¿Qué sigue después de las reformas estructurales?

El primer tercio del gobierno del presidente Enrique Peña Nieto cerrará con los cambios que buscan impulsar el desarrollo económico del país a través de las reformas en diferentes ámbitos de la actividad nacional. Pese al logro, el siguiente reto será la aprobación del Paquete Económico 2015 por parte del Legislativo, mismo que deberá enviarse al Congreso a más tardar el próximo 8 de septiembre para ser aprobado en la Cámara  de Diputados a más tardar el 20 de octubre y en el Senado antes del 31 de octubre.

Con la aprobación de las Leyes secundarias en energía los cambios serán evidentes, especialmente en la estructura de la Ley de Ingresos de la Federación. A partir de ahora, el gobierno federal recaudará a través de Pemex y sus organismos subsidiarios recursos por tres conceptos: uso superficial, regalías y una proporción de utilidad por cada proyecto.

La tasa sobre este último concepto disminuirá de manera gradual por un periodo de transición de cinco años hasta llegar a 65 por ciento.

En lo sucesivo, la carga fiscal de Pemex se reducirá de forma marginal y paulatina conforme se pongan en marcha los cambios en materia fiscal.

Para evitar un desequilibrio en las finanzas públicas, la administración federal prevé compensar los nuevos ajustes al régimen fiscal de Pemex mediante la carga impositiva que deberán de asumir los capitales privados que participen en los diferentes eslabones de la cadena productiva de la industria petrolera.

No obstante, en el documento del nuevo paquete económico el dato más importante recaerá en los pronósticos de inflación y crecimiento para 2014 y 2015.

La expectativa del PIB del año en curso podría mantenerse, sobre luego que la Secretaría de Hacienda reiterara su objetivo de 2.7% para 2014.

Según la dependencia, el mediocre desempeño de la primera mitad del año (1.7% anual) podría ser compensado en el segundo semestre por un mejor dinamismo en el sector servicios y el impulso que inyectará el sector automotriz. Será necesario que en el tercero y cuarto trimestre se presenten lecturas anuales del PIB del 3.7%, para lograr el objetivo de Hacienda.

Lo preocupante aquí es que, con los pocos indicadores conocidos hasta ahora, el dinamismo de la demanda interna es realmente pobre y la dinámica que se ve en el sector externo no alcanza para paliar tal efecto negativo y lograr con ello el objetivo oficial.

Este punto lo tiene claro el mercado, de manera que los especialistas del sector privado encuestados por el Banco de México han establecido en 2.6% la visión de crecimiento para 2014. Además, la encuesta que realiza Banamex entre los intermediarios financieros ya coloca a este referente en 2.58 por ciento.

Dicho lo anterior, cobra relevancia el cambio que se realice a la expectativa de 2015 que Hacienda espera ronde  4.7%. La expectativa del consenso es menor en estos momentos (3.8% mediana encuesta Banamex).

Con el contexto actual en el que ya se tienen adelantados varios puntos en materia de energía y en el que se cumplen los plazos sobre las rondas Cero y Uno de Pemex, la dependencia podría tener una visión más sólida para la economía nacional.

En materia de precios será necesario saber si la visión de Hacienda se mantiene en la misma línea del Banco de México sobre un canal que converge a tres por ciento.

Finalmente y en un contexto en que el gobierno pueda ser más protagónico a la hora de apoyar la trayectoria de crecimiento, consideramos que el gasto programable para el ejercicio fiscal 2015 sumará alrededor de 3.6 billones y un déficit presupuestario de uno por ciento del PIB, claro está sin considerar el gasto de inversión de Pemex.

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