ve que los amigos de Ildefonso Guajardo andan diciendo que está por dejar la Secretaría de Economía para ser candidato del PRI al gobierno de Nuevo León... No sé claro si le hacen un favor al andar contando esa versión que, a no dudar, le debilita en los dos lados de la ecuación.

Si está por dejar su cargo, pues ya no es un interlocutor de largo plazo. Si realmente tiene esta intención, se está exhibiendo mucho.

Los funcionarios de áreas económicas que se mantienen del lado técnico no caen en estos errores. Vea, en contrapartida, el manejo que da la Secretaría de Hacienda a la estimación sobre el crecimiento de la economía.

Se mantienen en un calendario prefijado y no hacen especulaciones a pesar de lo favorable que pudieran parecer los números. Si los dos últimos trimestres del año la economía creciera 1% con respecto al periodo anterior, fácilmente se cumpliría el pronóstico de la dependencia encabezada por Luis Videgaray.

Síguenos en Twitter @DineroEnImagen y Facebook, o visita nuestro canal de YouTube