Darío Celis

Tiempo de negocios

Darío Celis

15 Oct, 2014

Banamex, línea anual de 2,500 mdd con proveedores de Pemex, 126 con mismo esquema y más demandas

Una de las principales preocupaciones en Banamex es la orden que dio la magistrada de Estados Unidos, Abigail LeGrow, que a inicios de este mes ordenó a Citigroup entregar los registros internos acerca del presunto fraude de 430 millones de dólares en el caso Oceanografía.

La inquietud es principalmente para el equipo de Manuel Medina Mora, copresidente de Citi y jefe del staff mexicano, el mismo que hoy está bajo la lupa del FBI y los fiscales de la Oficina del Fiscal de Manhattan, y cuya principal cabeza visible era Javier Arrigunaga.

Y es que la orden de la magistrada, que todavía tiene que ser autorizada por un juez federal del vecino país, y emplazada por el Sistema de Pensiones y Retiro de los Bomberos de Oklahoma, podría abrir la caja de Pandora en dos frentes: en Estados Unidos y en México.

En la Unión Americana la ofensiva legal de los tragafuegos va a ser secundada por más inversionistas que se dicen defraudados por el presunto accionar fraudulento de los directivos de Banamex. Le anticipo que ya se está configurando una demanda colectiva.

A esa demanda sume otra que ya prepara Amado Yáñez. Es por difamación y daños y perjuicios. Trascendió que el fundador de Oceanografía va contra Michael Corbat, CEO de Citi, y Arrigunaga, exdirector de Banamex. Igual contra Citi en Estados Unidos y Banamex en México.

Paradójicamente no se procederá contra Medina Mora. El ejecutivo tuvo el cuidado de no declarar públicamente nada contra Yáñez y Oceanografía.

Si se logra ordenar a Citi la apertura de archivos del caso Oceanografía no es remoto que salga a relucir un sofisticado sistema financiero que le habría redituado a Banamex y por consiguiente a Citi multimillonarios ingresos anuales.

Son alrededor de 126 empresas proveedoras de servicios a petroleros que aparentemente operaban con un programa de factoraje como el que se tenía dado de alta con Oceanografía. Banamex tenía contratada con la ahora empresa productiva del Estado una línea de dos mil 500 millones de dólares.

Se dice que el banco le daba tres veces al año la vuelta a esa línea. Esto querría decir que en 12 meses se movían del orden de los siete mil millones de dólares sólo con los contratistas en esa modalidad donde Oceanografía era sólo una de esas 126 compañías.

Por eso han salido a la luz pública los casos de Evya, que preside Javier Camargo, y Cotemar, que controlan Mario Dávila y Cristina Lobo, los cuales inmediatamente fueron desactivados por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores para que no llegaran al extremo.

El esquema del factoraje no le era extraño a otros contratistas, como pudieran ser los casos de Grupo R, de Ramiro Garza; Diavaz, que capitanea Luis Vázquez, o TMM, que comanda José Serrano Segovia.

Pero sin duda el más extremo y arriesgado fue el de Oceanografía porque, aseguran unas fuentes, le reportaba a Banamex-Citi jugosas comisiones que habían llegado a un 25%. Estamos hablando de ganancias totales, afirman los enterados, de hasta dos mil millones de dólares.

En el esquema Pemex fungía como acreedor del préstamo, el dinero se daba como capital de trabajo para el contratista, sin que fuera reconocida formalmente como una línea de crédito por lo que no existía garantía. El negocio, que duró dos años, lo fue para Banamex.

Le decía que se esperan más movimientos en el banco. A las renuncias de Arrigunaga del Campo y José María Zubiría, director de Administración, puede seguir la de Alonso García Tamés, director de Desarrollo y Valuación de Proyectos de Infraestructura.

Se afirma que junto con Emilio Granja Gout, prófugo y sobre quien ya pesa una orden de aprehensión, eran los principales enlaces de Banamex-Citi con Martín Díaz, el socio financiero de Yáñez y a quien se le atribuye el manejo de la relación crediticia con ese banco.

