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WASHINGTON, D.C.– El Departamento Fiscal del FMI proyecta que la deuda pública total de México aumente a 49 por ciento del Producto Interno Bruto para 2015, un punto porcentual más del PIB que este año, y el equivalente al déficit presupuestal solicitado al Congreso.
Con ello, el promedio se ubicaría por arriba del nivel de endeudamiento promedio (40 por ciento del PIB) que registran los países emergentes y de ingreso medio alto, y sólo superado por Brasil, India y Sudáfrica, entre economías pares.
Es legítimo que México utilice el déficit fiscal cuando se tienen momentos de bajo crecimiento y, sobre todo, cuando se usa para facilitar el acomodo presupuestal de reformas estructurales como las que se han concretado. Pero el déficit (alcanza 4.2 por ciento del PIB en 2014 y se anticipa que se reduzca a 4.0 por ciento en 2015) y la deuda total deben mantenerse bajo control y reducirse hacia los niveles previos a la crisis”, sostiene Martine Guerguil, subdirectora del Departamento Fiscal del FMI y responsable de la elaboración del Monitor Fiscal.
Además, apunta: “pocos países se han embarcado en un proceso de Reforma Fiscal tan ambiciosa, porque no sólo incluyó la reforma de impuestos y del presupuesto para contener la expansión futura del gasto, sino una Reforma Energética que cambia la estructura de las dos principales empresas públicas que ha incluido la reducción del subsidio a las gasolinas, aunque falta el de electricidad”.
Este reporte, presentado ayer, subraya que se han incrementado los riesgos contingentes, tienden a generar presión sobre las finanzas públicas en algunos mercados emergentes. En estos, el promedio del déficit se mantiene en dos por ciento del PIB, en tanto que en México es del doble ajustado cíclicamente, esto es, cuatro por ciento.
Hay un proceso de cambio, particularmente por la reforma implementada en materia de Impuesto sobre la Renta, considerando que México tiene un nivel muy bajo de contribución fiscal e importante concentración de la renta en pocos. Además, la expectativa global es que haya una disminución importante de ingresos petroleros, tanto por el ajuste en el precio internacional como en la producción, de ahí que el cambio llega a tiempo porque otros sectores, no solo el petrolero, deben contribuir a las finanzas públicas”, dice.
Víctor Gaspar, director del departamento de Estudios Fiscal, dijo que la coyuntura actual es difícil, pues sólo la aplicación de una “política fiscal inteligente” podría apoyar al mismo tiempo el crecimiento y la generación de empleo, pero siempre que no sustituya la correcta ejecución de los cambios estructurales, como la flexibilización del mercado de trabajo para aumentar la generación de empleos formales.
Apunta que “lo inteligente” es que el uso del déficit o la deuda, que pueden ser legítimos en una coyuntura, deben ser limitados y con temporalidad para no comprometer la solvencia de las finanzas públicas, pues en una coyuntura como la que se anticipa de un paulatino aumento en las tasas de interés en EU.
El Fiscal Monitor indica que este año nuestro país tuvo requerimientos financieros por el equivalente a 12.4 por ciento del PIB, tanto para servir la deuda como cubrir el déficit fiscal, y para 2015 bajan a nueve por ciento del PIB, en gran medida porque se reduce a la mitad el pago del servicio de la deuda y también baja ligeramente el déficit presupuestal.
La OIT dice que hay 200 millones de personas desempleadas en el mundo, esto es, se ha incrementado en 30 millones desde que comenzó la crisis, y un tercio de esa tasa es de población joven”, indica Christine Lagarde, directora gerente del FMI.
La preocupación por el impacto social y económico que puede tener la expansión del brote del virus de ébola crece en el mundo, pues ha cobrado tres mil 439 víctimas en Guinea, Liberia y Sierra Leona.
El Banco Mundial, que ha movilizado 400 millones de dólares hacia estos países para fortalecer su capacidad de respuesta sanitaria y financiar la ruta de contención y atención definida por la Organización Mundial de la Salud, estima en un reporte de más de 70 páginas que el costo de esta contingencia sanitaria podría ser de 32 mil 600 millones de dólares para fines de 2015.
De acuerdo con los escenarios de impacto financiero dados a conocer ayer y presentados de manera conjunta por el presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim, y la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, apoyando el llamado de los presidentes de los tres países principalmente afectados Alpha Condé, de Guinea; Ellen Johnson, de Liberia; y Ernest Bai, de Sierra Leona), si la contención del virus ocurre en diciembre de 2014, el impacto financiero podría ser en ellos de tres mil 800 millones de dólares.
Pero si el escenario pasa a un “High Ebola Scenario”, supondría una extensión de los efectos de la contingencia sanitaria hacia Ghana, Nigeria y Senegal, y el costo total se ampliaría hasta 32 mil 600 millones de dólares, porque supondría una contención lenta de la contingencia sanitaria. “De ahí que es importante actuar ahora”, detalla el reporte del Banco Mundial.
El temor se ha incrementado ante la identificación un liberiano infectado que murió en Dallas, y otros dos casos identificados en España.
Sin embargo, el estudio no hace referencia al efecto económico que está ocasionando el temor al contagio sobre el conjunto de las naciones de África, siendo que las tres más afectadas son economías muy frágiles. De hecho, en las reuniones del FMI y al ingresar a DC, en el aeropuerto, hay anuncios que alertan sobre la contingencia y los síntomas que se deben observar, pues como cada año se espera que la delegación de ministros y sus equipos procedentes de África sea numerosa.
