Enrique Castillo-Pesado

Ficción financiera

Enrique Castillo-Pesado

4 Oct, 2014

Élite a 1.5 grados de 120 millones de compatriotas; la casa de Goebbels; ¿redes vs. la soledad?

Hablo de personajes (algunos sí; otros no) que llegaron a Forbes ¡para quedarse! Me acuerdo que mi colega Jorge Zepeda Patterson (periodista y escritor) ha profundizado en un tema que va enlazado en el sentido de que “los ricos lloran, y suman más millones”. Hay millones everywhere. Los que existen en cada país y, afortunadamente, no es difícil que se nos olviden sus apellidos (¿de prosapia o de nuevos ricos o nuevos pobres?): Slim, Baillères, Azcárraga Jean, Azcárraga Madero, Salinas Pliego, familia González (los hijos del Maseco), Zambrano, Servitje, Alemán, Coppel, Larrea, Hank, Chedraui, Fernández (FEMSA), Ramírez (Cinépolis), Del Valle, Arango, Peralta, Diez Morodo, Fernández, (exaccionista de Corona/Modelo), Senderos, Beckman, Serrano, Lozada, López (Jumex), Saba, Camil, Aramburuzabala, etcétera. Miren ustedes, vestirse, calzar zapatos de diseñadores célebres, fumar puros Davidoff o Te-Amo, viajar constantemente en Primera Clase, Premier, Business Class, jet contratado o bien en el propio, como lo hace la mayor parte de los citados arriba, implica reflexionar, soñar o equivocarse cuando implica depositar —con todas las de la ley— un óbolo en la bolsa/cartera de los propietarios de los grandes capitales.

Los analistas apuntan que estamos a seis grados de separación de cualquier “otro ser humano del globo terráqueo”. Y estoy seguro que la élite empresarial o política está a 1.5 grados de los otros 120 millones de compatriotas. También, para los billonarios es vital estar sano, usar teléfonos inteligentes o la web. Para Zepeda Patterson como para el que esto escribe, es primordial ser fans del futbol (ya ven la contratación mediática de Ronaldinho, estrella de los Gallos del Querétaro), porque pensábamos que este deporte pertenecía a otro ámbito, pero ahora es básico en el mundo laboral de las contrataciones millonarias (Real Madrid, Barcelona, Bayern Múnich, PSG, Manchester United, entre otros).

Por ello, contemplo a la junta de dueños de equipos de futbol para constatar que mi pasión por una camiseta (aunque le vaya al Necaxa), también ya pertenece a un selecto grupo de empresarios: Slim, Azcárraga, Salinas Pliego, Vázquez Raña, Vázquez Aldir, Vergara, entre otros, porque son propietarios de uno o más teams de la primera división de México.

Los presidentes de México desconfiaban (como si la población no desconfiara de muchos de ellos, que se volvieron multimillonarios) de los millonarios que procedían de otros sexenios, “y preferían impulsar los propios” (¡Bomba!). La situación difícil que llamo 1.5%, no es que este grupo sea endiabladamente rico sino que cada tiempo gana mucho más dinero. Y no es casual la frase de Emilio Tigre Azcárraga: “¡Soy un soldado del PRI!”. Y miren amigos lectores, hoy no se puede ganar elecciones sin dinero (“money, money, money; go a round”) ni cobertura mediática. Lo triste es que hay un problema delicado que posibilitó que una sociedad tan desigual como la de México, tienda a profundizarse y a reproducirse. Por ende, ¡los millonarios lloran mucho, y se hacen más ricos!

Valorada en 15 millones
de euros

Por supuesto que nadie desea adquirir la residencia del exjefe nazi Joseph Goebbels, con una superficie de 16.8 hectáreas y a 45 minutos de la hermosa ciudad de Berlín. La villa está valorada en 15 millones de euros y es la única que existe en toda Alemania de un jerarca nazi.  Cuando la bandera nazi flameaba  en todos los edificios públicos de Berlín, Goebbels, el fanático ministro de propaganda de Adolfo Hitler, recibió al cumplir 39 años un extraordinario regalo (como aquí en México les caen a un sinnúmero de políticos/empresarios) de cumpleaños de las autoridades de la ciudad: una idílica villa, rodeada de bosques y ubicada a tan sólo 45 minutos en automóvil del centro. La casa fue bautizada como Villa Bogensee y rápido se convirtió en el nido de amor del ministro (algo parecido a lo que hace poco hacía Berlusconi con sus famosas velinas), un hombre que favorecía las carreras cinematográficas de las actrices de la época (¿Se habrá enamorado —o conocido—de Marlene Dietrich, la bella mujer que nombraban como el Ángel Azul y a quien entrevisté en México recién estrenado el hotel Fiesta Palace, que inauguró Héctor Mestre, allá por los finales de los 70s), ¡previa cita amorosa en su refugio.

