Marielena Vega

Estrategia de negocios

Marielena Vega

9 Sep, 2014

Ahí viene la salud

Se avanza en materia de salud. La realidad es que nos comentan que la Reforma de Salud se busca sacar adelante a inicios del próximo año, donde una partida presupuestal para combatir las enfermedades crónicas degenerativas sea una realidad, así como programas constantes y transexenales en pro de la prevención.

A fin de cuentas estas anomalías son un problema que le cuesta al país por lo menos, 1% del PIB anual, y de no hacer algo, estas cifras podrían triplicase fácilmente en el mediano plazo.

No hay que olvidar que en México se está invirtiendo la pirámide, en cuanto a la edad de su población, y el costo de prevenir es incluso diez veces más económico que el de no hacerlo.

De ahí que, incluso, se habla en los pasillos de la medicina, la viabilidad que vía acuerdos IP y gobierno federal se pudieran establecer mecanismos donde aseguradoras, autoridades y empresas pudieran otorgar una cláusula que permita a los trabajadores hacerse un chequeo gratuito de forma anual, a cambio de un beneficio fiscal o empresarial.

En fin, por lo pronto, la obesidad, la diabetes y las enfermedades cardiovasculares son las enfermedades crónico-degenerativas más preocupantes.

De ahí que la inversión en gasto en salud debe revisarse, comenzando con una mayor partida para el cuidado, tratamiento y generación de una cultura de la prevención, pues en la actualidad nuestro gasto en salud en enfermedades crónico-degenerativas es apenas de 6.2%, comparadas con Argentina, que tiene ocho o, Chile, con 7.5%, por lo que debe haber un mayor esfuerzo en mayor inversión vía reformas, pero también hacer un movimientos en el presupuesto actual.

La niciativa privada y la sociedad deben comenzar a ser más proactivos y ser más conscientes, pues la obesidad es la enfermedad que preocupa y ocupa más al país, ya que de ella se desprende una serie de enfermedades tan preocupantes o más.

Por lo pronto, la obesidad se refleja en 70% de la población mexicana y sigue pasando la factura al país, y el costo ya se ve reflejado en nuevos padecimientos crónicos, como la hipertensión arterial, la diabetes y la aterosclerosis, así como ayuda en el desarrollo de quistes en los ovarios, formación de cálculos en la vesícula biliar y en especial la de un asesino silencioso del que poco se habla: el hígado graso.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, 80% de los adultos obesos y 50% de los niños con sobrepeso tienen hígado graso, siendo más frecuente en las mujeres.

Situación que la Secretaría de Salud, al mando de Mercedes Juan, señala que 25% de los pacientes con hígado graso pueden llegar a presentar cirrosis hepática en un plazo de diez años.

Este padecimiento es un asesino silencioso, pero también es una enfermedad cuyo costo, puede ser incuantificable, dejando en jaque a familias, pero también es costo que hoy el sector de salud pública no se puede dar el lujo de absorber.

Es sin duda, una situación alarmante, debido al costo que representa el tratamiento de dicha enfermedad.

Por ello, esperemos que la reforma a la salud no tarde, de lo contrario veremos una bomba cada vez más peligrosa para los mexicanos.

Ojalá que mientras las autoridades siguen empujando la reforma al sistema de salud, la iniciativa privada ponga mayor atención en pro de la conformación de un mejor manejo a los medicamentos, así como al fomento de la prevención de la salud, en general.

Con esas acciones podríamos dejar de ser el país 30 de 35, como integrante de la OCDE, que menos invierte en el sector salud.

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