SCT y SHCP

Fíjese que la SCT ya logró acordar con Hacienda el derecho a cobrar en la Red Compartida.

Se terminó fijando en 20 centavos de dólar el megahertz-población. Muy por debajo de los 72 centavos que las huestes de Luis Videgaray habían establecido hace un año, pero el rango más alto que a su vez calculó la dependencia de Gerardo Ruiz Esparza, vía la Subsecretaría de Comunicaciones, a cargo de José Ignacio Peralta.

Ésta había determinado un rango entre cinco y 20 centavos para asegurar una estructura de costos viable para esta infraestructura que se planea construir en el espectro de los 700 megahertz. Con ello se le baja el costo a esa banda en la friolera de cinco mil 616 millones de dólares, si considera que con la fórmula hacendaria el activo finito estaba valuado en siete mil 776 millones y con la estimación de la SCT ahora costará dos mil 160 millones.

Le adelanto que la propuesta ya se incluyó en el Paquete Económico que se enviará a la Cámara de Diputados para su discusión. Es un paso sin duda relevante en este proyecto.

IAMSA se retira

Hasta ayer por la noche todo apuntaba a que uno de los favoritos para contender por el Tren Rápido México-Querétaro se bajaría del proceso.

Tómelo con cautela, pero se trataría de IAMSA, del empresario mexiquense Roberto Alcántara. Según trascendió fue imposible para su grupo armar un consorcio en tiempo y forma. Se sabía que el también dueño de la aerolínea VivaAerobus tenía en principio un acuerdo con la canadiense Bombardier, que preside
Alfredo Nolasco, y la española CAF, de Max Zurita, y de la que ya es socio en el Tren Suburbano. Sin embargo, ante la negativa la semana pasada del titular de la SCT, Gerardo Ruiz Esparza, de ampliar los plazos de este concurso IAMSA estaba optando por disculparse. No descarte que entre con una oferta simbólica.

Tiran a Alemán

Ya se veía venir que el grupo de Miguel Alemán Magnani no aguantaría la presión política por haberse atrevido a negociar directamente con Amado Yáñez la compra de Oceanografía.

Ayer los acreedores estaban muy movidos en Nueva York, particularmente los fondos que semanas atrás cerraron filas con los Alemán.

Ahora más que nunca la posibilidad de un litigio internacional está latente. A menos de que Carlos Hank Rhon esté dispuesto a retomar una negociación.

Marzam vs. Savi

Los que ya se metieron a enrarecer más el ambiente contra el distribuidor de medicamentos Savi, que encabeza Javier Salazar, son los de Genomma Lab.

Al grito de “a río revuelto ganancia de pescadores”, la compañía que preside Rodrigo Herrera Aspra busca sacar provecho de la crisis de su competidor para ganar posiciones de mercado en la compra consolidada que prepara el IMSS. Recuerde que ya están en el negocio vía Marzam, que maneja Ramón Neme. Mañana el organismo que capitanea José Antonio González Anaya publicará las bases de la megalicitación.

SapuraKencana

SapuraKencana Petroleum es la dueña del barco Sapura 3000, que le adelanté ayer está por quedarse con un megacontrato por asignación directa de Pemex Exploración y Producción, que dirige Gustavo Hernández.

Es una empresa de Malasia que cotiza en los mercados de valores. Tiene presencia en 20 países con una base de unos 13 mil empleados. A México hasta ahora no había llegado y lo está haciendo de la mano de Seadrill, que tiene una participación minoritaria en su capital. Tan es así que en su consejo figuran John Fredriksen y Eduardo Antonello, socios del proveedor noruego.

El Sapura 3000 es el buque para servicios marinos más grande del mundo. Incluso es mucho más grande que el OSA Goliath que llegó a tener Oceanografía.

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