El macho de Babelsberg

La historia señala que Goebbels y su esposa, tras ¡envenenar! a sus seis hijos, se suicidaron en el búnker de Hitler. Pero la célebre villa sobrevivió a las bombas de los aliados y se convirtió, ¡ironías del destino!, en un exclusivo centro que fue usado por las juventudes comunistas del nuevo régimen hasta que el famoso muro de Berlín fue derrumbado, otro hecho histórico que convirtió al gobierno de Berlín en el nuevo propietario de la famosa villa y de un terreno de 16.8 hectáreas. Sé que Goebbels aprovechó la idílica soledad  para dar rienda suelta “a su feroz apetito sexual”, que le valió el apodo de El macho de Babelsberg. El ministro de propaganda de Hitler había expulsado de los famosos estudios de cine a las actrices de origen judío, y las reemplazó por hermosas artistas arias a las que seducía en su nido de amor, una costumbre que le valió el ¿reproche? del propio Adolfo Hitler. “No tenemos prisa en vender la propiedad”, apunta Marlis Mache, quien nos reveló que el mantenimiento de Villa Bogensee y del terreno le cuesta al contribuyente berlinés unos 150 mil euros al año. ¿Alguien de México desea adquirir la propiedad?

Larga tradición de
célebres entrevistas a políticos en televisión

Cuando entrevisté a David Frost (estrella de la TV británica) y amigo de Letterman y Larry Smith, confesó que “en mi país existe una larga tradición de célebres entrevistas o versus políticas en televisión”. Actualmente, tenemos nostalgia de aquellos años dorados donde los políticos todavía decían algo interesante (“en parte, gracias a colegas de prensa como Robin Day o J. Paxman”). Pero ahora los interviews —entrevistas o conversaciones— son calificadas como boring snoring (“tan aburridas que uno roncaría como Guido Agostoni Colombo o el doctor Enrique Sánchez”). Igual que en la Gran Bretaña en España o en México, ciertos políticos, empresarios o artistas, conceden entrevistas con un pobre argumento realizado por sus servicios centrales de comunicación, estudiado al detalle y en las que las respuestas dadas servirían para responder a multitud de preguntas. La mayor parte de las veces existen también las entrevistas arregladas ($) y los políticos, empresarios o artistas “que no responden a las preguntas” y, como bien revela un estudio de 1987 de dos sicólogos norteamericanos (Bull y Mayer), más de la mitad de las preguntas se quedan sin contestar.

¡Con un estilo más agresivo!

Además, existen hasta 31 maneras que los “políticos” usan para ¡evadirlas!: ignorar la pregunta (“mmm… turn the age”), cuestionar la pregunta, dar una respuesta incompleta (“al mejor estilo de Mario Moreno Cantinflas”) o repetir una respuesta ya dada, entre otras. David Frost, que se hizo millonario con su estilo televisivo (QEPD), decía que “obviamente, lo que se está produciendo es un camino sin salida, en parte porque el grupo que mencioné renglones arribas también desarrolló estrategias de supervivencia ante los periodistas que tienen un estilo más agresivo”. Los ciudadanos y entrevistadores de televisión (como este columnista) somos como seres humanos mayores para saber que las respuestas a los problemas de este complejo mundo no son blanco/negro, sino que tienen una infinidad de matices. Los políticos así ganarían, según lo que escribió Katz, el bien más preciado para ellos: la hermosa autenticidad.

Una idea cambia la vida de miles de personas

Con la convicción de que “una idea puede cambiar la vida de miles de personas”, la fundación Bloomberg Philanthropies, creada por Michael Bloomberg, convocó a un certamen para destinar proyectos que estuvieran encaminados a hacer la vida más agradable a la gente. La iniciativa, limitada primero a Estados Unidos, tuvo tanto éxito que el magnate decidió ampliar el certamen a Europa. 155 ciudades respondieron a la llamada y, al final, ha sido Barcelona la que se llevó el premio mayor: cinco millones de euros. Y hasta la próxima, ¡abur!

 

 

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