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Ciudad de México.- En el mundo ideal tener como vecino a Mark Zuckerberg podría ser una de las cosas más interesantes que a cualquier persona podría pasarle. Sin embargo, sus vecinos actuales no piensan lo mismo, para ellos se ha convertido en un dolor de cabeza.
Dolores Heights es un barrio bastante tranquilo ubicado en San Francisco, California. Este barrio es conocido porque está ubicado en una colina, debido a las numerosas elevaciones que tiene, las casas que están en el lugar gozan de una bonita vista de la ciudad.
Es en la calle 21st Street, del barrio de Dolores Heights, se encuentra la casa de Mark Zuckerberg, la propiedad está valuada en 10 millones de dólares y en pocos meses se ha convertido en una fortaleza.
Para los vecinos de la zona, vivir cerca del creador de Facebook ha pasado a ser un dolor de cabeza, pues a la casa en cuestión se le han hecho varias modificaciones en los últimos 17 meses. Una de las principales quejas es que no pueden estacionar sus autos afuera de sus casas como les corresponde hacerlo.
Docenas de trabajadores se ocupan de colocar nuevo cableado de fibra óptica, una cocina integral y de terminar de remodelar los baños.
Los vecinos, desde el anonimato, dicen que se construye una fortaleza.
De acuerdo con los registros públicos, los contratistas de Zuckerberg han tramitado no menos de 10 permisos por algunos millones de dólares, para los trabajos de construcción, que permitirían hacer modificaciones a una casa datada en el año de 1920.
El permiso para modificar la cocina y los seis baños es por 60 mil dólares, pero hay varios que son más costosos.
Más permisos:
Se agregó una cochera subterránea con una plataforma que gira y así puedan salir con más facilidad los autos.
Los vecinos dicen que los problemas de ruido y para transitar por las calles son reales, sin embargo, argumentan que es difícil hablar de ello porque se trata de gente de dinero.
De acuerdo con el encargado de la obra, que no proporcionó su nombre a sfgate, han trabajado entre 40 y 50 empleados diario en la propiedad desde que la construcción comenzó en abril del 2013. Sin embargo, dice que se ha tratado de causar las menores molestias posibles y que las aceras se han mantenido limpias.
Por otro lado, Scott Wiener, Supervisor en la Junta de Supervisores de San Francisco del Distrito 8, dice recibir varios correos de los vecinos que se quejan por el ruido y la falta de lugares de estacionamiento. Pero al final, son que se han convertido en algo común debido a que en la ciudad se llevan a cabo varias obras de construcción.
Jbf
