Guillermo Zamarripa

Guillermo Zamarripa

Guillermo Zamarripa

27 Sep, 2014

Corolario sobre el paquete económico

Hay una nueva visión de política económica en México, en la que el gasto de gobierno es fundamental para el crecimiento. La consecuencia es que de manera similar a 2014, se plantea para 2015 un déficit público. Esos desequilibrios implican un mayor endeudamiento. La pregunta relevante es: ¿qué tan grave será esta situación de mayor endeudamiento?

Si bien, lo que muestran los datos es mayor gasto con mayor deuda con un efecto marginal o nulo en el crecimiento económico, mi propósito de hoy no es entrar a la discusión de la efectividad del gasto. Me voy a centrar en el análisis del endeudamiento: su nivel, su trayectoria y posible impactos en la economía.

El nivel de endeudamiento del gobierno es un concepto que puede tener muchas definiciones. Dependiendo de su nivel puede ser muy diferente.

En la información de la SHCP hay dos indicadores. El primero es el de endeudamiento y el segundo se denomina requerimientos financieros del sector público (RFSP). Esta segunda definición es más amplia y es la que utilizaré. El nivel de esta variable en 2014 es cercana a 40% del PIB.

Hay un componente de deuda de gobierno que es la deuda de estados y municipios. Si bien no es federal, sí es crédito a entidades de gobierno y su fuente de pago preponderantemente está garantizada con participaciones federales. La fuente de pago indirecta proviene de la recaudación federal que por ley es participable.

El rubro anterior de deuda estatal y municipal con el sistema financiero asciende a poco más de tres por ciento del PIB.

La estructura legal de nuestra economía define que hay dos sectores (electricidad y petróleo) en los que el Estado participa con dos empresas que al día de hoy son monopolios. Estas empresas incurren en endeudamiento financiero. La fungibilidad del dinero permite argumentar que ese endeudamiento es deuda gubernamental.

Si damos peso al argumento anterior estaríamos sumando varios puntos del PIB por el endeudamiento de Pemex y CFE. Dicha suma lleva el indicador de endeudamiento considerando RFSP y deuda estatal y municipal a niveles superiores de 50% del PIB.

Si bien la cifra anterior es baja comparada con la de algunos países, pareciera que ya no está en los niveles que corresponden a los países menos endeudados.

La situación anterior se modifica si se empiezan a incluir pasivo contingentes en los indicadores de endeudamiento. Si bien éstos pueden tener una naturaleza incierta hay varios que ya se pueden cuantificar como el reciente caso del tema de pensiones de Pemex y CFE y que sumarían al indicador de endeudamiento.

Un primera conclusión es que el endeudamiento no es tan bajo como parece. Si tomamos visiones estrictas, los niveles de endeudamiento pueden considerarse por arriba del promedio de países.

Analizando la trayectoria del endeudamiento se aprecia en la información, pues ha aumentado de manera muy importante durante los últimos años.

Por ejemplo, los RFSP a finales de 2006 eran un poco menores a 22% del PIB. Es decir un aumento de casi 18 puntos del PIB en un periodo de ocho años.

Una segunda conclusión es que la trayectoria del endeudamiento ha sido al alza y a un ritmo importante. Lo que se prevé para el cierre de 2014 y para 2015 es continuar con esta trayectoria.

Sobre posibles impactos para la economía, son inciertos y dependerán de la evolución de la deuda y de la percepción sobre el país.

Sobre la percepción del endeudamiento público, el informe de competitividad global ubica a México en el lugar 77 de entre 148 economías para el indicador de deuda del gobierno/PIB.

Si la tendencia del endeudamiento se mantiene podrá llegar a un nivel en el que afecte de manera negativa las percepciones de los inversionistas y que lleguemos a un nivel en que no vean sostenible la situación en México.

Si el sector público continúa demandando recursos por montos relevantes se podrá llegar a una situación en la que se limite la disponibilidad de crédito al sector privado.

La tercera conclusión es que si bien hoy no se perciben efectos negativos de la política de mayor endeudamiento público, si ésta continúa por varios años sí nos puede afectar como país.

Esta política de mayor endeudamiento que se desprende de la estrategia económica de esta administración puede llevar en el mediano plazo a una mayor vulnerabilidad económica.

                *Director general del FUNDEF
                guillermozamarripa@itam.mx

 

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