Kill ’Em All

Era total y absolutamente lógico que después del megafraude que le hizo Oceanografía a Banamex saliera el director general, Javier Arrigunaga, y que tuviera que ser objeto de sanciones por parte de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores como las que se anunciarán hoy; sin embargo, lo que sí es atípico es el seek and destroy que está aplicando Michael Corbat, presidente de Citibank, en contra de la administración de su subsidiaria de México y todos sus funcionarios.

Muy temprano por la mañana de ayer, Citigroup emitió un comunicado en el cual decía que se descubrió un fraude por 15 millones de dólares por una empresa de seguridad a la que, además, acusan de haber intervenido indebidamente comunicaciones.

El propio comunicado señala que ahora la seguridad será provista por una empresa de Citigroup y que “también hemos notificado sobre estos hechos y estamos cooperando con las autoridades financieras y de impartición de justicia en México y Estados Unidos”.

Aquí es necesario establecer algunas dudas:

Primero. ¿Qué tienen que ver las autoridades financieras si se trata de una empresa de seguridad privada?

Segundo. ¿Ya presentaron denuncias por fraude y espionaje? La posición no sólo debe ser “cooperar” sino presentar denuncias que, de acuerdo con el comunicado, no queda claro si ya hay denuncias penales.

Tercero. ¿Qué tienen que ver las autoridades de Estados Unidos? Si los hechos se cometieron en México no existiría ninguna razón para que interviniera el gobierno de aquel país, no somos una colonia. Parecería que tratan de hacer creer que el espionaje fue hecho por funcionarios mexicanos en contra de los estadunidenses.

Cuarto. ¿Es necesario tanto escándalo si como dicen citando a Corbat “si bien el monto del fraude no es significativo, la conducta de las personas involucradas es deplorable. Ahora que la investigación ha concluido, nuestro objetivo es llevar a las personas que participaron en estas actividades a que respondan ante las autoridades”.

Ruido

¿Por qué hacer tanto ruido? No vale la pena detenerse a analizar que la tradición en México sobre situaciones similares donde se da vista a las autoridades, pero no se hace público como si fuera un evento relevante de la institución.

De ningún modo pueden justificarse fraudes o espionaje industrial; sin embargo, lo que debe señalarse es la hipersensibilidad o exceso informativo de la gestión de Corbat cuando, como dice, se trata de un asunto tan deplorable como menor.

Durante muchos años Banamex fue la estrella de Citigroup al grado que fue parte fundamental para que el banco no quebrara en la crisis de 2008-2009 puesto que se transfirió una gran cantidad de recursos.

Como resultado de esta situación Manuel Medina Mora no únicamente se convirtió en copresidente de Citigroup y director de banca de consumo global sino en uno de los tres mejor pagados dentro del banco.

Es público que Corbat se ha sentido incómodo con la presencia del funcionario mexicano y la habilidad que ha demostrado para los negocios. En las filas de Banamex se asegura que el fraude de Oceanografía fue maximizado por el presidente de Citigroup como un cobro de factura en contra de la administración mexicana.

Hay quienes, quizá en el extremo del nacionalismo, lo ven como una acción que busca deshacerse de los mexicanos creando la sensación de que son funcionarios intrínsecamente corruptos, malos para custodiar los recursos de los depositantes y una fuente de problemas. No debe olvidarse que también han sido particularmente críticos de los errores de Banamex USA.

Lo cierto es que la virulenta y escandalosa forma en la que dan a conocer este asunto vinculado indirectamente con la operación del banco a unas horas de que se conozcan las sanciones de la CNBV, encabezada por Jaime González Aguadé, sólo puede ser visto como una acción de Kill’Em All Mexicans.

Después de esta guerra en la cual podría Corbat derrotar a Medina Mora y convertir a la administración mexicana de Banamex en una suerte de colonia es vista por sus competidores con verdadero deleite, puesto que saben que esta seguidilla de escándalos va en contra de la confiabilidad del banco y por lo tanto de su posibilidad de hacer negocios. Es lógico que bancos como Bancomer, que es particularmente sólido con su administración y vínculos cono BBVA; HSBC y Santander que difícilmente podrían tener mejores contactos con sus matrices y Banorte que está pronto a terminar sus problemas accionarios están aprovechando la situación.

Gran parte del éxito que han tenido los bancos mexicanos de capital extranjero es que han tenido el tino de ser administrados por nacionales que no sólo entienden las particularidades del país sino que han aportado una gran cantidad de conocimientos, especialmente en banca de menudeo.

Mérida-Milán

Mientras Guerrero sigue pagando las consecuencias del mal gobierno encabezado por Ángel Aguirre (cuyo mandato podría ser revocado el próximo martes por el Senado de la República), los habitantes de la localidad siguen pagando las consecuencias de una gran cantidad de malos gobiernos del PRD y los candidatos que ellos impulsaron.

Hoy hay serias dudas sobre eventos como el Tianguis Turístico o incluso la próxima Convención Bancaria que está programada para marzo. Una de las razones de hacerla en Acapulco es la facilidad para ir incluso por carretera, lo que suena muy difícil por los conflictos en Chilpancingo.

Mientras esto sucede otros estados siguen logrando prosperidad. El secretario de Turismo de Yucatán, Saúl Ancona, anunció que a partir de abril la línea aérea italiana Blue Panorama comenzará a realizar vuelos directos entre Milán y Mérida.

Confirmación

Hoy Luis Robles Miaja, presidente del Consejo de Administración de BBVA Bancomer, asumirá como presidente interino de la Asociación de Bancos de México, para concluir el periodo de Javier Arrigunaga, quien dejó el cargo luego de que renunció a la dirección general de Banamex.

Sin embargo, la pregunta de fondo es quién representará a este gremio a partir de marzo. Es necesario que haya un cambio en los liderazgos y, sin lugar a dudas, la mejor opción parece, en muchos sentidos, el presidente y director general de HSBC México, Luis Peña; sin embargo, habrá que esperar cómo se acomodan algunos asuntos entre las partes.