Luis Enrique Mercado

Perspectivas

Luis Enrique Mercado

29 Sep, 2014

Prudencia en la Secretaría de Hacienda

La credibilidad de la Secretaría de Hacienda en materia de crecimiento económico está por los suelos, luego de que en los dos últimos años sus pronósticos han fallado estrepitosamente y lo más seguro es que este año fallen dos veces cuando no se cumpla su tasa corregida de 2.7 por ciento.

Es probable que por ello, en su pronóstico de crecimiento para 2015 la dependencia se vea muy prudente, con la esperanza de que a mediados de año tengan que corregir hacia arriba.

En el documento de Criterios de Política Económica para 2015, la Secretaría de Hacienda estima un crecimiento de 3.7%; que las exportaciones crecerán a una tasa de 6.5%,
la inversión aumentará cuatro por ciento respecto a 2014 y el consumo será tres por ciento mayor que en este año.

Todas estas son cifras prudentes, considerando que las reformas estructurales, en especial la energética y su rápida concreción pueden dinamizar las inversiones y, por lo mismo el crecimiento.

Pero Hacienda no quiere que le pase lo de los dos años anteriores donde las cifras optimistas de crecimiento se desmoronaron en los primeros tres meses del año. Es mejor, sin duda, que a mediados de año tengan que corregir hacia arriba que decir que las cosas no van tan bien como pensaban.

Es probable que para 2015 México crezca a tasas cercanas a cuatro por ciento si a las autoridades no se les hace bolas el engrudo a la hora de gastar, si llegan las inversiones atraídas por la Reforma Energética y si al gobierno no se le ocurre alguna nueva acción que dañe la confianza de los consumidores.

Desde luego, en el mismo documento de Criterios de Política Económica para 2015, la autoridad hacendaria dice que los riesgos para la economía mexicana en 2015 son la pérdida de dinamismo en la economía de Estados Unidos, la debilidad de la economía mundial, la volatilidad de los mercados financieros internacionales y la mayor tensión geopolítica en el mundo con casos como el de Ucrania o el del Estado Islámico.

Es decir, si algo malo nos pasa siempre vendrá de fuera, nunca será responsabilidad de malas decisiones internas.

La verdad es que en los dos años anteriores, la economía mexicana ha sufrido, primero, porque en 2013 el gobierno no pudo ejercer a tiempo el gasto público y en este año, porque el gobierno aplicó una Reforma Tributaria que afectó la confianza de los consumidores y el desempeño de las empresas, en especial las pequeñas y medianas.

Y en 2015, el peligro para la economía mexicana no está en el exterior, sino en malas decisiones que se tomen internamente o en la posibilidad de que se equivoquen en el aterrizaje de la Reforma Energética o incluso de que el año electoral meta temores que hoy no existen.

Lo más probable, es cierto, es que 2015 sea el mejor de los primeros tres años del gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, porque la aprobación de las reformas estructurales le ha dado a la economía mexicana un potencial de crecimiento que hasta ahora no tenía.

Proyectar un crecimiento de 3.7% con la posibilidad real de que dicha cifra se cumpla, ofrece para todos una gama de oportunidades que se esfumaron los dos años pasados.

México tiene todo para llegar a crecer a tasas de cinco por ciento anual en la medida que la Reforma Energética vaya permitiendo que se concreten inversiones privadas en  el sector; en la medida que el crédito bancario se dinamice y todo ello en un marco de estabilidad que por el momento no se ve amenazado.

Hasta el próximo lunes con nuevas… Perspectivas.

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