Ley antitabaco: ¿recargada o desmotivada?

Viene la segunda ley antitabaco.

La que complementa la actual que prohíbe fumar en lugares cerrados, con excepción de las terrazas.

Sin embargo, hay dos posturas muy claras: las que hablan que a la nueva ley ya le quitaron su fortaleza, que era poner con una misma tipografía y pequeña la marca dejando en blanco la demás parte de la cajetilla de cigarros. Y la otra postura, la de restauranteros y centros de juego, que argumentan ya haber invertido bastante en adecuar sus establecimientos como para volver a empezar.

Dejar de fumar en cualquier espacio público

El PAN en el Senado apoyó la iniciativa actual antitabaco.

Así lo dejó en claro Héctor Larios, presidente de la Comisión de Comercio, y justamente Maki Esther Ortiz Domínguez, presidenta de la Comisión de Salud de la Cámara alta.

En la iniciativa van dos puntos clave. Uno, dejar de fumar en cualquier lugar público que sea cerrado que sea público. Ni siquiera en las terrazas de restaurantes. Tampoco en las universidades o preparatorias. Estaría, simplemente, prohibido.

Este punto sí fue aprobado.

Restauranteros y centros de juego, ya invertimos

Y trae todo un debate por parte de restauranteros y centros de juego.

Los empresarios de la comida y del juego critican que ya los hicieron gastar en remodelar sus establecimientos con áreas para fumadores. Los restaurantes hablan de una inversión promedio de tres millones de pesos para cada establecimiento, representando en total nueve mil millones de pesos los invertidos por los cerca de tres mil restaurantes.

Los centros de juego no se quedan atrás. Recuerdan que invirtieron alrededor de diez millones de pesos por cada sala, pues son interiores y deben contar con tecnología como filtros de aire y recicladores. En total habrían invertido cerca de tres mil 500 millones de pesos para adecuar sus salas cuando empezó la prohibición en el año 2008.

Además, desde luego, está la clásica molestia de los fumadores, quienes argumentan que los discriminan.

Derechos de no fumadores

Sin embargo, del otro lado está toda la población que no fuma. Desde niños hasta adultos, quienes argumentan que los fumadores los dañan.

Y desde luego se encuentra el argumento del gasto público de cuánto se gasta el sector salud en atender los problemas de pulmón de fumadores.

Cajetillas, ya no como Uruguay

Lo que ya no viene en la ley antitabaco es la modificación de las cajetillas.

Se quería que México fuera similar a Uruguay, en donde también viene la prohibición de fumar en cualquier espacio público.

Uruguay también aprobó una fuerte regulación para exhibir las cajetillas. Ya no se pueden exhibir las cajetillas, sino sólo una lista de marcas y precios.

Y las cajetillas son iguales para todas las marcas, sólo cambia el nombre del cigarro que viene en una tipografía igual para cualquier marca.

Cajetillas con pictograma, no en blanco y negro

Aquí en México el Senado no quiso dar el paso de modificar las cajetillas con una sola tipografía y en blanco.

Sino más bien poner en las dos caras de la cajetilla el pictograma (foto) con consecuencias del tabaco. El pictograma seguiría abarcando 30% de las cajetillas, dejando otro 70% para la marca. Y sería por las dos caras de la cajetilla.

Para las ONG que estaban a favor de modificar las cajetillas, la nueva ley se está quedando corta.

Phillip Morris y British American Tobacco: impuestos

Las compañías de cigarros, Phillip Morris y British American Tobacco, ya han cumplido con los estándares internacionales.

Desde luego argumentan que ya pagan un fuerte impuesto, el IEPS. Y dicen que sí se les carga más la mano, entonces los consumidores van a preferir los cigarros pirata. Ésta ha sido desde años su postura.

17 millones de fumadores activos

Valdría la pena revisar las cifras de consumo del cigarro y ver si de verdad se ha desincentivado por la prohibición de fumar en lugares cerrados o por el impuesto.

Según la última encuesta sobre adicciones, México sigue contando con 17 millones de fumadores activos. De esos 17 millones de fumadores, 7.1 millones lo hacen diariamente.

El porcentaje de fumadores activos sí aumentó en la última década, de la cual se tienen datos (2002 a 2011).

Desde luego el tema del tabaco es un tema de salud pública y, como tal, hay que verlo así: gasto público y problemas de epidemia.