Salo Grabinsky

Del verbo emprender

Salo Grabinsky

11 Oct, 2014

Estructuras de dirección y control

La semana anterior planteé la necesidad de que los negocios de cualquier tamaño de estructura familiar se pongan reglas claras y que éstas sean conocidas y respetadas por los miembros de la familia(s) dueña y las personas involucradas directamente. Los protocolos familiares, convenios entre socios, códigos de conducta son instrumentos que los apoyan para lograr la armonía y comunicación necesarias dentro del núcleo familiar y reforzar el objetivo común de continuidad y sano crecimiento de la empresa. Como asesor los recomiendo ampliamente.

Pero, ¿son éstos documentos suficientes para lograr un negocio bien manejado y que la familia lo entienda y apoye en todo momento? Definitivamente no, ya que las reglas si no se ponen en operación por medio de reglamentos y políticas creando un órgano de control van a ser de poca utilidad.

El paso siguiente a la creación de reglas, protocolos y otros convenios es el formar dos estructuras:

a. El Consejo de Familia, órgano interno que busca la convivencia y manejo privado de asuntos entre los parientes, así como la  comunicación entre todos sus miembros.

b. El Consejo de Administración de la empresa que, por instrucciones de los socios se encarga de cuidar el manejo del negocio. Es normal que en pequeños y medianos negocios  tengan a los mismos socios, como integrantes del Consejo por lo que se confunden, pero al crecer la empresa y entrar nuevas generaciones de familiares, ejecutivos no-familiares y asesores a apoyar a la profesionalización del negocio, las cosas cambian. Por ejemplo, el dueño-fundador se retira y deja en manos de sus sucesores dentro del consejo las políticas y controles para seguir operando, pero sin perder su posición accionaria.

Los consejos de familia dictan códigos de conducta, asuntos internos diversos, pero su principal razón de ser es fomentar la unidad, cariño y enseñanzas de los abuelos para que no se pierdan al crecer las familias. Es un placer ver reuniones con decenas de parientes cuyo único deseo es convivir, conocerse y hacer actividades de todo tipo. Una estructura muy valiosa.

El Consejo de Administración es el órgano de dirección y control por excelencia, ya que conoce el negocio, lo controla a través de políticas y presupuestos y toma decisiones importantes a través de la historia del negocio, siendo de gran utilidad en casos de crisis o para analizar posibles oportunidades. Repito, para las decisiones críticas es necesario que los accionistas voten para aceptar o no las propuestas del consejo y ahí cuentan los porcentajes accionarios mayoritarios para que se implementen dichas decisiones, pero las sugerencias de un consejo eficiente, bien informado y que controla la operación y dirección del negocio hacen más fáciles estas decisiones riesgosas. He constituido varios centenares de estructuras de este tipo, si se toman en serio y se reúnen de manera disciplinada y formal varias veces en un año, los consejos de administración, apoyados por asesores especialistas  hacen más profesional el manejo del negocio.

Si desean conocer más sobre estas reglas de gobierno y las estructuras necesarias para llevarlas a cabo exitosamente los invito a asistir este 17 de octubre de 2014, en la Ciudad de México, al seminario Las Reglas del Juego en las empresas familiares que voy a impartir. Informes e inscripciones al 55 5294 8407 y 55 5294 8633 o a gzsalo@gmail.com. ¡No se lo pierda!

Como cualquier ser vivo, si éste no tiene reglas básicas y una estructura que funcione (por ejemplo su columna vertebral, o sistema respiratorio), sus posibilidades de crecer se esfuman. Los negocios familiares deben ordenarse y cuidar su trayectoria si quieren pasar a la siguiente generación preservando su patrimonio y unidad familiares.

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