Aún faltan políticas públicas para atraer más inversión

CIUDAD DE MÉXICO.- México no debe conformarse con los cambios legales recientemente aprobados y debe ir más allá de las reformas, por medio de políticas públicas activas, por medio de políticas públicas activas, que realmente atraigan a los inversionistas, recomendó Mercedes Araoz, representante del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en México.

Acerca de los riesgos que enfrenta México de padecer el mismo problema de Brasil, que despertó demasiado optimismo, pero luego desencantó a los inversionistas, la economista peruana aconsejó “no quedarse en la parte legal, sino realmente hacer políticas públicas activas, muy precisas de acuerdo al sector, que incluso puedan ir más allá, como el desarrollo productivo de los clústers y el regional.

“No se puede hablar de políticas generalizadas, aunque algunas sirven, pero el BID ha venido acompañando el desarrollo de algunas políticas públicas de bienes públicos, por ejemplo, trabajando para el desarrollo para fortalecer los elementos en lo fitosanitario o el desarrollo de espacios para combatir la mosca del Mediterráneo; o tener un barco, que lo financiamos inicialmente, para estudios del área pesquera”, recordó.

A la práctica

Agregó que las reformas estructurales le permiten al país ubicarse como una de las naciones que ha mostrado y generado optimismo en los mercados, porque hay posibilidad de cambio, pero que es un tema estructural que hay que ponerlo en marcha.

“Los países de América Latina han comenzado a tener estas muestras, uno de los casos más interesantes es el de los países que están en la Alianza del Pacífico, que son de los países que han demostrado, a pesar de las dificultades que pueden existir, que pueden lanzarse a hacer reformas y que pueden fomentar el desarrollo de sus capacidades productivas”, abundó.

Dijo que en realidad el esfuerzo que está haciendo México con las reformas es atacar temas de productividad.

“Creo que es fundamental que México comience a trabajar al igual que el resto de países de América Latina en políticas dirigidas a mejorar la productividad general de todos los factores y en particular del trabajo”, abundó.

Mercedes Araoz dijo que hay un esfuerzo del gobierno mexicano con las reformas, y que se ha avanzado en generar mercados más competitivos, en particular en temas como telecomunicaciones y de energía. Además, señaló, va a tomar tiempo implementarlos y llevarán a que haya menores costos para el desarrollo productivo.

Recomendaciones

Araoz aconsejó a México y en general a los países de América Latina implementar políticas de desarrollo productivo que se enfoquen en generar menores costos para el desarrollo; aumentar las capacidades de la población, desde la formación básica hasta la superior y la laboral, que lleve a capacidades productivas mayores.

También recomendó reducir la informalidad atrayendo a los sectores a la formalidad con menores costos.

Reporte

Mercedes Araoz participó en la presentación del estudio económico: ¿Cómo repensar el desarrollo productivo? Políticas e instituciones sólidas para la transformación económica.

En el evento también estuvieron  Luis Giorgio, jefe de gabinete de la Oficina de la Presidencia del BID, José Juan Ruiz, economista-jefe del BID, y los autores y editores del libro, los economistas Ernesto Stein y Eduardo Fernández-Arias.

En el estudio del BID se propone una nueva generación de políticas de desarrollo para impulsar el crecimiento de América Latina y el Caribe.

Plantea cuándo y cómo pueden intervenir los gobiernos en la economía para incrementar la productividad minimizando, al mismo tiempo, los riesgos de repetir los errores del pasado.

En el texto, los expertos estudiaron políticas industriales implementadas en todo el mundo, tanto exitosas como fallidas, a fin de forjar un marco de análisis práctico y con visión de futuro que ayude a las autoridades a encontrar la combinación apropiada de políticas de desarrollo productivo, tomando en cuenta las realidades de cada país.

Metas

Santiago Levy, vicepresidente de Conocimiento y Sectores del BID, destacó que “las políticas industriales han caído en descrédito porque han tendido a conllevar favoritismos políticos, derroche de recursos, búsqueda de rentas y corrupción”.

Sin embargo, considera que toda vez que las instituciones apropiadas estén establecidas bajo ciertas circunstancias, las intervenciones públicas bien concebidas pueden ayudar a aumentar la productividad.

Entre algunos de los temas tratados en el estudio destacan: ¿Por qué un enfoque de “mejores prácticas” aplicado a las políticas de desarrollo productivo es erróneo?; ¿Por qué a los países asiáticos les fue mejor que a los latinoamericanos en la aplicación de políticas industriales?; ¿Los gobiernos deben ayudar a las empresas pequeñas y medianas?; ¿Cómo funcionaría una promoción exitosa de las exportaciones?; ¿Cómo enfrentar el problema del oportunismo (“free riding”) de quienes se benefician de los riesgos iniciales asumidos por los pioneros una vez que tienen éxito?

Además abundan los estudios de casos como: El contraste entre las políticas brasileñas de apoyo a Embraer y al sector informático; Cómo Costa Rica generó una industria totalmente nueva en insumos médicos; Cómo el estado mexicano de Durango logró conquistar empresas extranjeras de autopartes; por qué la intervención en los mercados del arroz rindió resultados en la Argentina pero fracasó en Costa Rica.