Pedro Alonso

Consejería

Pedro Alonso

25 Ago, 2014

La tasa de interés no es cuestión de “cuándo”, sino de “por qué”

La reunión de Jackson Hole, entre banqueros centrales, era esperada por los mercados por lo que Janet Yellen, la presidenta de la Fed, pudiera decir en relación a la postura de ese instituto sobre el destino de la tasa de fondos federales, la tasa de interés de referencia.

Si alguien estaba esperando una referencia directa sobre ese tópico, me temo que estaba viendo otra película, sobre todo cuando el tema general de la reunión era el del empleo, como variable fundamental de la economía. Y la señora Yellen habló más sobre este asunto que también le compete a la Fed dado su mandato: pleno empleo, estabilidad de precios y tasas de interés de largo plazo moderadas. En ese orden.

Desde mi punto de vista, centrar su discurso más en el empleo que en la tasa de interés, no significa evadir este último aspecto, pero si permite a la Fed ganar tiempo en el análisis y consecuentemente en la decisión que vaya a tomar. Lo anterior es en razón de la necesidad de contar con más datos del comportamiento económico en general y no sólo del nivel del empleo en particular, o del comportamiento de los mercados financieros, o de la inflación o el nivel de los salarios.

Menciono los elementos anteriores, pues me parece que son los que con frecuencia se escuchan cuando se trata de argumentar a favor o en contra de un endurecimiento de la política monetaria en Estados Unidos y cuando esta acción debe ser tomada. Lo cierto es que todos ellos cuentan, pero si consideramos el mandato de la Fed, unos tienen más peso que otros en lo que vaya a ser su decisión.

Así, el empleo es —parece ser— el tema que lleva la guía entre todos los demás, empezando por su importancia social y política y, claro, por su peso económico. Asimismo, porque la inflación no da señales claras de poderse mantener en el nivel del objetivo de la política monetaria en la economía estadunidense: 2% anual; al mes de julio la inflación acumulada en el año es de 1.5%. En cualquier caso, el argumento de un amenazante surgimiento de la inflación; no parece ser suficiente para motivar un alza de la tasa de interés por ahora.

Algo que con frecuencia se escucha para apoyar una próxima alza de tasas es que en los mercados financieros ha habido un alza de precios tal, que se ha creado una “burbuja” y que cuando se desinfle la economía sufrirá daños inenarrables. Sin embargo, con frecuencia se olvida que la intención de haberse adoptado una política monetaria de gran laxitud tenía el sentido de abatir las tasas de interés de largo plazo  y con ello estimular a la economía, cosa que se ha alcanzado. La pregunta es si la recuperación que se tiene es duradera y estable, lo que seguramente es aún difícil de comprobar.

Que los precios de las acciones y otros activos hayan subido, al igual que lo han hecho los instrumentos de deuda —por eso las tasas bajan y de eso se trataba— es una consecuencia de la decisión de tener una política monetaria “no convencional”. Y no es una amenaza directa al crecimiento económico.

Claro que una tasa de interés muy baja por largo tiempo estimula, a la par que lo hace con la economía del sector real, tomar crédito y con ello financiar la compra de activos —como las acciones o los bienes raíces— generando un alza de precios, lo que tradicionalmente, a la primera provocación hace surgir por todos lados comentarios acerca de las presencia de ambientes especulativos, siempre con una connotación negativa, lo que no siempre —casi nunca, desde mi punto de vista— es acertado. El problema está en que subir la tasa de interés es una decisión general y no particular. Me refiero que afecta a toda la economía y no sólo a “los especuladores”.

Y en el sentido de lo anterior, lo que pienso hay que tener presente es que condiciones de especulación exacerbada, que desde luego sí llegan a presentarse, y si generan desórdenes graves en los mercados y en el extremo en la economía en general, no se resuelven con subir la tasa de interés, sino con una supervisión adecuada por parte de las autoridades. De esto tenemos ejemplos recientes, enormes e históricos.

La discusión —y la especulación- sobre el tema de la tasa de interés en Estados Unidos seguirá siendo el centro de la atención de todos los interesados en los mercados y la economía, con la conciencia de estar cada vez más cerca del momento en que un alza se presente. El “cuándo” es lo que está a discusión, aunque creo que deberíamos pensar más en el “porqué”.

Suerte.

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