Víctor Beltri

Víctor Beltri

16 Oct, 2014

¿Tiene frío? Innove

No cabe duda de que el calentamiento global nos ha alcanzado. Lo podemos ver, todos los días: cada vez es más frecuente tener que salir, por las mañanas, preparado para cualquier cambio en el medio ambiente. Frío por la mañana, caluroso a mediodía, lluvias torrenciales por la tarde.

Las nuevas condiciones climáticas son una fuente constante de preocupaciones, que deben solucionarse de forma efectiva. En los hogares, por ejemplo, la necesidad de mantener temperaturas estables será cada vez más común, tanto en verano como en invierno: los equipos de calefacción y aire acondicionado han dejado de ser un mero lujo para convertirse en algo cotidiano.

A nivel comercial e industrial, la historia es similar, pero en escalas mucho más grandes: el costo de mantener la temperatura agradable tanto para clientes como para empleados es, cada vez, un componente importantísimo dentro del estado de resultados de cualquier organización.

En entornos sencillos puede ser relativamente sencillo: basta con instalar un calefactor, o abrir una ventana. Pero la mayoría de los entornos no son así: es indudable la complejidad de un parque industrial, o la de un centro comercial con puertas que se abren y se cierran todo el tiempo, permitiendo el paso de cientos de personas diariamente, con los consecuentes cambios y pérdidas de temperatura. Aquellas instalaciones que no estén siendo gestionadas correctamente tienen una gran oportunidad de mejora, justo al alcance de las manos.

Es, como dijimos, una gran oportunidad de hacer las cosas mejor. Es, también, una gran oportunidad para que cualquier organización pueda hacerse de los recursos que se destinaban a tal efecto. Y, como todos sabemos, mejora y optimización de recursos son dos conceptos íntimamente ligados a la innovación.

La innovación, como hemos anotado en entregas anteriores, no puede constituir un fin en sí mismo. En realidad es un medio para lograr resultados concretos, mesurables, que aporten beneficios específicos a la organización. La innovación puede estar presente al diseñar el modelo de negocio, la estrategia de ventas, o cualquier parte de un proceso: la clave está en enfocar la energía a la resolución de un problema concreto.

El manejo y gestión adecuada de la energía es un problema que apenas comienza a vislumbrarse en nuestro país. Es natural: las condiciones climáticas en México, a lo largo de la historia, nos permitieron permanecer ajenos a una situación que ha sido resuelta con éxito en otras naciones. Sin embargo, la novedad no resta a la importancia del asunto. ¿Cuántos millones de pesos se pierden, cada año, en hogares, comercios e industrias como consecuencia de un consumo poco inteligente?

Es absurdo gastar cuando no es necesario. La innovación, en conjunto con las tecnologías de la información, ofrece soluciones asequibles para resolver también este tipo de problemas. Los edificios inteligentes son una realidad, que va mucho más allá de ser solamente una moda: el funcionamiento adecuado de los servicios de energía es garantizado por procesos automatizados, sometidos de forma constante a mecanismos de control que aseguran variaciones mínimas en el proceso. De esta manera, las condiciones adecuadas pueden alcanzarse en todo momento, mejorando por ende la calidad de vida de residentes, empleados y visitantes. Desde puertas que funcionan como una esclusa hasta mecanismos que, dependiendo de la temperatura, permiten la circulación del aire o la cierran. Calefactores ultra eficientes, sistemas de refrigeración basados en aire lavado, aislamientos térmicos. Todo puede ser regulado, todo puede ser medido, todo se refleja, a final de cuentas, en la factura que recibimos a fin de mes.

Ya sea para resolver problemas eminentemente prácticos, como el del manejo más eficiente de energía, o para dar un rumbo diametralmente opuesto a sus productos o servicios, la innovación es la respuesta. Innovar no es complicado, no es tan sólo una moda y, sobre todo, no es un sinónimo de gastos astronómicos. Lo más difícil, la mayoría de las veces, está en la definición correcta de los problemas que nos aquejan, y en escoger con prudencia a los socios estratégicos que pueden llevarla a buen término. 

Lo invito a continuar la conversación a través de Twitter o de mi correo electrónico, donde responderé con gusto a sus preguntas. Innovemos juntos.

vbeltri@duxdiligens.com
@vbeltri

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