Guillermo Zamarripa

Guillermo Zamarripa

Guillermo Zamarripa

13 Sep, 2014

El componente que faltó en el Informe: aplicación de la ley

El Informe se concentró en buena parte en las reformas estructurales. Si bien algunas de las modificaciones legales vendrán a cambiar la dinámica de los sectores que regulan, creo que hay un componente que no estuvo presente en el Informe y es la eficacia en la aplicación de la ley.

El recuento de las reformas es largo. También hay una lista de cambios legales pendientes. Pareciera que en todas esas áreas la regulación actual es mala y por eso no hay crecimiento.

Es decir, la visión detrás del programa de gobierno es que el problema principal de México es uno de normas. Para el área energética y de telecomunicaciones sí había un problema grave de regulación que limitaba la evolución del sector.

Sin embargo, en muchas de las otras áreas, si bien es importante modificar el marco legal, pero como una evolución normal, la aplicación de la ley puede ser un sustituto de las deficiencias parciales del marco legal.

En la literatura económica se dice que es tan importante tener buenas leyes como su aplicación. Hay evidencia empírica de que es mejor un marco legal promedio con una buena aplicación de la ley que el mejor marco legal con una pobre aplicación de la ley.

Me voy a concentrar en dos aspectos de la economía, en los que hay un gran reto en términos de aplicación de la ley.

El primero es la corrupción. En el Informe de Gobierno casi no se mencionó el tema de la corrupción. Lo anterior a pesar de que la percepción en la materia es mala.

En los medios de comunicación, el discurso de los diferentes partidos es que es una de las reformas pendientes para resolver de fondo el problema de corrupción en México.

Lo anterior, parece indicar que el problema de México es uno en el que hay que cambiar la leyes. Es decir, en nuestro país hay corrupción porque no hay leyes para combatirla y castigarla.

Si bien en esta materia el marco legal es perfectible, el gran problema que tenemos es el de la impunidad por una mala aplicación de las normas existentes.

Ejemplos abundan y ligados a los tres partidos principales. Mencionaré tan sólo dos de ellos: la Línea 12 del Metro y el caso del directivo de CFE que no pudo ser castigado ante una situación clara de enriquecimiento inexplicable.

El segundo es la informalidad. El marco legal de la formalidad está muy bien definido en los diferentes niveles de regulación, es decir en la parte fiscal, la de seguridad social, la de licencias, etc. También existe un marco legal sancionatorio en caso de incumplimiento.

Sin embargo, hay un problema grave de informalidad porque las autoridades competentes no están dispuestas a aplicar la ley. Una razón puede ser por los costos políticos que pueden tener.

Ejemplos abundan en lugares donde gobierna cualquiera de los tres partidos principales. Mencionaré tan sólo dos de ellos: los taxistas pirata y el comercio ambulante.

Si bien queda claro que el problema de la informalidad está vinculado con la no aplicación del Estado de derecho, lo que sucede con un programa de gobierno como Crezcamos Juntos, para buscar reducir la informalidad a través de dar beneficios es que se dan las señales incorrectas.

Los beneficios concretos del programa son: acceso a servicios médicos y sociales del IMSS, pensión para el retiro, créditos para vivienda, descuentos en pagos de impuestos, apoyos económicos, créditos para los negocios y acceso a programas de capacitación.

En el programa no se ve el componente de aplicación de la ley. Esta situación me permite identificar tres problemas graves de incentivos.

Primero, no queda claro que los beneficios netos de los costos de la formalidad con el nuevo programa sean mayores a los beneficios de mantenerse informal.

Segundo, los formales una vez mas se preguntan si es correcto cumplir, ya que nuevamente el Estado premia a los incumplidos. Esto genera inconformidad.

Tercero, no se ve la parte coercitiva con aplicación del Estado de derecho. El programa carece de una parte del incentivo.

En conclusión, hay un elemento que falta en México y es la aplicación de la ley. Si esto cambia seguramente creceremos aún más que con sólo las reformas. El problema es que es un trabajo para el que es difícil presentar las mejoras, es un trabajo sucio, del que no se pueden hacer grandes anuncios y que tiene costos políticos altos. Creo que el contexto me lleva a concluir que seguiremos sin ver este tema en los informes.

*Director general del FUNDEF
                guillermozamarripa@itam.mx

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