Luis Enrique Mercado

Perspectivas

Luis Enrique Mercado

15 Sep, 2014

Sufren las empresas por trámites y burocracia

Toda la vida ha sido claro que uno de los obstáculos para la economía y las empresas mexicanas es el burocratismo: trámites engorrosos, largos y torpes o servidores públicos que deciden que su trabajo es poner trabas.

En el sexenio de Carlos Salinas de Gortari se creó la Comisión Federal de Mejora Regulatoria con el propósito de reducir el exceso de trámites.

Durante su sexenio, Vicente Fox, en su particular estilo, anunció una “tala regulatoria” que se quedó en palabras.

Pero sin duda, algo se ha avanzado.

Por ejemplo, el análisis 2014 del Banco Mundial sobre las facilidades para hacer negocios (Doing Business) señala que México está en el lugar 51 entre 189 economías y que se ganaron dos lugares respecto a 2013.

Y esto pareciera que es una verdadera maravilla.

Sin embargo, por un lado, sólo se toma a la Ciudad de México para hacer la medición y, por otro, sólo se miden algunos aspectos como las facilidades para abrir una empresa, el manejo de permisos de construcción, la facilidad para obtener crédito, el registro de propiedades, el cumplimiento de contratos, entre otros.

Y es seguro que en esos aspectos las cosas no estén tan mal y que incluso se avance año con año.

Por desgracia, la vida de las empresas es mucho más difícil de lo que el Doing Business del Banco Mundial señala.

La realidad es que hacer negocios en México es complicado y todos los días las empresas batallan para seguir adelante, o por las regulaciones torpes que aún existen o por la discreción de la que abusan los burócratas.

Ejemplos hay muchos:

• El reglamento de Autotransporte Federal de la SCT es algo de lo que no debe hacerse. Incluso hoy no pueden expedir placas ni licencias federales porque cambiaron de proveedor y no logran echar a andar el sistema.

• Las supervisiones federales de obras públicas es otro caso de barbaridades. Hay cientos de obras paradas en todo el país porque dos dependencias no se ponen de acuerdo para supervisar el avance de obra.

• Muchos constructores están sin liquidez porque no se reciben los pagos del gobierno debido a que les falta la copia de la copia del original que debe emitir una oficina pública y que no lo emite porque no se cumple un trámite que alguien inventó.

• Hay obras que no se han iniciado porque el proyecto no se ha aprobado.

• En muchas oficinas de Relaciones Exteriores se exigen documentos que no están en el portal de la Secretaría. Por ejemplo, certificado de parto, como agregado al acta de nacimiento.

Es posible que a estas alturas del año, en los libros de la Secretaría de Hacienda aparezca que el gasto ya se ejerció y la realidad es que el dinero está atorado en algún vericueto burocrático de alguna dependencia federal o estatal y, por lo mismo, es gasto que en realidad no ha entrado a la economía.

Esfuerzos como los que durante décadas se han hecho en la Comisión Federal de Mejora Regulatoria son buenos, pero insuficientes porque, por ejemplo, no se meten en la necedad que inspira la labor de muchos servidores públicos que usan la discrecionalidad que tienen para inventar trámites.

Este año la economía mexicana se frenó por la Reforma Fiscal; pero ya venía con el freno puesto por el burocratismo, los trámite excesivos y porque el gobierno desconoce el significado de la eficacia.

Las mediciones como el Doing Business dicen incluso que las mediciones estado por estado ponen a México en la punta de América Latina; pero eso no es un consuelo. Hoy por hoy, las empresas mexicanas batallan mucho para funcionar.

Hasta mañana con nuevas… Perspectivas

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